La práctica hace al maestro
Los gatitos adquieren experiencia al observar a sus padres y hermanos. Los mininos que se crían sin el contacto con otros gatos ven a todo animal con el que se cruzan por primera vez como a uno de su misma especie. Lo primero que deben aprender es a diferenciar entre presa y enemigo. Para que se inicie en el comportamiento de captura, se necesita una presa de pequeño tamaño que huya y se esconda instintivamente; el gato deberá acercarse sigilosamente, esperar al acecho y saltar sobre su presa, esta acción mejorará con cada nuevo intento. Se dice que la práctica hace al maestro y que los errores ayudan en el proceso de aprendizaje. Cuanto antes mejore su comportamiento un felino, más pronto se convertirá en un buen cazador.
Aprender en casa día a día
Debido a su excelente orientación espacial y su capacidad de localización, los gatos pueden volver a encontrar un ratón en el mismo lugar donde ya capturaron otro en el pasado. Sin embargo, también son posibles los aprendizajes no imprescindibles para su supervivencia. Por ejemplo, algunos descubren de repente cómo abrir una puerta. Simplemente saltan y entreabren la puerta con la pata. Otros aprenden a utilizar el baño de sus dueños. O también en lo que respecta a su rutina de alimentación, por ejemplo, nada más coge el dueño su comedero, la mayoría de los gatos ya saben que vale la pena dejar de estar acurrucados en el sofá. Muchos procesos de aprendizaje se pueden incorporar en el adiestramiento de un gato, a menudo complejo, por parte de un dueño empático que no tenga como objetivo el éxito que se suele lograr con los perros.
Artículo de Didi Thormann