Transportines para gatos

Cada gato y cada situación requieren un transportín adaptado. A la hora de elegir, considera el tamaño, el medio de transporte y la duración del viaje:

• Por tamaño y resistencia: Tienes la opción de transportín para gatos grandes con base amplia, estructura robusta y ventilación lateral o modelos medianos o pequeños para gatos jóvenes o de menor tamaño, más ligeros y fáciles de transportar.
• Por tipo de desplazamiento: Elige entre transportín para gatos para el coche (rígidos o semirrígidos, compatibles con cinturones de seguridad o anclajes, disponibles en nuestra sección de accesorios para viajar con gato en coche), transportín para gatos para el avión (homologados por aerolíneas, con cierres seguros y medidas específicas según normativa), transportín con ruedas para gatos: perfecto para recorridos largos a pie o cuando no se quiere cargar peso) o transportín plegable para gatos (ligero, fácil de guardar y práctico para uso ocasional).
• Por comodidad y practicidad: Encuentra alternativas con puertas superiores y frontales para facilitar el acceso, ventanas de malla o rejilla para buena ventilación y fondos acolchados o extraíbles para facilitar la limpieza.

Para un viaje más seguro y cómodo, puedes añadir bolsos y mochilas para gatos, jaulas para gatos, casetas plegables para gatos o incluso cochecitos y carritos para gatos.

Si tienes dudas sobre cuál elegir, consulta nuestro artículo del magazine “Transportín para gatos” con consejos prácticos para cada tipo de viaje.

• Déjalo abierto en casa para que pueda explorarlo libremente.
• Coloca dentro una manta con su olor o uno de sus juguetes favoritos.
• Empieza con trayectos cortos para que asocie el transportín con experiencias positivas.
• Refuérzalo con premios y caricias cada vez que entre voluntariamente.

De esta manera, el transportín dejará de ser un elemento extraño y pasará a formar parte de su entorno habitual, reduciendo el nerviosismo en cada desplazamiento.

La mayoría de modelos de plástico o metal se limpian fácilmente con agua y un jabón suave. Retira siempre los cojines o fundas para lavarlos por separado y asegúrate de que todo esté bien seco antes de volver a usarlo.

Sí, es la forma más segura de viajar. Es fundamental que el transportín vaya bien sujeto con el cinturón de seguridad o con un sistema de anclaje compatible para evitar que se desplace en caso de frenazo o maniobra brusca.

Para caminar, las mochilas de transporte o los transportines con ruedas para gatos son las opciones más cómodas para el tutor, ya que distribuyen mejor el peso y evitan el balanceo que puede incomodar al gato.

Para visitas cortas al veterinario (menos de una o dos horas) no suele ser necesario. Para viajes más largos, es importante que tenga acceso a agua. Existen bebederos de viaje diseñados para acoplarse a la puerta del transportín.