Comprar gatos en un criadero
Si estás interesado en una raza específica o quizás quieras empezar a criar gatos tú mismo, lo mejor es acudir a un criador. Aquí sabes lo que vas a recibir pues los gatos de raza son mucho más que su apariencia física. La cría va enfocada también hacia el carácter: las razas orientales se consideran comunicativas y vivaces mientras que el british shorthair tiene un temperamento calmado.
Antes de elegir al felino adecuado tienes que elegir al criador. Evita a los meros «multiplicadores» de gatos pues su prioridad son las ganancias. Estas crías suelen entregarse como gatos de raza «sin papeles» y suelen ser más baratos que los de criadores profesionales, al final estas ofertas tienen un alto precio. Después de aparear a dos minios al azar, el cuidado de salud, la alimentación adecuada y la sociabilización de cada animal por individual a menudo se dejan de lado. A esto se le suma el hecho de que los «multiplicadores» suelen ofrecer razas diferentes y administrar varias camadas a la vez. Esto significa que la selección es mayor y el bienestar de cada bigotudo suele ser ignorado. A menudo se dan camadas no deseadas, enfermedades hereditarias a raíz de los pocos conocimientos sobre genética, problemas de salud y una sociabilización deficiente, lo que puede causar problemas de comportamiento.
Al contrario, para un criador profesional el bienestar de sus animales y la continuidad de la raza son de vital importancia. Dado que las vacunas pertinentes, las visitas veterinarias, la comida adecuada para cada raza y la afiliación a un club de cría son costosos, además de que el criador cuida de sus animales todo el día, los gatos de raza de profesionales a menudo son más caros que los «sin papeles». Por regla general el precio es justificado, además, tendrás la seguridad de tener un gatito saludable y de carácter sólido.
¿Cómo se distingue a un criador responsable? Lo primordial es que un criador serio es miembro de un club de cría, al fin y al cabo, está continuando con la estructuración de la raza. Las normativas para la reproducción pueden parecer laicas, pero aseguran la continuidad de la raza. Los papeles son la única prueba de que realmente estás comprando un gato de raza, y estos documentos solo los puede obtener el criador siendo miembro de una asociación de criadores de gatos.
Si el criador quiere ofrecerle a cada uno de sus gatos y gatitos, a los progenitores e incluso a los castrados toda la atención que se merecen, esto solo es posible al tener un número limitado de camadas y de animales reproductores. Una camada, como mucho dos, por año y por gata apoya la salud del animal. A veces es necesaria una pausa en la cría para que la gata madre pueda recuperarse. Esto significa que es posible que tengas que esperar varias semanas o incluso meses hasta que el criador de tu elección pueda entregarte a tu gatito.
La cría de gatos requiere mucho tiempo y dedicación, por eso los criadores tienen a sus animales vinculados a la familia. Al fin y al cabo, los gatitos deberían tener una buena relación con los humanos y con otros animales. Esto hace que el criador pueda darte información detallada sobre el carácter de tu futuro gato. También es posible que puedas conocer a la madre y en algunos casos al padre, para tener una idea de cómo se desarrollará tu minino en un futuro.