Adoptar un gato

Adoptar un gato

¿Adoptar un gato o comprarlo?

¿Has decidido darle un hogar a un gato? ¡Enhorabuena! Pero el trabajo empieza ya con la elección del minino. Una de las primeras decisiones que debe tomar el futuro cuidador de un gato es: ¿dónde adoptar un gato? ¿Adoptarlo de una protectora de animales o comprarlo a un criador?

Puede que haya una raza concreta que te encante. O a lo mejor incluso ya te has puesto en contacto con un criador. También es posible que te dé igual el aspecto del minino y que no tengas preferencias sobre si tiene el pelo largo o corto, en cuanto al tamaño ni respecto al color. Puede que estés dispuesto a que te sorprendan. Quizá estés pensando en darle un nuevo hogar a un animal de una protectora.

La búsqueda del gato ideal suele ser una cuestión de gustos y opiniones. Independientemente de si adoptas un gato de una protectora de animales o lo compras a un criador: no hay buenas ni malas decisiones. Lo importante es que los dos seáis felices juntos.

Aspecto y carácter de los mininos

Los gatos de raza llevan generaciones criándose con un objetivo determinado. Deben cumplir el estándar de raza de la asociación correspondiente para obtener la documentación. Y esto no solo es así en cuanto al aspecto del gato, sino también en cuanto a su carácter. Por ejemplo, los siameses se consideran inteligentes y sociales, mientras que los british shorthair son tranquilos y aptos para tenerlos en casa. Los híbridos de gatos salvajes, como el savannah, son el último grito, pero requieren mano izquierda y salidas al exterior controladas. Puede que no necesites un certificado de ascendencia, pero solo un gato con la documentación pertinente es de raza. Únicamente se lo reconoce como gato de raza si el criador pertenece a una asociación de cría. Pelo largo, pelo corto, tranquilo o vivaracho: si sabes exactamente qué tipo de gato quieres tener, un criador es la respuesta para ti.

Adoptar un gato

En las protectoras de animales hay gatos de todos los tamaños, edades y tipos, incluidos de raza. Los amantes de los animales que no tienen ninguna preferencia concreta encuentran una gran selección de mininos en estos centros. Las mezclas de razas también tienen su belleza particular. Debido a los cruces, deliberados o no, se parecen mucho a razas especiales o constituyen una raza propia con un encanto muy propio.

Origen del gato

Los documentos muestran que el criador pertenece a una asociación que mira con lupa el tipo, la salud y la tenencia de sus gatos regularmente. Los que compran un gato a un criador suelen poder conocer a los padres y a los hermanos. Quien se decide por un gato de raza sabe qué animal se va a llevar. Puede evaluar el aspecto, el tamaño, el temperamento y el carácter del minino.

En cambio, un gato de la protectora suele ser una auténtica sorpresa. Los empleados pueden explicarte muchas cosas sobre el carácter del animal y su comportamiento en el centro. Sin embargo, esto no es comparable con las experiencias que tiene un criador con sus animales. En muy pocos casos podrás averiguar algo sobre la historia del minino o conocer a los padres y hermanos.

¿Cuánto cuestan los gatos de protectora y los de raza?

Lógicamente, todo tiene un precio. Dependiendo de la raza y de los premios ganados, los animales de raza pueden costar cientos de euros, hasta miles. Esto puede parecer exagerado, pero los gatos de raza valen su peso en oro. La cría es una afición muy cara. Un criador responsable puede mostrarte los papeles médicos y la documentación de los padres. Además, les da a sus gatitos 12 semanas para crecer y aprender todo lo felinamente necesario de su madre y hermanos. En este tiempo, los animales se alimentan de forma natural y acuden regularmente al veterinario. Todo esto, claro está, cuesta dinero.

No te fíes de los reproductores que ofrecen gatos de raza sin papeles. Estos se ahorran dinero en algún punto del proceso: el apareamiento, la espera entre camadas, el tiempo de recuperación de la madre, la prevención sanitaria, las pruebas genéticas de enfermedades hereditarias o la alimentación.

Pero los animales de la protectora tampoco son gratis. El centro mantiene a cada uno de sus animales durante semanas, meses o años. A menudo hay que hacer castraciones, el edificio se tiene que mantener o renovar y todos los animales tienen hambre. Por eso, las protectoras deben pedir una pequeña cuota por los animales que entregan. Esta suele rondar los 100 euros y no cubre los gastos reales ni remotamente. Simultáneamente, esta cuota invita a los futuros cuidadores a reflexionar y evita que quieran adoptar un gato gratis sin pensarlo.

Adoptar un gato

El aspecto social

Cabe mencionar que los gatos de criador tienen más probabilidades de encontrar un buen hogar que los de la protectora. Cuando adoptas un gato de la protectora, estás haciendo una buena obra. El importe que exigen las protectoras solo cubre una pequeña parte de los costes y ayuda a prevenir más miserias.

Futuros animales de cría

Si estás pensando en tener gatitos o en criar animales en el futuro, decántate por un gato de criador y afíliate a una asociación. Las mezclas de todo tipo, color y forma los hay a patadas en las protectoras, perreras y granjas. Con frecuencia, quienes tienen recién nacidos se sorprenden de que la demanda de gatitos sin pedigrí no sea tan grande como esperaban. Por eso, solo hay que aparear deliberadamente a gatos de raza y bajo la supervisión de una asociación de cría.

Si buscas un amigo fiel y no tienes ambiciones de cría, un gato sin raza ni pedigrí te hará feliz.

La decisión: ¿comprar o adoptar un gato?

Como siempre, en la elección de tu nuevo miembro de la familia no hay buenas ni malas decisiones. ¿Dónde adoptar un gato? Para responder a esta pregunta, lo mejor suele ser hacer caso a la intuición. Hay amantes de los gatos de raza que adoptan un gato de protectora de origen desconocido y viceversa.

Independientemente de si adoptas un gato de una protectora de animales o lo compras a un criador: os deseamos a ti y a tu gato toda la felicidad del mundo.

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