Socializar a un gatito

socializar a un gatito

Los sonidos y los olores desconocidos, los extraños y otros animales, los ruidos de los electrodomésticos… Hay muchas cosas a las que tiene que acostumbrarse un gato al principio. Te contamos cómo socializar a un gatito de la mejor manera y facilitarle el periodo de aclimatación.

Cuando un minino llega a su nuevo hogar es un evento emocionante para todos los implicados, no solo para los nuevos cuidadores, sino también para el propio gato, que tiene que acostumbrarse a un nuevo entorno, a las personas desconocidas y a una rutina nueva. La forma en que el gato se adapte a su familia y a los otros animales y cómo reacciona a eventos inusuales en un futuro depende de lo bien socializado que esté. Pero ¿qué significa esto? ¿Cómo y a qué edad se puede socializar a un gatito? ¿Se puede socializar a un gato mayor?

¿Qué significa socializar a un gatito?

En general, el término socialización describe el proceso de la adaptación a la comunidad y la adopción de ciertos requisitos de comportamiento. Esto para un gato significa que tiene que aprender a que puede confiar en su nueva familia humana y que las personas desconocidas y los animales no suponen ningún peligro. Descubre que los niños pequeños a veces son ruidosos, que los electrodomésticos emiten sonidos extraños y que ir dentro de un transportín durante los trayectos en coche es normal. Aprende dónde está la comida, a usar el arenero y dónde está el límite para que el jugar y desfogarse no se vuelva demasiado agresivo y se haga daño. Todo esto lo asimila el gatito, en el mejor de los casos durante sus primeros tres meses de vida. Cuanto antes esté en contacto con diferentes personas, animales, sonidos y olores, más positivo será el primer contacto y más relajado estará el minino en el futuro.

La importancia de socializar a un gatito

Los gatos que no han sido socializados de forma adecuada pueden desarrollar problemas de comportamiento más tarde. Reaccionan de manera muy tímida, se vuelven asustadizos y nerviosos y pueden llegar a ser agresivos. Mientras algunos comportamientos son inofensivos e incluso adorables, como por ejemplo mordisquear un cojín, otros pueden influir bastante en la convivencia entre el humano y el animal. Sobre todo, es desagradable cuando el minino araña las paredes y los muebles, cuando maúlla constantemente o suelta su orina en la alfombra en lugar del arenero. Se vuelve muy problemático cuando, al jugar, el bigotudo saca sus garras o muerde cuando le acarician personas desconocidas. Socializar a un gatito es indispensable para una convivencia en armonía y libre de estrés. Esta no solo es beneficiosa para el cuidador, sino también para el propio felino, que estará mucho más equilibrado, relajado y contento a lo largo de su vida.

La base se establece durante los primeros meses

El hecho de que un gato sea un minino mimoso y equilibrado o un felino salvaje, tímido y solitario no solo depende de la raza o de la genética, sino en gran medida también de su entorno y sus experiencias. Los tres primeros meses de vida, y, sobre todo, el período entre la cuarta y la duodécima semana de vida, son determinantes. Las experiencias que el gatito recoge durante esta fase de impronta biológica se almacenan en el cerebro y tienen una gran influencia en la vida de este. En el mejor de los casos, el minino está bajo los cuidados de su madre durante este periodo, pues esta tiene un papel fundamental en la socialización de sus crías.

La importancia de la gata madre para socializar a un gatito

Los criadores responsables no entregan a sus gatitos antes de que hayan cumplido doce semanas, y mientras tanto, los tienen junto a la madre. La gata madre es la figura de apego y el ejemplo más importante para los mininos. Imitan el trato que su progenitora tiene con sus hermanos y con los humanos. Si la madre se muestra relajada con sus cuidadores humanos, se deja acariciar y busca su cercanía, sus crías adoptarán la misma confianza hacia las personas.  Incluso al jugar con sus hermanos, la madre indica a sus pequeños hasta dónde pueden llegar. Si se muerden o arañan demasiado, mamá gato interviene y establece los límites de una manera bastante natural.

socializar a un gatito

La responsabilidad del criador

La socialización de la gata madre es, por lo tanto, un requisito importante para socializar a un gatito. Si quieres comprar un gato a un criador, debes prestar atención a cómo se comporta la progenitora con el criador y las visitas. Si la madre reacciona de manera agresiva o tímida, se esconde en una esquina o gruñe, este comportamiento también será adoptado por sus crías. Sin embargo, si se deja acariciar abiertamente por el criador o se deja coger y observa con curiosidad a los desconocidos, es una buena señal de que en este criadero los mininos se tienen de forma adecuada y son cuidados con mucho amor.

La llegada de un gatito: adaptación al nuevo hogar

La separación de la madre y la llegada a un nuevo hogar es un gran paso para un pequeño felino. Primero necesita acostumbrarse al nuevo entorno, los olores, los sonidos y las personas desconocidas. Cuanto mejor socializado esté por su madre y por el criador, más fácil le será adaptarse a la novedad. Sin embargo, esto no significa que socializar al gatito sea solo responsabilidad del criador y de la mamá gato. Aunque las bases se establecen durante las primeras semanas, el gato también puede y debe socializarse después de la semana doceava. La responsabilidad está ahora en tus manos y, como su nuevo cuidador, puedes hacer varias cosas para facilitarle el comienzo en su una nueva vida.

