Scottish terrier (scottie)

Scottie

Un bigote elegante, unas orejas grandes y un cuerpo compacto sobre unas patas cortas caracterizan la silueta típica de este pequeño perro de Escocia. El aspecto único en relación con el carácter carismático ha hecho que los aficionados a esta raza crezcan con rapidez. En la actualidad, el scottish terrier (también conocido como terrier escocés o scottie) es un perro de familia y de ciudad muy popular.

Aspecto

Un scottish terrier con un pelaje cuidado es fácil de distinguir a simple vista, pues los paticortos, con un peso de unos 10 kilos y una altura a la cruz de 28 centímetros, destacan por su aspecto inolvidable: las orejas puntiagudas están posicionadas sobre una cabeza, bastante alargada en comparación al cuerpo, con una barba llamativa que le da una expresión algo malhumorada. Tiene un cuerpo compacto y musculoso y lleva la cola erguida. El subpelo suave y denso en combinación con el pelo superior, áspero y con textura de alambre, forma un pelaje resistente al agua. La mayoría de los scottish terrier son negros, no obstante, también hay representantes de esta raza atigrados o de color trigo.

Origen

El scottish terrier, junto con el estrechamente relacionado skye terrier, el west highland white terrier y el cairn terrier, pertenece a las cuatro razas de terrier de Escocia. A pesar de la impresión tradicional que da el scottie debido a su aspecto, el origen de esta raza se remonta a tan solo unos 150 años atrás. Lo más probable es que los antepasados de los scotties actuales procedieran de la zona que rodea el condado de Perthshire y las Tierras Altas de Escocia, pero no tuvieran mucha similitud con el estándar actual. Sus cuidadores de aquel entonces estaban sobre todo interesados en sus habilidades de caza: los musculosos terrier de dientes fuertes se empleaban para cazar zorros, tejones y nutrias. Se supone que tenían las patas más largas que los scottish terrier de hoy en día.

Un perro de moda

Las raíces del moderno terrier escocés se remontan a mediados del siglo XIX, donde se criaba en Aberdeen, Escocia. Por lo que, al principio, la raza también se denominaba aberdeen terrier. En 1879, estos canes participaron por primera vez en una exposición canina y pronto se hicieron famosos también fuera de su país de origen. Sobre todo, en los años 20 y 30 del siglo XX, el terrier escocés negro se convirtió en un popular perro de moda. Incluso en la Casa Blanca habitaron unos cuantos representantes de la raza gracias a varios presidentes de Estados Unidos: la familia de Franklin D. Roosevelt vivió junto con su querida perra Fala. La terrier escocesa Barney y la Srta. Beazley residieron allí con el presidente George W. Bush a principios del siglo XXI.

Hoy en día, los terrier escoceses no se ven con mucha frecuencia en las calles, pero la raza aún disfruta de un pequeño pero leal club de fans. Los scottish terrier son más comunes en su país de origen oficial, Gran Bretaña, así como en Estados Unidos.

Carácter del scottie

El scottish terrier es un perro noble y equilibrado que siempre se mantiene leal a su familia. A los desconocidos, en cambio, no los aprecia tanto y mantiene las distancias. Esto se aplica también a los canes desconocidos, sin embargo, es menos peleón que los demás terrier. Este valiente cuadrúpedo protege su territorio, pero no tiende a ladrar mucho. El scottie no pierde la calma con facilidad y pertenece a las razas de terrier más relajadas. No obstante, siempre está en movimiento y no le gusta estar solo. Lo que sí puede alterar a este perro, que en sus inicios se criaba para cazar, es una presa potencial: recuerda que en el fondo tiene un impulso cazador y por eso debes llevarlo siempre con correa.

Educación para terriers

Como es común en otras razas, en los terrier también se aplica lo siguiente: la consecuencia es la clave para el éxito. Pero también debes ser consciente de que incluso el scottish terrier mejor educado nunca será sumiso. Incluso cuando ponga a prueba tu paciencia, nunca lo presiones ni seas duro con él. Motiva siempre a tu cuadrúpedo y mantén las reglas establecidas, así el terrier escocés también se deja educar por principiantes dispuestos a aprender.

