Por qué no es una buena idea regalar un gato para Navidad

regalar un gato para Navidad

¿Tus hijos han pedido un gato a los Reyes Magos? ¿O tu pareja piensa que los gatitos son adorables? Entonces seguro que se te ha pasado por la mente regalar un gato para Navidad. ¡No es una buena idea! Te contamos por qué no es conveniente regalar un gato para Navidad.

6 razones por las que un gato no es un buen regalo de Navidad

  • La responsabilidad no se puede regalar

Por supuesto que un gatito es, antes que nada, ¡adorable! Pero tener un gato conlleva una responsabilidad que dura de 15 a 20 años. Antes de adquirir un gato es necesario aclarar las siguientes preguntas:

  • ¿Están todos los miembros de la familia de acuerdo con la llegada de un minino al hogar?
  • ¿Será un gato de interior o de exterior?
  • Los gatos de interior no deben tenerse solos. ¿Es factible para ti tener dos felinos en casa?
  • ¿Tienes los recursos económicos suficientes para cubrir los gastos corrientes, además de unos ahorros para pagar las facturas del veterinario?
  • ¿No te supone dificultad alguna eliminar los pelos muertos y la suciedad de tu nuevo bigotudo?
  • ¿Algún miembro de la familia es alérgico a los pelos de gato?
  • ¿Quién limpiará el arenero?
  • ¿Tienes paciencia y tiempo para ocuparte de la educación del felino?

Cuando los adultos quieren darles una alegría a sus pequeños regalándoles un gato deben aclarar con anterioridad todas estas preguntas. A pesar de que los niños pueden aprender a asumir responsabilidades con un animal doméstico, son los adultos lo que están a cargo del bienestar de este.

  • Las malas experiencias de las protectoras de animales

¿Adoptar un gato de una protectora en Navidad? Muchas protectoras de animales se niegan a esto y no permiten que se adopten animales desde mediados de diciembre hasta que pasen las fiestas. Esto se debe a que han tenido malas experiencias, pues muchos de los animales adoptados antes y durante las Navidades terminan de nuevo en las protectoras unas pocas semanas después. Demasiado agotador, demasiado arisco, demasiado caro… Estos motivos hacen suponer que muchos no se lo han pensado bien antes de adquirir o regalar un gato para Navidad. Si de verdad quieres tener un gatito seguro que puedes esperar a hacerlo unos días después de las Navidades.

  • Un animal nunca es una buena sorpresa

Está claro que tener un adorable gatito entre los regalos es una gran atracción para la vista. Pero los amantes de los animales rechazan esto. Un nuevo miembro de la familia debe ser recibido con calma. Los niños deben tener claras una serie de reglas entorno al trato con el minino. Los primeros encuentros deben desarrollarse en un entorno tranquilo.

  • El ajetreo de las fiestas

Hablando de tranquilidad, de esta hay poco durante las fiestas de Navidad. Visitas de parientes, villancicos y abrir regalos es lo que está a la orden del día. El ajetreo típico de las fiestas no ayuda a que los primeros días en el nuevo hogar de un gatito o de un gato adulto sean fáciles. Cuando nadie está pendiente, el felino puede escalar el árbol de Navidad o acomodarse en el portal de Belén. Y es que, durante las Navidades, hay muchos peligros acechando a los aventureros bigotudos. Si quieres tener un gato es mejor que esperes a que pasen las fiestas para adoptarlo.

regalar un gato para Navidad
  • Es mejor poder elegir el gatito uno mismo

Es verdad que los niños se alegran con cualquier gato. Pero también puede ser enriquecedor que participen en la elección del felino que formará parte de la familia. Puedes visitar el criadero o la protectora de animales con los niños mayores para poder elegir qué minino es el más adecuado. Cuando los niños están involucrados en este proceso desde el principio, aprenden la responsabilidad que supone tener un animal doméstico. Para los adultos también se aplica lo siguiente: no solo deben elegir conscientemente al animal, sino además deben poder elegir el compañero felino específico que vivirá con ellos.

  • Los gatos son miembros de la familia

A los animales no se les debe regalar como si fueran objetos. Ya sea un mimoso gatito o uno más arisco: todo bigotudo trae su propia personalidad a la vida familiar. Si tienes hijos que quieren tener un minino debes explicarles por qué no es bueno regalar un gato por Navidad, que los miembros de la familia no se pueden regalar. De esta forma, hasta los más pequeños aprender a respetar a los felinos. Habla con tus hijos ya antes de las fiestas para que no se hagan falsas expectativas.

Regalar un gato por Navidad: excepciones

Durante la época de las Navidades toda la familia está unida y muchas personas tienen vacaciones. Entonces, si un miembro de la familia quiere tener un gato y todos los demás están de acuerdo ¿es o no es un regalo adecuado? ¡Mejor espera a que pasen los días de fiesta! Los verdaderos amantes de los gatos tienen paciencia y no consideran que sus mininos sean regalos. Lo mejor es aumentar la expectativa mediante regalos sobre o para el futuro bigotudo.

Alternativas a regalar un gato en Navidad

Libros o tarjetas de regalo

Si tienes planes de adquirir un gato en un futuro cercano puedes hacerles una alegría a los amantes de los gatos de tu familia o a tu entorno cercano con sorpresas por Navidad sobre este. ¿Qué tal regalar una confortable cama para gatos o un vale regalo? También puedes preparar a los niños para la llegada del minino con un libro sobre gatos adecuado para su edad. Además, se dice que la anticipación es la mejor alegría.

No regales un animal

¿Tu hijo quiere un gato y no puedes otorgarle ese deseo en un futuro próximo? Los animales de peluche solo son una buena alternativa para los más pequeños. Los niños más grandes estarán aún más decepcionados. Explícale a tu hijo por qué, independientemente de que sea Navidad, no puedes o quieres tener un gato. Juntos podéis buscar una alternativa. Quizás haya una protectora de animales cerca en las que se puedan hacer voluntariados para niños o jóvenes. De esta manera, los jóvenes amantes de los gatos pueden dedicarse a cuidar perros o gatos necesitados.

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