Los gatos son, por naturaleza, animales muy aseados. Las primeras señales de advertencia sobre problemas de salud físicos o psicológicos serios aparecen con la falta de higiene de los gatos, por ejemplo, cuando tu gato deja de utilizar correctamente su bandeja higiénica o no se limpia lo suficiente.
El desaseo de los gatos se manifiesta de diversas maneras. No se puede pasar por alto el hecho de que tu minino haga sus necesidades fuera del arenero; tampoco cuando apenas se limpia o si, por el contrario, lo hace de manera muy frecuente, ya que pueden ser signos de una enfermedad física o mental significativa.
Visita al veterinario
Si tu minino muestra unos hábitos de limpieza o una falta de higiene atípicos, lo primero que se debería hacer es acudir al veterinario. Este lo podrá examinar en profundidad con el fin de excluir causas físicas. La limpieza excesiva puede ser consecuencia de alergias, así como un síntoma común de parásitos. Una mala higiene a veces se puede producir debido a la cistitis u otros tipos de infecciones. Sin embargo, si tu gato presenta un buen estado de salud, se tendrán que investigar otras causas.
¿Marcaje o falta de higiene?
En los machos, el desaseo a veces se confunde con el marcaje, y viceversa. Entonces, ¿cómo es posible reconocer si nos encontramos ante un caso en el que el gato está marcando territorio o si se trata de falta de higiene?
Observa a tu minino haciendo sus necesidades donde no debe. Reconocerás si tu gato está marcando territorio cuando orine de pie hacia la parte posterior del cuerpo con la cola estirada y temblorosa. Gran parte de los felinos machos que no se han castrado marcan. Sin embargo, las hembras también lo hacen cuando están en celo o antes de que se les esterilice. Las hormonas no siempre determinan el marcaje. A menudo el felino solo desea marcar su territorio, por ejemplo, cuando convive con otros gatos o animales en casa.
No obstante, si tu minino se pone de cuclillas cuando hace sus necesidades, se trata de falta de aseo.
Falta de higiene
¿Qué es lo que sucede para que los gatos, siendo animales tan higiénicos, dejen de serlo? Si no existen causas físicas y el veterinario da la luz verde, el desaseo a menudo indica estrés crónico. Ten en cuenta que el felino no adquiere ese comportamiento con el propósito de molestarte. En muchas ocasiones, los gatos simplemente no entienden que orinar en determinados lugares no es plato de buen gusto para los humanos, pero, a menudo, no tienen otra forma de expresarse. Castigar a tu gato, regañarle o incluso acercar su hocico hacia la orina solo generará más estrés y pondrá en marcha un círculo vicioso. El gato se sentirá bajo mayor presión y su problema con la falta de higiene se intensificará… Es mejor que inviertas tus energías en investigar sobre la raíz del problema.
El desaseo se encuentra muchas veces ligado a unas condiciones de vida inapropiadas. ¿Es posible que hayas acogido a un gato joven del campo, pero que no puedas ofrecerle un compañero felino, acceso al jardín u opciones para entretenerlo? ¿O tal vez trabajas mucho y tu minino se encuentra solo todo el día? O también puede que se haya producido un cambio significativo en la vida de tu gato, como una mudanza, una nueva pareja o la llegada de un bebé. Quizá has colocado el arenero en un lugar inapropiado y tu gato se siente inseguro para acceder a esa habitación, o los otros compañeros felinos no le dejan hacer sus necesidades en paz y tranquilidad.
Hábitos de limpieza
La higiene, al igual que dormir, es una parte esencial de la vida cotidiana de tu gato. Los felinos son animales muy limpios, emplean su lengua para quitarse los pelos sueltos que hay en su pelaje, así como la hierba, las hojas o la suciedad acumulada, por ejemplo, después de utilizar el arenero. Una higiene escasa o excesiva puede ser signo de una alteración de estos hábitos de limpieza.
El carácter de tu gato se define por el tiempo y la intensidad que dedica a su cuidado corporal. No obstante, existe motivo de preocupación si tu minino cambia su rutina de limpieza de repente.
El término «over-grooming» hace referencia al inicio repentino de hábitos de limpieza exagerados. Muchas veces las personas solo se dan cuenta de que algo no marcha bien cuando distinguen zonas sin pelo en el abdomen, en la parte interna de los muslos, en la base de la cola o en otras áreas. Una higiene excesiva puede tener diferentes motivos físicos o psicológicos. Si tu veterinario no puede identificar un problema de salud relacionado, como una alergia general o alimentaria, deberías considerar el estrés como una posible causa.
El mismo enfoque se puede aplicar a la falta de higiene. Si tu gato ha dejado de asearse después de utilizar el arenero, puede deberse a su edad avanzada o a una infección bucal. Sin embargo, no deben descartarse los problemas de estrés crónico o ansiedad.
Asimismo, observa con detalle las condiciones de vida que tiene tu gato. ¿Duerme lo suficiente y se le ve ejercitado? O, por el contrario, ¿tienes la impresión de que se encuentra estresado, en especial con la presencia de nuevos miembros de la familia o en un momento concreto del día? O tal vez tu gato mayor ya no descansa debido a la llegada de un nuevo gatito a casa.
Visita al especialista
Si pese a tus mejores intenciones eres incapaz de encontrar el motivo por el que tu gato está inquieto, marca, no mantiene su aseo o se limpia de forma excesiva, pueden ser útiles los llamados «terapeutas felinos» o «psicólogos felinos». Estos especialistas han estudiado con detenimiento el comportamiento felino y pueden actuar como intermediarios entre el gato y el dueño y solucionar los malentendidos.