Debido a la tozudez de esta raza, el adiestramiento puede requerir un poco más de tiempo y la personalidad terrier saldrá a la luz con frecuencia. Lo importante es trabajar en equipo. Es conveniente que estos canes asistan a una escuela para cachorros y más adelante a una para perros. El contacto con otros cuadrúpedos, así como una temprana impronta y socialización en la casa del criador, evitarán que tu peludo se convierta en un can solitario.

Scottish terrier

Una raza robusta

La osteopatía craneomandibular, una enfermedad ósea hereditaria, es más común en algunas líneas. El riesgo de padecer esta dolencia, así como el calambre del scottie (una alteración similar a un ataque de la coordinación del movimiento) puede reducirse mucho mediante la cría responsable.

Los terrier escoceses mayores son más propensos que otras razas a desarrollar cáncer de vejiga. Los machos tienden a tener la próstata agrandada, aunque los efectos de esto suelen ser insignificantes, eso sí, los perros afectados deben ser revisados con regularidad. Cabe señalar también que, a una edad avanzada, la raza tiende a tener valores hepáticos elevados a pesar de que, en muchos casos, no haya ninguna enfermedad hepática. Por lo tanto, los canes afectados tienen una esperanza de vida normal. Todavía no se ha determinado con certeza la causa de este desajuste de los valores, pero se sospecha que se trata de un trastorno enzimático.

En general, la raza scottish terrier es muy robusta y, con suficiente ejercicio y una alimentación sana, puede llegar a tener más de doce años.

Alimentación para el scottish terrier

Los compactos terrier escoceses tienden al sobrepeso, por lo que es muy importante que tengan una alimentación de buena calidad que les proporcione todo lo que necesitan. Independientemente de que sea pienso o comida húmeda, elige un alimento para perros con mucha proteína de alta calidad. Por lo tanto, debes evitar la comida con rellenos baratos como los cereales, porque estos hacen que la sensación de saciedad del cuadrúpedo dure muy poco y a menudo provoque intolerancias.

Lo mejor es que, cuando el scottie llegue por primera vez a tu casa, durante unos días le sigas dando el pienso al que está acostumbrado. Una vez el can se sienta como en casa puedes hacer un cambio de alimentación. Es importante que este lo realices con calma: mezcla cada día un poco más de la comida nueva con la habitual. No te excedas con los snacks: si quieres recompensar a tu peludo con una golosina, lo mejor es que uses croquetas del pienso de su ración diaria. Los snacks para la higiene dental o los artículos para masticar, así como una ración de carne de vacuno de vez en cuando, son manjares saludables que además apoyan el cuidado de los dientes. Por supuesto que a tu scottish terrier no le puede faltar agua fresca.

Cuidados

Como en muchas otras razas de perro, el pelaje de los scotties también ha cambiado bastante a lo largo de las décadas y ahora requiere muchos más cuidados que sus antecesores cazadores. Es necesario recortar el denso pelaje para darle forma al menos cada tres meses. Esto es importante porque los terrier escoceses no mudan el pelo, por lo que necesitan de ayuda humana para liberarse de los pelos muertos. Es mejor que, las primeras veces, sea un profesional, lo ideal sería que fuera un peluquero canino familiarizado con los scotties quien corte el pelo de tu scottish terrier. Después de haber observado bien y saber cuál es el resultado deseado, los cuidadores de perros que estén dispuestos a aprender pueden intentarlo con paciencia y atención.

Además, debes peinar a tu peludo varias veces a la semana: cepíllalo primero por completo y luego pasa de nuevo un peine. Sobre todo, debajo de las axilas y en las patas traseras, pues ahí tienden a formarse nudos. Para que tu cuadrúpedo disfrute de estos rituales de cuidados es conveniente acostumbrarlo desde cachorro al peinado y cepillado regular. En caso de que sea necesario bañarlo, asegúrate de usar un champú especial para perros y que el peludo esté completamente seco antes de salir, sobre todo en épocas de frío. Por cierto, el scottish terrier es de los perros que casi no sueltan pelo. La higiene dental también es importante para el bienestar de tu can: algunos de los que tienen un scottie los acostumbran desde cachorros a los cuidados dentales diarios con un cepillo y pasta dental para perros, evitando así la formación de sarro.