Cinco consejos para un buen comienzo

  • Ofrécele un lugar seguro para retirarse

Incluso cuando el pequeño gato es muy curioso, a veces, las nuevas impresiones son demasiado. Entonces es importante que pueda retirarse a un lugar seguro donde esté tranquilo y así procesar las nuevas experiencias vividas. Incluso antes de la llegada del minino debes plantearte dónde podría estar ese lugar. Una cómoda cesta para gatos con una confortable manta en una esquina tranquila es ideal. Además, debes colocarles varios escondites y lugares a niveles elevados, porque muchos gatos se sienten más seguros ahí. Esto puede ser, por ejemplo, un rascador o simplemente una manta sobre un alféizar o una estantería segura. Si tu gatito ya está acostumbrado al transportín puedes dejarlo en la habitación, para que pueda usarlo como refugio en caso de asustarse por algo. También puedes usar una caja de cartón con una pequeña abertura y una cálida manta, un buen escondite para muchos bigotudos.

  • Deja que tu gato dé el primer paso

Es importante que nunca fuerces a tu minino a que haga algo. No lo saques de su escondite solo porque la visita quiera acariciar a tu nuevo gatito. Respeta su necesidad de tranquilidad y que prefiera mantenerse al margen. ¡Ningún gato se vuelve dócil cuando es levantado constantemente! Al contrario, sigue con tus quehaceres y demuéstrale solo con tu presencia que estás ahí y que puede acercarse cuando quiera. En algún momento, la curiosidad de tu gato prevalecerá y se aventurará a salir de su escondite por sí mismo.

  • Ponte a su altura

Para que un gato tímido empiece a confiar es útil ponerse a su altura. De esta forma resultas menos atemorizador y es más fácil para tu minino acercarse a ti y dejarse acariciar. Por ejemplo, puedes ponerte cómodo en el suelo delante del sofá. Siéntate sobre una alfombra o una manta, lee un libro, escucha la radio o mira la televisión (a bajo volumen). Cuando el bigotudo se acerque deja que primero olfatee tu mano y, a continuación, acaríciale con movimientos lentos sobre su espalda y pómulos. Honra cada intento de acercamiento de tu felino con elogios, suaves caricias o incluso con un pequeño snack. De esta forma le demuestras que te alegra tenerlo cerca.

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  • Enséñale muchas cosas nuevas, sin agobiarle

Para que un gato pierda su desconfianza natural, debe conocer lo máximo posible durante sus primeros meses de vida: diferentes animales y personas, coches, electrodomésticos, aspiradoras, cortacéspedes, música y mucho más que encontrará en su futuro hogar. Sin embargo, nunca exageres. Al fin y al cabo, el felino necesita tiempo para procesar las nuevas impresiones. Ten paciencia y enséñale a tu gato con cuidado a las cosas nuevas. Observa a tu minino de cerca y déjalo en paz si su expresión corporal indica que está nervioso. Una vez haya cogido confianza contigo y con tu familia y se frota ronroneando contra tu pierna es probable que ya esté preparado para las visitas de desconocidos. Invita a adultos y niños, para que tu felino aprenda que las personas son diferentes. Eso sí, una fiesta con muchas personas en un lugar pequeño y con música alta es demasiado, sobre todo al principio.

  • Mantén la calma

Así como cada persona es diferente, cada felino también lo es. Mientras algunos gatos son muy abiertos y seguros de sí mismo, otros son de naturaleza miedosa y desconfiada. Respeta la individualidad de tu gato y ten paciencia cuando la adaptación no funciona de inmediato. Mientras algunos gatos ya se han adaptado completamente al nuevo entorno y a su nueva familia tras solo unas pocas semanas, otros pueden necesitar al menos dos meses o más para coger confianza. Si tratas a tu gato con amor, sin acosarlo, sin gritarle ni molestarlo cuando se ha escondido o ha cometido un error, en algún momento (casi por sí mismo) saldrá de su escondite.

¿Se puede socializar a gatos mayores?

Claro que no todos los gatos tienen la suerte de crecer desde un principio en un entorno adecuado y amoroso, en el cual se dé gran importancia a su socialización. Algunos mininos son separados demasiado pronto de su madre, crecen sin tener ningún contacto con sus hermanos o con personas cariñosas y están solos desde muy pequeños. Cuanto mayor sea el felino y peores hayan sido sus experiencias en el pasado, más difícil le resultará volver a confiar e integrarse.

No obstante, también es posible socializar un gato adulto. Si quieres darle una segunda oportunidad a un bigotudo de una protectora de animales necesitas mucha paciencia y tiempo para su socialización. Pero si lo haces con habilidad, les das tiempo y espacio a tu gato para retirarse, le tratas siempre con calma y con cariño, sin agobiarlo, verás cómo tu minino se acercará y relajará por sí mismo y poco a poco recuperará su confianza. Una vez haya cogido seguridad, los gatos mayores suelen ser muy mimosos y afectuosos.

La paciencia es importante

Tener paciencia cuando se trata de la socializar a un gatito tiene su recompensa. No esperes que tu bigotudo pueda hacerlo todo desde un principio, que se deje acariciar por cualquiera ni que se lleve bien con otros animales domésticos de inmediato. Ve con cuidado y deja que se adapte al nuevo hogar poco a poco.

Por ejemplo, al juntar a un gato con otros animales domésticos es conveniente mantenerlos en habitaciones separadas al principio e intentar acercarlos primero mediante los olores del otro. Deja que tu perro o tu otro gato olfatee el transportín del nuevo minino y dale a este un juguete o una manta del primer animal. Relaciona el olor con algo positivo, como por ejemplo poniendo el objeto cerca del comedero. A través del sentido del olfato los nuevos cohabitantes se acercan poco a poco y se dan cuenta de que no hay ningún peligro. Por cierto, no pienses que tu animal doméstico se volverá menos cercano o cariñoso por adquirir un nuevo gato, al contrario, la convivencia con otros animales suele beneficiar a toda la familia.

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