Torsio ventriculi es el nombre científico de la torsión gástrica en perros, que suele ser aguda. Esta situación es una urgencia médica, por lo que detectarla y tratarla a tiempo puede salvarle la vida al perro.
Torsión gástrica en perros
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Las razas grandes, como el pastor alemán, son más propensas a sufrir una torsión gástrica.
Índice
- ¿La torsión gástrica en perros es peligrosa?
- Síntomas: ¿cuáles son los signos de una torsión gástrica en perros?
- Diagnóstico: ¿cómo se diagnostica?
- Tratamiento: ¿cómo se trata?
- Causas: ¿cuáles son los desencadenantes?
- Pronóstico: ¿cuánto vive un perro con torsión gástrica?
- Prevención: cómo proteger a tu perro
¿La torsión gástrica en perros es peligrosa?
Una dilatación gástrica en perros es muy peligrosa, ya que puede matar al animal en muy poco tiempo. Por eso, es muy importante detectar los síntomas a tiempo y acudir al veterinario lo antes posible. Una intervención quirúrgica de urgencia es la única manera de solucionar el problema.
¿Qué perros son más propensos?
Las razas medianas y grandes, como el gran danés, el san bernardo, el pastor alemán o el dóberman, corren un mayor riesgo de contraer estas peligrosas torsiones. Además, hay otros factores de riesgo que influyen en su aparición, como la alimentación, el sexo o el estrés.
Síntomas: ¿cuáles son los signos de una torsión gástrica en perros?
Una torsión de estómago en perros suele ser muy dolorosa. Los perros presentan síntomas marcados de un cólico, siendo característicos los signos siguientes:
- El estado general empeora gradualmente en el transcurso de la enfermedad.
- El perro tiene una frecuencia respiratoria acelerada y jadea mucho.
- Vomita y rechaza la comida.
- Tiene arcadas y saliva.
- El vientre está dilatado y la pared abdominal, muy tensa.
¿Se detecta fácilmente?
Una torsión gástrica en perros suele aparecer pocas horas después de comer. Cuando se produce, los síntomas pueden aparecer muy rápido e intensificarse progresivamente.
¿Cuándo hay que llevarlo al veterinario?
Cuando el perro muestre signos de shock, no esperes más para llevarlo al veterinario. Debido a la constricción de los vasos sanguíneos, la sangre del perro ya no puede circular con normalidad. La consecuencia es una bajada de la tensión arterial y una aceleración de los latidos del corazón.
Los primeros síntomas de esto son desde apatía hasta pérdida del conocimiento, fuertes temblores, mucosas pálidas y extremidades frías. Date prisa, ya que ahora es cuestión de vida o muerte. Cada minuto puede salvarle la vida a tu perro.
Diagnóstico: ¿cómo se diagnostica?
Como una torsión gástrica en perros es una urgencia aguda, cualquier sospecha debe aclararse y tratarse de inmediato. Cuando llegues al veterinario, este te preguntará por el historial del perro. También le medirá las constantes vitales (frecuencia respiratoria y cardíaca, temperatura corporal, color de las mucosas, tiempo de relleno capilar…) para evaluar su circulación. Puede que el perro ya necesite fármacos estabilizadores para continuar con la exploración.
Para diagnosticar una torsión de estómago en perros, el veterinario utiliza métodos de imagen, como radiografías o ecografías. Una imagen radiográfica típica de este desplazamiento mortal es la de un gorro con borla, que representa el estómago desplazado. En cuanto esto sea visible, lo siguiente que habrá que hacer es preparar la anestesia y la intervención quirúrgica.
Tratamiento: ¿cómo se trata?
Una torsión gástrica en perros constituye una urgencia médica que requiere una intervención quirúrgica lo antes posible.
Circulación estable
Para poder anestesiar al perro es importante que la circulación sea estable. Para ello, el perro necesitará una terapia con fluidos en forma de goteo intravenoso. Además, el veterinario descargará el estómago mediante una punción o una sonda gástrica.
Anestesia e intervención quirúrgica
En cuanto la circulación se haya estabilizado lo suficiente, ya puede dar comienzo la anestesia y la intervención.