Ejercicio para patas cortas

El scottish terrier sale a pasear con muchas ganas, pero no tiene ambición deportiva. Además, a medio plazo, sus patas cortas serían un problema. No obstante, le encanta descubrir la naturaleza y no es de quedarse echado en el sofá. El deporte también es posible, si ambos lo disfrutan: un circuito agility adaptado a su tamaño o las salidas a correr (solo cuando ya está totalmente desarrollado) son buenas opciones para mantener en forma a este pequeño can, que bajo su pelaje esconde muchos músculos. El obediencie también puede ser un buen entretenimiento para algunos equipos de humano y scottie. Además, a los perros de esta raza les encantan los juguetes y los juegos en general, sobre todo, los de búsqueda.

Scottish terrier

Equipamiento para el scottish terrier

Antes de la llegada de tu nuevo compañero canino deberías prepararlo todo en su futuro hogar. Esto incluye el equipamiento básico: hazte con comederos y bebederos fáciles de limpiar, así como con mantas y camas cómodas. Tampoco puede faltar un arnés o collar adecuado al tamaño del can, una correa para las salidas diarias y, si es el caso, una correa de rastreo para los entrenamientos. Para las salidas en coche es importante que el perro vaya seguro, ya sea con un transportín o con cinturones de seguridad o rejas. Los cubreasientos para el coche también pueden resultar útiles.

Claro que tampoco pueden faltar algunos utensilios para los cuidados: ten siempre a mano un cepillo y peine para el can y un champú para perros, así como una pinza quitagarrapatas y un cortaúñas. Hay muchos juguetes con los que puedes hacer feliz a tu peludo, no solo cuando es joven. Por cierto, dado que el terrier escocés es, junto a las vacas de las tierras altas, el símbolo de Escocia, hay numerosos accesorios divertidos y bonitos con este perro que a los fans de los scotties les encantan: desde joyas o camisetas con la típica silueta hasta originales galletas de mantequilla escocesas en forma de scottish terrier.

Tener un scottish terrier

Este can seguro de sí mismo es ideal para personas que aceptan su cabezonería y la encauzan por el camino correcto. Se siente a gusto tanto en la ciudad como en el campo, por lo que también puede tenerse en un piso. Esta raza es adecuada para principiantes, no obstante, es importante estar preparado con consejos sobre la educación especial para los terrier. Es un compañero ideal tanto para familias como para personas solteras, jóvenes o mayores. Sin embargo, tienden a crear un vínculo especial con una sola persona.

Para los niños que lo tratan con respeto y dejan que se retire cuando lo desea es un compañero de juegos entregado. No obstante, hay que tener en cuenta que esta raza no es una elección correcta cuando lo que se busca es un cuadrúpedo mimoso y con necesidad de agradar. Solo aquellos que lo aprecian por las cualidades típicas del terrier deben hacerse con uno de estos canes. La convivencia con otros animales domésticos, como gatos o cobayas solo será un éxito si se acostumbran poco a poco. Lo ideal sería que el scottie se habitúe a la presencia de estas especies desde cachorro. Por cierto: si te vas de viaje, el terrier escocés es un muy buen compañero para muchos destinos vacacionales como, por ejemplo, las excursiones de senderismo. Además, muchos hoteles ya aceptan perros bien educados.

Encontrar un criador

Si quieres tener un cachorro scottie debes acudir a un criador serio. Solo aquí tienes la seguridad de que tu futuro peludo sea un terrier escocés de verdad. El requisito básico para criar con dedicación y conocimiento es ser miembro de una asociación o club de cría. Cruzar dos perros de la raza escocés terrier no es lo único que se necesita. Más bien, se requieren muchos conocimientos sobre la salud de la raza, el tipo y el carácter para lograr el objetivo de cría. Como mínimo a las ocho semanas tu peludo estará listo para mudarse a su nuevo hogar. En general debería tener un pasaporte para animales domésticos y chip, estar desparasitado e inmunizado. Recuerda cumplir las actualizaciones de las vacunas.

Si estás buscando un scottie mayor puedes probar suerte en la protectora de animales local. De vez en cuando tienen scottish terrier que han perdido su hogar por diversas razones y que buscan uno nuevo. En internet también puedes encontrar organizaciones de varios países que están especializadas en la mediación de terrier escoceses en apuros. Los buscadores online te serán de gran ayuda.

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