{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/gatos/salud-del-gato-y-cuidados/vomitos-en-gatos","title":"Vómitos en gatos: causas, tratamiento y consejos","mag_id":193404,"is_single":true,"cat_name":"Gatos","sub_cat_id":244,"sub_cat_name":"Salud del gato y cuidados","cat_id":213}
“Vómitos”, “arcadas” y “regurgitaciones”: ¿tu minino ha vomitado y, por desgracia, no es la primera vez? Descubre aquí cuáles son las causas más frecuentes y cuándo debes preocuparte si tu gato vomita.
Síntomas: ¿qué síntomas suelen acompañar al vómito en los gatos?
El vómito no es una enfermedad, sino un síntoma. Por lo tanto, suele aparecer junto con otros signos de enfermedad. En función de la causa, pueden aparecer los siguientes síntomas adicionales:
Contenido patrocinado por Hill’s Prescription Diet
¿Cuándo es peligroso que un gato vomite?
Si tu gato vomita varias veces seguidas o si observas sangre en el vómito, debes acudir inmediatamente al veterinario. Sin embargo, por motivos diagnósticos, es importante distinguir entre los términos “vómito” y “regurgitación”:
Cuando tu gato vomita, sus músculos abdominales se contraen activamente. De este modo, expulsa el contenido del estómago ya digerido.
Por el contrario, al regurgitar, el gato ejerce una presión abdominal pasiva. En este caso, el animal solo expulsa comida sin digerir y no experimenta náuseas. A diferencia del vómito, la comida regurgitada mantiene su consistencia y no desprende un olor ácido.
¿Qué hace el veterinario?
Dado que las causas del vómito en los gatos pueden ser muy variadas, es importante que le des al veterinario información precisa sobre tu gato. Por lo general, durante la consulta, el veterinario realizará un examen clínico general
para comprobar el estado de salud actual de tu gato. Si está muy deshidratado, también le administrará infusiones para estabilizar la circulación. Si el minino está estable, es posible que el veterinario lleve a cabo más pruebas.
Diagnóstico adicional
Por norma general, el veterinario realiza un análisis de sangre. El número de células inflamatorias y los parámetros hepáticos y renales pueden proporcionar información importante. Por ejemplo, un aumento del contenido de granulocitos eosinófilos indica una alergia o una infestación parasitaria.
También es posible que tu gato padezca una alergia alimentaria. Puedes descartarlas con una dieta de eliminación (cambio brusco de comida durante un tiempo largo) o con pruebas alergológicas específicas.
Además, mediante técnicas de diagnóstico por imagen (por ejemplo, rayos X), el veterinario puede examinar los órganos internos del animal. De este modo, puede detectar, por ejemplo, cuerpos extraños ingeridos o tumores.
Tratamiento: ¿Qué debo hacer si mi gato vomita?
El veterinario te explicará en detalle el tratamiento. Por lo general, este se divide en dos partes: para que el gato se recupere rápidamente, se le administran medidas coadyuvantes. Sin embargo, para tratar la causa subyacente, es necesario un tratamiento específico adicional.
1. Tratamiento coadyuvante
Tratamiento con líquidos y administración de electrolitos por vía intravenosa o en bolo.
Medicamentos contra los vómitos (antieméticos)
Protectores de estómago
Medidas dietéticas (dieta blanda)
2. Tratamiento específico
Las causas infecciosas requieren antibióticos, antivirales o antiparasitarios, dependiendo del agente patógeno.
Medidas dietéticas en caso de intolerancia alimentaria
Medidas quirúrgicas, por ejemplo, en caso de ingesta de cuerpos extraños, cambios en la posición del intestino o tumores.
El vómito de este gato es amarillento, lo que indica que contiene bilis.
Causas: ¿qué factores provocan que mi gato vomite?
Los vómitos en los gatos (del griego emesis y del latín vomitus) no son una enfermedad claramente definida, sino un reflejo. Los gatos vomitan cuando un estímulo activa su centro del vómito en el cerebro.
¿Es algo peligroso o inofensivo?
Esto provoca que los músculos del estómago y del diafragma, así como los músculos abdominales, se contraigan involuntariamente. A continuación, el estómago se vacía en la dirección opuesta.
Los vómitos pueden deberse a un problema de salud o ser un “programa de limpieza” inofensivo del sistema digestivo.
Expulsión de bolas de pelo
Por naturaleza, los gatos suelen comer hierba. La utilizan para provocar un reflejo nauseoso natural que les permite limpiar el estómago y, por ejemplo, eliminar las bolas de pelo.
Como los gatos domésticos no tienen acceso al jardín, a menudo intentan sustituir la hierba por pelo. Por lo tanto, es aconsejable poner a su disposición hierba para gatos.
Causas patológicas del vómito en gatos
Si tu gato vomita, también puede ser un indicio de diversas enfermedades. Las siguientes tablas ofrecen un resumen desglosado por causas infecciosas y no infecciosas.
Causas no infecciosas
Causas
Ejemplo
Estrés
Miedo o dolor
Alimentación (nutrición)
Intolerancias alimentarias o ingesta de comida en mal estado
Lo que revelan el color y la consistencia del vómito
Para averiguar la causa exacta, resulta útil examinar con detenimiento el vómito. Su composición y color pueden proporcionar información valiosa sobre el desencadenante.
Amarillo o verde: si el vómito tiene un aspecto amarillento o verdoso, es posible que contenga ácido estomacal o bilis. Esto es una señal de que el estómago está vacío. En este caso, las posibles causas del vómito pueden ser una inflamación o una obstrucción en la zona gastrointestinal, pero también puede tratarse de una enfermedad grave del hígado o del páncreas. En concreto, si tu gato vomita líquido amarillo a diario o de forma constante, debes acudir al veterinario lo antes posible para determinar la causa y tratarla.
