Cacas de gato: lo que revela su color y consistencia

Cacas de gato

Las heces de los gatos dicen mucho sobre su salud.

Aunque parezca mentira, las heces de un gato son un reflejo de su estado de salud. Te explicamos por qué conviene examinar las cacas de gato y cuándo hay que acudir al veterinario.

¿Son peligrosas para nosotros las cacas de gato?

Los gatos pueden infectarse de toxoplasmosis, una enfermedad muy peligrosa para embarazadas y personas inmunodeprimidas. Estas personas pueden infectarse de toxoplasmas por el contacto con heces de gato contaminadas.

Por eso, es importante retirarlas con guantes y llevar al gato al veterinario periódicamente.

Si veo un cambio en las heces, ¿cuándo tengo que acudir al veterinario?

Los gatos son curiosos y exploran cada centímetro del entorno. De hecho, los gatos de exterior comen ratones o incluso sobras de comida de los cubos de basura. Por tanto, es normal que estos gatos tengan diarrea de vez en cuando.

No obstante, si tu gato lleva dos días con diarrea intensa o presenta otros síntomas, debes llevarlo al veterinario. De lo contrario, corre un alto peligro de deshidratarse, especialmente si es joven.

Consistencia y color como reflejo del estado de salud

Antes de que las cacas de gato aterricen en el arenero o en el césped, pasan por una serie de estaciones en el aparato digestivo. Si una de estas estaciones intermedias está alterada, pueden producirse cambios en las heces. Estas alteraciones afectan principalmente a la consistencia, el color y las sustancias añadidas:

La consistencia de los excrementos de gato ofrece información sobre el estado de salud del animal. Unas heces demasiado blandas o demasiado duras pueden ser el primer indicio de posibles enfermedades.

1. Heces líquidas

Las cacas de gato líquidas equivalen a una diarrea. Si dura menos de una semana, se trata de una diarrea aguda. Si dura más de tres semanas, se considera crónica.

Es importante tener en cuenta que esta clasificación es decisiva a la hora de elegir el tratamiento. Mientras una diarrea aguda suele calmarse rápidamente con medidas sintomáticas sencillas (p. ej., infusiones), una crónica suele requerir medicamentos adicionales (p. ej., antibióticos, antiparasitarios o inmunosupresores).

Las causas de diarrea más comunes son:

  • Causas alimentarias (p. ej., intolerancia a un alimento o comida en mal estado)
  • Enfermedades infecciosas: virus (p. ej., VLFe, FIV o panleucopenia), bacterias (p. ej., Campylobacter spp. o Salmonella spp.) y parásitos (p. ej., giardias o Tritrichomonas)
  • Enfermedades autoinmunes (p. ej., fibroplasia esclerosante eosinofílica felina)
  • Enfermedades metabólicas (p. ej., insuficiencia renal o pancreatitis)
  • Cáncer (p. ej., linfoma gastrointestinal o carcinoma)
  • Medicamentos (p. ej., antibióticos o antiinflamatorios no esteroideos)

2. Heces duras

Una de las tareas más importantes del intestino grueso es extraer agua de las heces. Si el contenido intestinal permanece demasiado tiempo en el intestino grueso, los excrementos se espesan.

Como consecuencia, las cacas de gato se endurecen. Por eso, unas heces duras indican que la función o la mecánica del intestino grueso están fallando.

Si hay un problema mecánico, el intestino podría estar obstruido por un cuerpo extraño o estrechado por un tumor. En cambio, un problema funcional puede deberse a una anestesia o una intoxicación.

Si tu gato ha comido hierba, esta podría verse después en las heces. No obstante, a veces se aprecian otras sustancias que pueden constituir indicios importantes sobre el tracto digestivo del gato:

  • Moco: si hay moco en las cacas de gato, el minino podría tener una inflamación del intestino grueso.
  • Hilos: los hilos blancos en las heces de gato pueden ser pelos o gusanos. Ambos casos debe examinarlos el veterinario para tratar la causa, como una infestación parasitaria o una alergia.

Las cacas de gato son marrones porque la vesícula biliar libera bilis, que contiene bilirrubina, un pigmento amarillo.

Es normal que el color de los excrementos de gato varíe de vez en cuando. Sin embargo, los cambios de color radicales se deben examinar, especialmente si las heces presentan estos colores:

  • Amarillo: posible signo de pancreatitis o problemas hepáticos
  • Rojo: signo de hemorragias en el tracto gastrointestinal inferior
  • Negro (melena): con frecuencia, consecuencia de hemorragias en el tracto gastrointestinal superior

Aspecto de las cacas de gato normales

De forma similar a la escala de Bristol para evaluar las heces humanas, los veterinarios pueden clasificar la consistencia de los excrementos de gato con una escala numérica. El nivel uno corresponde a heces muy duras, mientras que el siete equivale a heces muy líquidas.

¿Cómo son las cacas de gato normales?

Unas cacas de gato normales y sanas deben ser marrones. La consistencia debe ser compacta, ni demasiado blanda ni demasiado dura.

¿Por qué huelen tan mal las cacas de gato?

Que las heces apestan es un hecho en casi todos los mamíferos. Esto se debe a la expulsión normal de gases de digestión y productos de fermentación.

No obstante, si el hedor es insoportable o el gato presenta otras alteraciones fecales, deberías comentárselo al veterinario.

Cacas de gato
Las heces de gato deben tener una buena forma y ser marrones y ligeramente húmedas.

Hechos sobre las caquitas felinas

Para poder reaccionar a tiempo a los problemas digestivos, es importante conocer ciertos aspectos generales sobre las cacas de gato y el comportamiento de defecación felino.

¿Cuántas veces hace caca un gato al día?

Los gatos deben hacer caca todos los días, ya que la comida viaja por el aparato gastrointestinal durante un día.

Sin embargo, aquí hay varios factores que influyen, por lo que a veces tarda un poco más. Por ejemplo, la cantidad y el tipo de comida son aspectos decisivos.

Composición de las heces

La composición de las cacas de gato depende de qué come el gato y cuánta agua bebe.

Lo ideal sería que las cacas contuvieran más de un 75 por ciento de agua. El resto de sustancia seca está compuesto por un 80 por ciento de sustancias orgánicas. Estas pueden ser bacterias, ingredientes indigestos (p. ej., fibras alimentarias), secreciones biliares (p. ej., ácidos biliares) y células epiteliales intestinales expulsadas.

¿Cada cuánto se cambia el arenero del gato?

La arena se debe renovar por completo al menos una vez por semana. Si tienes varios gatos o tu gato tiene problemas digestivos, deberías cambiar el arenero más a menudo.

Además, por motivos de higiene es importante retirar las cacas de gato a diario del arenero.

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