Cuando un gato no tiene suficientes glóbulos rojos, sufre anemia. Esta enfermedad puede tener consecuencias funestas para los gatos. Por eso, es importante entenderla y tomársela en serio. En este artículo te lo explicamos todo sobre la anemia en gatos y qué necesitan los mininos para recuperarse.
Anemia en gatos

© Alexandra / stock.adobe.com
La anemia en gatos suele manifestarse con cansancio, apatía y extremidades frías.
¿Es muy peligrosa?
Los eritrocitos (glóbulos rojos) transportan oxígeno vital a las células de todos los órganos. Cuando hay anemia, el número de eritrocitos en sangre es reducido. Esto significa que el gato tiene poco oxígeno.
¿Qué pasa si no se trata?
El aporte de oxígeno a los órganos es la base de una vida sana. Si el transporte de oxígeno es limitado debido a una anemia felina, los daños pueden ser considerables. En el peor de los casos, podría ser mortal.
Por eso, la anemia en gatos siempre se debe tomar en serio y tratarse lo antes posible.
¿Qué gatos son más propensos?
En general, cualquier raza de gato puede contraer anemia. Esto se debe a que hay muchas enfermedades o heridas que pueden provocarla.
Un gato con anemia tiene menos energía que uno sano debido al nivel de oxígeno reducido en sangre. Además, una anemia en gatos se manifiesta con estos otros síntomas:
- Los gatos afectados suelen estar apáticos y duermen más de lo normal.
- Además, es habitual que se les enfríen gradualmente las orejas y las extremidades.
- Para compensar este déficit, el corazón del gato aumenta su función de bombeo (taquicardia). Esto hace que puedas sentir el pulso del gato más intensamente.
Síntomas en función de la causa
Además de los síntomas generales de una anemia, el gato puede presentar otras dolencias. Estas dependen en gran medida de la enfermedad subyacente que esté provocando la anemia.
Por ejemplo, una intoxicación puede ir acompañada de fuertes vómitos. En cambio, una enfermedad renal puede ocasionar un comportamiento urinario alterado y mucha sed.
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
Si tu gato se comporta diferente, no dudes en pedir ayuda. Cuanto antes lo lleves al veterinario, antes podrás ayudarlo. Así pues, no esperes y ve sobre seguro.
den allgemeinen Anzeichen einer Anämie kann es vorkommen, dass Ihre Katze weitere Beschwerden zeigt. Diese hängen maßgeblich von der Grunderkrankung ab, die Auslöser für die Blutarmut ist.
Während zum Beispiel eine Vergiftung mit starkem Erbrechen einhergehen kann, kann eine Nierenkrankheit zu einem veränderten Urinierverhalten und starkem Durst führen.
Wann sollte ich zum Tierarzt?
Verhält Ihre Katze sich anders als sonst, sollten Sie nicht zögern und Hilfe suchen. Je eher Sie Ihren Tierarzt aufsuchen, desto schneller können Sie Ihrer Katze helfen. Warten Sie also nicht, sondern gehen Sie auf Nummer sicher.
El veterinario puede detectar la anemia en gatos con varias pruebas, algunas de las cuales ayudan a delimitar la causa.
Tiempo de relleno capilar
En primer lugar, el veterinario comprueba el tiempo de relleno capilar en las mucosas del gato, como en la boca. Para ello, presiona la encía y retira del dedo de golpe. Ahora se puede ver una mancha blanca en la mucosa.
En este momento, el veterinario cuenta el tiempo que tarda la mucosa en rellenar el tejido con sangre. Si son más de dos segundos, el gato podría tener anemia.
Análisis de sangre
Un análisis de sangre ofrece información sobre la composición de la sangre y posibles causantes de una anemia.
La anemia aparece cuando la concentración de eritrocitos es baja con un hematocrito normal (proporción de glóbulos rojos en sangre).
Los veterinarios distinguen entre dos formas de anemia:
- Anemia regenerativa: el número de reticulocitos —glóbulos rojos inmaduros formados en la médula ósea— es elevado, por encima de 40 000 µl (microlitros).
- Anemia no regenerativa: el número total de reticulocitos es reducido, por debajo de 40 000 µl.
Examinando un frotis sanguíneo bajo el microscopio, el veterinario puede sacar más conclusiones y delimitar la forma de la anemia:
- Anemia normocítica normocrómica: esta forma de anemia en gatos es la más frecuente y suele ir acompañada de una anemia no regenerativa. Los eritrocitos tienen un color y tamaño normales.