Marrón: un color marrón o notablemente oscuro del vómito indica la presencia de sangre. Es posible que haya una hemorragia en el tracto digestivo: la sangre llega al estómago, se coagula y se vomita junto con la papilla alimenticia. Las causas pueden ser tumores y úlceras intestinales.
Rojo: la sangre fresca en el vómito aparece como vetas rojas, rojo claro, marrón claro o rosadas. El desencadenante puede ser una hemorragia gástrica peligrosa o una lesión en el esófago, por ejemplo, por una brizna de hierba (de gato) con bordes afilados.
Líquido transparente: el vómito transparente puede ser un indicio de que pronto se formará una bola de pelo. Sin embargo, sobre todo en el caso de los gatos mayores, también puede ser síntoma de una enfermedad grave, como insuficiencia renal o inflamación gastrointestinal.
Espuma blanca: una mucosidad clara y viscosa sin restos de comida indica que el estómago del gato está vacío. Algunos desencadenantes inofensivos pueden ser el estrés o el mareo durante los viajes. Sin embargo, también podría tratarse de un problema de salud grave, como una intoxicación. Una visita al veterinario lo aclarará todo.
Comida sin digerir: si el gato vomita comida casi sin digerir, es posible que no la haya tolerado bien. Sin embargo, también puede haber causas potencialmente mortales, como una obstrucción intestinal o la ingesta de un cuerpo extraño, que provoquen que el gato vomite la comida sin digerir.
Con forma de salchicha: las formaciones similares a salchichas que contienen mucho pelo no suelen ser motivo de preocupación. El gato ha vomitado para deshacerse del pelo que ha tragado al acicalarse y que ha llegado al estómago.
Los gatos jóvenes tienden a sufrir deshidratación por vómitos más rápidamente que los adultos.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación si mi gato vomita?
El pronóstico siempre depende de la causa y la gravedad de la enfermedad. En la mayoría de los casos, los gatos vomitan cuando han comido algo en mal estado o sufren una infestación parasitaria. Estas causas suelen desaparecer enseguida.
Sin embargo, también pueden existir enfermedades graves detrás de este síntoma. Por ejemplo, un cáncer o un cuerpo extraño detectado demasiado tarde en el tracto gastrointestinal pueden poner en peligro la vida de tu gato. Además, nunca hay que infravalorar el peligro de unshock. Este puede producirse a causa de vómitos prolongados, durante los cuales el gato pierde grandes cantidades de electrolitos y líquidos.
Cuidados posteriores: ¿Qué alivia el estómago del gato después de vomitar?
Si el gato ha vomitado solo por un ligero malestar estomacal, la mucosa gástrica irritada se calma más rápidamente con un breve ayuno. En cualquier caso, asegúrate de que el animal tenga siempre agua fresca a su disposición. También puedes darle un poco de té de manzanilla suave y frío para ayudarle.
¿Cuánto tiempo debe pasar antes de volver a dar de comer a un gato después de que haya vomitado?
No debes dejar a tu gato sin comer durante mucho tiempo. En caso de malestar estomacal leve, deberías observar una ligera mejoría al cabo de un día, por lo que puedes darle comida blanda, como pechuga de pollo cocida sin condimentar, sin huesos ni grasa. Además, puedes darle zanahorias cocidas y trituradas.
Prevención: cómo proteger a tu gato de los vómitos
Teniendo en cuenta las numerosas causas que pueden provocar vómitos en los gatos, es evidente que no es posible proteger al 100 % a nuestro gato de esta afección.
No obstante, puedes seguir estos consejos para intentar prevenir algunas de las causas:
En primer lugar, asegúrate de que tu gato no sufra estrés.
Evita el acceso a sustancias tóxicas.
Lleva a los animales que salen al aire libre a revisiones periódicas para detectar parásitos (cada tres o cuatro meses aproximadamente).
Si tu gato ya está enfermo, debes mantenerlo alejado de otros animales que vivan en el hogar.
Limpia con frecuencia el arenero, el comedero y el bebedero.
Conviene guardar la comida para gatos protegida de la luz y en un recipiente cerrado para evitar la contaminación o la entrada de roedores.
En resumen: ¿con qué frecuencia es normal que un gato vomite?
Por desgracia, no existe una respuesta definitiva a esta pregunta. La frecuencia con la que un gato vomita depende de factores individuales, como su estado general de salud y sus hábitos alimenticios. Sin embargo, si tu gato vomita con frecuencia, es decir, varias veces a la semana o incluso varias veces al día, debes tomarte este síntoma muy en serio. El veterinario puede investigar la causa y, si es necesario, tratar la enfermedad subyacente.
Aviso importante: Estos datos son únicamente de carácter informativo y no sustituyen el asesoramiento, el diagnóstico ni el tratamiento de profesionales en veterinaria. Si tiene alguna duda o preocupación sobre la salud de su mascota, consulte siempre a un veterinario.
Franziska G., Veterinaria
Me formé como veterinaria de forma íntegra en la Universidad Justus-Liebig Gießen en Alemania, donde pude adquirir experiencias en diversas áreas como medicina para roedores y animales pequeños, animales grandes y animales exóticos, así como farmacología, patología e higiene de los alimentos. Desde entonces, además de trabajar como autor veterinario, he estado trabajando en mi tesis doctoral de carácter científico. Mi objetivo es conseguir proteger mejor a los animales de los patógenos bacterianos que causan las enfermedades. Además de mis conocimientos veterinarios, también comparto mi propia experiencia como cuidadora de mi perro, por lo que puedo entender y aclarar miedos y problemas, así como otras cuestiones importantes sobre la salud de los animales.
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