«Mi gato ronca de vez en cuando. ¿Qué hago?». En la mayoría de casos, esto no es motivo de preocupación. Sin embargo, no siempre conviene tomarse la roncopatía (término médico) a la ligera. De hecho, la causa podrían ser enfermedades o problemas de salud graves.
Mi gato ronca: ¿cuándo tengo que llevarlo al veterinario?

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Los gatos también roncan de vez en cuando.
Mi gato ronca: ¿es grave?
Muchos gatos roncan de vez en cuando, lo que, a priori, no tiene por qué ser alarmante. Más importante es cuándo y en qué medida ronca el gato. Si solo emite suaves ronquidos por la noche, esto suele ser inofensivo.
Indicios de causas peligrosas
Si tu gato presenta otros síntomas, como disnea o debilidad, puede que la causa sea una enfermedad peligrosa.
La fiebre es otro indicio de que tu gato podría estar sufriendo una infección bacteriana o vírica. Hay otras enfermedades graves, como tumores, que pueden hacer que le suba la temperatura.
No es raro que los ronquidos en gatos vayan acompañados de otros síntomas. Si hay una inflamación, puede observarse una secreción nasal mucosa, además del típico estridor, que es el sonido respiratorio que provocan las vías respiratorias estrechadas.
¿Cuándo tengo que llevarlo al veterinario?
Si tu gato ronca fuerte y presenta los síntomas siguientes, debes llevarlo al veterinario:
- El gato presenta otros síntomas, como inapetencia y pérdida de peso, o tiene los ganglios linfáticos hinchados.
- Emite otros ruidos respiratorios al roncar (p. ej., estertores).
- Tose mucho (también durante el día).
Importante: En casos graves, los gatos afectados presentan problemas respiratorios graves, incluso respiración por la boca. Este último indica que el gato no puede respirar. En este caso, las mucosas están azules (cianosis). Si esto pasa, llévalo inmediatamente al veterinario para evitar una desgracia.
Causas: ¿por qué roncan los gatos?
Cuando un gato emite ruidos respiratorios fuertes al dormir, ronca. Estos sonidos se producen por vibraciones causadas por el estrechamiento de las vías respiratorias altas.
Por eso, hay varias causas que pueden provocar los ronquidos en gatos. Las más importantes son:
El exceso de peso puede ser perjudicial para la salud, también de los perros y gatos. El exceso de peso presiona los órganos, como el corazón o los pulmones. Como consecuencia, estos están sobrecargados e intentan contrarrestar la presión. Esto se traduce inevitablemente en problemas de salud.
Los pólipos en gatos son una de las enfermedades respiratorias más frecuentes que provocan ronquidos. Estos pólipos nasofaríngeos benignos son excrecencias tisulares patológicas en la región nasofaríngea, compuestas por células inflamatorias y tejido conjuntivo.
Suelen aparecer en animales jóvenes y parten de la trompa de Eustaquio. Por eso, los pólipos suelen ser la consecuencia de una otitis media.

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Si tu gato deambula por el vecindario, pueden llegarle cuerpos extraños a las vías respiratorias, como aristas o hierba dura. Una vez ahí, las vías respiratorias se estrechan y el gato ronca y emite silbidos. Si los cuerpos extraños se clavan en el tejido circundante, pueden producirse dolorosas inflamaciones.
Ya sea al polen, a los ácaros del polvo o a la comida: las reacciones alérgicas también provocan la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias en gatos. Además de los ronquidos, se puede observar que el gato estornuda o tiene picor.
«Mi gato ronca solo por la noche». En ese caso, puede que padezca apnea del sueño. Lo que sucede es que la respiración se va cortando mientras el gato duerme. Si el problema persiste, lleva al gato al veterinario porque un suministro insuficiente de oxígeno podría dañarlo a la larga.
Si tu gato está resfriado o tiene gripe felina, puede que le cueste respirar. Esto puede hacer que ronque mientras duerme o si hace esfuerzos.
Diagnóstico: ¿qué examina el veterinario si mi gato ronca?
Si tu gato ronca, es mejor que lo lleves al veterinario, por si acaso. Este observará exhaustivamente las vías respiratorias del minino para buscar alteraciones patológicas.
Alteraciones externas
Al inicio del examen, el veterinario evaluará el aspecto exterior del gato. Así, podrá determinar si tiene la cara simétrica o si se aprecia un engrosamiento en la región nasal.
A continuación, examinará la cavidad bucal y las orejas (otoscopia) para obtener más datos. Aquí se concentrará particularmente en posibles secreciones o inflamaciones. También puede que evalúe la longitud del velo del paladar.
A continuación, inspeccionará la tráquea y las vías respiratorias bajas. Para ello, palpará el cuello del gato y escuchará los pulmones con un estetoscopio.
Métodos de imagen
Si es necesario, puede que el veterinario tenga que recurrir a métodos de imagen. Con una radiografía podrá observar zonas importantes que no puede ver por fuera. Este método le permite detectar, por ejemplo, cuerpos extraños o indicios de engrosamientos internos, como tumores o pólipos nasales.
Tratamiento: ¿qué hago si mi gato ronca?
La elección del tratamiento depende de la causa en cada caso. Por ejemplo, si tu gato tiene pólipos o cuerpos extraños en las vías respiratorias, el veterinario podrá extirparlos quirúrgicamente. Algo similar sucede con los tumores, aunque el tratamiento de estos depende de la localización, el tipo y el tamaño. Una alternativa para tratar el cáncer es la radioterapia o la quimioterapia.
Si a tu gato le sobran unos kilos —otra posible causa de los ronquidos—, debe perder peso de manera controlada. Ajústale el alimento y asegúrate de que haga ejercicio.
Otras lecturas recomendadas: Comida para gatos con sobrepeso y Deporte para gatos: para mantener el peso ideal
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
Si tu gato ronca, el pronóstico depende de la causa. Por eso, es importante que acudas al veterinario a tiempo. Cuanto antes encuentre este la causa que debe tratar, mejor será el pronóstico.