- Anemia microcítica (hipocrómica): en esta forma, los eritrocitos son más pequeños y pálidos de lo normal.
- Anemia macrocítica: la anemia macrocítica va acompañada de un engrosamiento de los eritrocitos. En la mayoría de casos, presentan un color más intenso.
Otras pruebas
Con la anemia felina es importante hallar la enfermedad subyacente que la está causando. Para ello, el veterinario realiza más pruebas, p. ej., métodos de imagen como ecografías o radiografías.
Como hay incontables causas que pueden provocar una anemia en gatos, no existe un tratamiento generalizado.
En función de la situación, se pueden administrar medicamentos para aliviar los síntomas, como antiinflamatorios y analgésicos. En casos graves, puede ser necesaria una transfusión de sangre.
Transfusión de sangre
Si hay que hacer una transfusión de sangre a un gato con anemia, primero hay que averiguar su grupo sanguíneo. Si el veterinario ha encontrado una donación de sangre apta, la transfunde con un kit de transfusión sanguínea a la vena del gato enfermo.

© yurolaitsalbert / stock.adobe.co
Existen numerosas causas que pueden desencadenar una anemia en gatos. Básicamente, los veterinarios distinguen entre anemia regenerativa y no regenerativa.
Anemia regenerativa
Se habla de anemia regenerativa cuando la médula ósea sigue activa y produciendo eritrocitos, pero estos se descomponen más rápido o se pierden. Esto puede tener varias causas.
Hemorragia
Si tu gato pierde mucha sangre, tiene anemia. Esto puede suceder, entre otras cosas, por:
- Hemorragias gastrointestinales provocadas por parásitos o un tumor intestinal
- Trastornos de coagulación
- Lesiones (traumatismos) y rupturas de vasos sanguíneos
- Intoxicación por cumarina, por ejemplo, presente en el veneno para ratas
Hemólisis
En una hemólisis se produce una desintegración de los eritrocitos a consecuencia de la destrucción de la membrana celular. Aquí figura, por ejemplo, la anemia hemolítica inmunitaria, que es más frecuente en perros. El cuerpo produce anticuerpos contra los eritrocitos propios, por lo que se destruyen antes.
Esto puede tener una causa idiopática o ser consecuencia de otras enfermedades subyacentes, como:
- Enfermedades inflamatorias, como la poliartritis o la nefritis
- Enfermedades infecciosas, como el VLFe/VIF o la PIF
- Medicamentos como el metimazol y toxinas como las cebollas o los anticongelantes
- Tumores, como linfomas o leucemia
Anemia no regenerativa
No regenerativa significa que la médula ósea ha dejado de fabricar eritrocitos. Las causas pueden ser estas, entre otras:
Enfermedades de la médula ósea
Ciertos catalizadores pueden dañar la médula ósea, que es responsable de la producción de nuevos eritrocitos.
Estos pueden ser:
- Ciertos medicamentos o venenos
- Radiación ionizante
- Infecciones, como el VLFe o el parvovirus
- Síndrome mielodisplásico
Enfermedades extramedulares
Si la causa se halla fuera de la médula ósea, se trata de una enfermedad extramedular. Los desencadenantes típicos son enfermedades crónicas, como:
- Infecciones
- Enfermedades renales y hepáticas
- Tumores
Con una anemia en gatos, el pronóstico depende de la magnitud de la anemia y de la enfermedad subyacente. Es importante saber que una visita temprana al veterinario puede mejorar las probabilidades de curación.
¿Hay que sacrificar a un gato anémico?
La eutanasia en gatos enfermos es el último recurso y solo se contempla si el sufrimiento del animal es excesivo. Si el veterinario plantea esta opción, te asesorará sobre el tema ampliamente.
En el magazine de gatos de zooplus encontrarás más información sobre la eutanasia.
Prevención: ¿se puede evitar?
No siempre es posible evitar la anemia en gatos. Por ejemplo, los gatos de exterior siempre están expuestos al peligro de sufrir un atropello.
No obstante, con los chequeos regulares en el veterinario se pueden detectar y tratar enfermedades a tiempo. Además, una alimentación sana y suficiente ejercicio contribuyen al buen estado de salud del gato.