La operación comienza con la apertura de la cavidad abdominal. El veterinario comprobará si el estómago ya ha reventado y si el bazo también está afectado. Además, buscará otras posibles alteraciones, como una fuerte inflamación o la presencia de cuerpos extraños.
Solo entonces corregirá los desplazamientos (estómago y bazo). Si puede solucionar la causa, fijará el estómago a la pared abdominal (gastropexia) para prevenir una nueva torsión.
Posoperatorio
Para reducir las complicaciones posoperatorias, como una peritonitis, es necesario supervisar las constantes vitales y seguir una pauta medicamentosa. Esta se compone de los fármacos siguientes:
- Terapia con fluidos
- Analgésicos
- Antiinflamatorios
- Antibióticos
- Protectores del estómago
Causas: ¿cuáles son los desencadenantes?
La torsión gástrica en perros (Torsio ventriculi) suele aparecer cuando concurren varios factores de riesgo. Estos son, en particular:
Factor | Descripción |
Edad | Los perros adultos (a partir de cinco años) sufren torsiones gástricas con mayor frecuencia. |
Alimentación | Las comidas copiosas tras una pausa de alimentación prolongada y la aerofagia provocan desplazamientos gástricos más frecuentemente. |
Genética | Las crías de perros enfermos presentan un mayor riesgo de desarrollar una torsión gástrica. |
Sexo | Los machos son más propensos que las hembras. |
Época del año | Entre noviembre y enero se observa un aumento de los casos de torsión gástrica. |
Raza | Las razas grandes son las más afectadas. |
Estrés | Una excitación intensa puede favorecer una dilatación gástrica en perros. |
Enfermedad previa | Si el perro ya ha tenido una torsión gástrica, el riesgo de que recaiga es aproximadamente del ochenta por ciento. |
Además, se cree que jugar después de comer y las raciones excesivas favorecen la aparición de la torsión gástrica. Esto no se puede afirmar con certeza, ya que existen casos de perros en ayunas que han sufrido la enfermedad. De todos modos, no se puede descartar que sean factores que favorezcan su aparición.
¿Cómo se produce una torsión gástrica en perros?
Los elementos más importantes de este desplazamiento son el aparato de sujeción y el nivel de llenado del estómago. La longitud del ligamento hepatogástrico se dilata en los perros afectados, lo que hace que el estómago gane movilidad. Al girarse sobre el eje longitudinal (torsión) y transversal (vólvulo), se obstruyen tanto la salida como la entrada del estómago. Esto hace que el bolo alimenticio no se pueda seguir transportando al intestino.
En el curso de la enfermedad, el estómago se llena tanto que el bolo alimenticio aumenta la formación de gases. En función de la gravedad, esto puede llevar a una fuerte dilatación del estómago. Dado que el bazo limita con el estómago, a menudo también se retuerce y se desplaza.
Si el sistema vascular circundante se ve afectado, una torsión gástrica puede provocar un estado de shock mortal. La obstrucción de las venas hace que la sangre desoxigenada no pueda transportarse al corazón, lo que constituye una urgencia.
Pronóstico: ¿cuánto vive un perro con torsión gástrica?
En la mayoría de casos, la torsión gástrica en perros aparece de repente y el tratamiento suele llegar demasiado tarde. La mortalidad es elevada debido a las numerosas complicaciones, como el shock y la necrosis de la pared gástrica. Por lo tanto, un tratamiento rápido puede salvarle la vida al animal.
Cabe mencionar que incluso una torsión detectada a tiempo podría acabar con la vida del perro tras una operación satisfactoria, por ejemplo, como consecuencia de una arritmia. Por eso, es muy importante llevar una buena gestión posoperatoria.
Prevención: cómo proteger a tu perro
Una torsión gástrica en perros puede verse favorecida por varios factores. Evitando estos factores, puedes reducir el riesgo de que aparezca la enfermedad.
Dale a tu perro varias raciones pequeñas a lo largo del día para no sobrecargar su estómago. Además, asegúrate de que descanse y no se mueva mucho después de comer.
Por último, para cuidar la salud de tu perro, procura que su entorno esté libre de estrés.