Incluso como perro familiar, debe poder cumplir su cometido natural. Sin embargo, hay que enseñarle los límites de su instinto protector desde cachorro. Solo con un adiestramiento consecuente y una socialización exhaustiva se puede conseguir que acepte a los desconocidos en su territorio.
De lo contrario, es muy difícil llegar a dominar al poderoso perro del Tíbet en situaciones cruciales. Proteger a su familia y su territorio está por encima de todo, por lo que no desiste con decirle fuera. Y es que, cuando está en modo protección, ya no atiende a las órdenes. En este momento, el mastín tibetano puede constituir un verdadero peligro para los demás.
El mastín tibetano aprende rápido... cuando quiere
Pese a su instinto primitivo, su rechazo hacia todo lo desconocido y su obstinación, el mastín tibetano se puede adiestrar y convertirse en un perro de compañía simpático y de confianza. Al fin y al cabo, no solo es obstinado, sino también absolutamente fiel y leal a su familia.
Desarrolla una relación profunda con sus humanos y los sigue de buena gana, siempre que sus órdenes tengan sentido.
No se le puede pedir una obediencia ciega, ya que es demasiado inteligente y mentalmente independiente. Pero si lo tratas con la combinación necesaria de cariño y determinación, te sorprenderá lo rápido que aprende... cuando quiere.
Consejos para adiestrarlo
Repetir o enseñarle ciertos ejercicios constantemente lo aburrirán enseguida. Por tanto, es mejor presentarle los objetivos de adiestramiento con actividades variadas, creativas y, sobre todo, positivas.
Especialmente en las primeras dieciséis semanas de vida es importante que no le exijas demasiado. No te obceques si al principio está nervioso, tiene miedo o se muestra reservado. Dale el tiempo que necesita para aprender. Pueden pasar tranquilamente cuatro años hasta que el mastín tibetano consolide su carácter y alcance la madurez intelectual.
No dejes que esto te haga dudar y te desvíe de tu objetivo. No evites los encuentros con otras personas y animales; es mejor que lo acerques a cosas nuevas con precaución. Al final, tu paciencia y perseverancia valdrán la pena. Todo lo que aprenda el mastín tibetano en su juventud lo aceptará sin problemas a lo largo de su vida.