Siberiano

gato siberiano

El gato siberiano es el arquetipo de una raza natural. Este felino de talla media, con aspecto primitivo, constitución robusta y pelaje semilargo surgió sin intervención por parte del hombre en su país natal, Rusia. La cría específica de esta raza solo empezó en los años 80.

Los gatos siberianos son unos verdaderos amantes de la naturaleza. Lo que más impresiona a los admiradores de esta raza, conocida como Sibirskaja koschka en Rusia, su país de origen, es su aspecto y su carácter sencillo. Su pelaje abundante está adaptado a los inviernos gélidos y a los veranos calurosos de Siberia. Este los mantiene calientes durante la épocas frías del año y es lo suficientemente ligero para los meses de verano.

Origen

El gato siberiano solo se empezó a criar de forma sistemática a partir de los años 80. Desde 1990, también se ha vuelto muy popular entre los amantes de los gatos de Estados Unidos.

En Rusia, su país de origen, la denominación Sibirskaja koschka (gato siberiano) se utilizaba principalmente como un término colectivo para describir a los gatos domésticos musculosos y con un pelaje denso y suave. Los gatos de pelo largo se pueden encontrar en todas las regiones de Rusia y Siberia, aunque en menor proporción que los gatos de pelo corto.

No está claro desde cuándo el gen del pelo largo se ha extendido tanto en la población de gatos rusa. Mientras que algunos científicos parten de una mutación independiente, otros dan por hecho el cruce con gatos de pelo largo de Oriente. Incluso el origen exacto del gato siberiano en su país nativo es un tema controvertido. Durante mucho tiempo se daba por hecho que los gatos caucásicos salvajes eran parientes cercanos de los gatos siberianos. Estos se diferencian en el físico y en la textura del pelaje de los gatos salvajes africanos, que se consideraban los ancestros de todos los gatos domésticos. Sin embargo, los últimos estudios contradicen esta teoría. Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford ha descubierto que los gatos domésticos de todos los continentes descienden del gato salvaje.

Gatos siberianos en Europa

Los gatos de pelo largo eran una rareza en Europa hasta el siglo XIX, por lo que la variedad rusa llamó la atención de los comerciantes y viajeros desde el principio. Los gatos siberianos ya se describieron en 1864 en una edición del Brems Tierleben y después aparecieron de forma esporádica en las publicaciones europeas.

Estos gatos de pelo largo de Rusia también formaron parte de la primera exposición de gatos del Crystal Palace de Londres en 1871. A través del gen de pelo largo heredado de manera recesiva, también pueden aparecer de repente gatitos de pelo largo en una camada de gatos de pelo corto. Estos ejemplares son los que posteriormente formaron la base de la cría de los gatos siberianos.

No obstante, al principio la raza cayó en el olvido después de la primera exposición en el Crystal Palace. En ese momento, la cría del gato siberiano apenas estaba comenzando. Los gatos de pelo largo eran una rareza y se cruzaban entre sí para conseguir descendencia de pelo largo. Por ello, el siberiano desapareció en el acervo genético de los persas y gatos similares, dando lugar a otras razas de gatos más populares y solicitadas. La situación política en la Rusia soviética también contribuyó a que este país desapareciera de la historia de la cría de gatos en aquel momento.

Un nuevo comienzo para el gato siberiano

Los años 80 marcaron un nuevo comienzo. Estos gatos domésticos de pelo largo de Rusia aparecieron en la Alemania, donde se estableció una raza experimental en 1985. Los gatos resultantes se exhibieron a partir de 1986. Después de ello, todo se fue sucediendo. Desde 1987 el siberiano, entonces denominado «gato del bosque siberiano», fue reconocido oficialmente como raza independiente. La primera camada de la nueva raza nació el 12 de mayo de 1988 en Alemania del Este. La primera pareja de gatos del bosque siberiano llegó a las manos de una familia de emigrantes de Alemania del Oeste en 1987, lo que dio lugar a la primera camada registrada en 1989. A partir de ese momento, la raza, aún conocida como «gato del bosque siberiano», empezó a ganar más admiradores.

Aproximadamente durante la misma época se inició la cría sistemática del gato siberiano en Rusia. Pero cada asociación de criadores apoyaba estándares de cría distintos, de modo que el aspecto del felino aún no era homogéneo. Los primeros especímenes se exportaron de Rusia a EE. UU. mediante el primer gato siberiano que se fue a vivir a un hogar estadounidense en 1990. Sin embargo, los costes elevados de la importación de Rusia restringieron relativamente la población de gatos rusos de pelo largo en EE. UU.

En el presente, los gatos siberianos se crían en todo el mundo. El nombre cambió de «gato del bosque siberiano» a «gato siberiano» en 1991, sobre todo para diferenciarlo mejor del bosque de noruega. La raza fue reconocida oficialmente por la World Cat Federation en 1992 y en 1998 por la FIFe. En la lengua inglesa, a esta raza se la conoce bajo los nombres de «gato del bosque siberiano», «siberiano» o «gato siberiano».

Aspecto

El gato siberiano desprende el encanto de un gato salvaje en miniatura. Su pelaje de longitud media, con una capa superior impermeable y resistente y un manto inferior denso, le brinda un aspecto parecido al maine coon y al bosque de noruega. No obstante, es notablemente más pequeño que un maine coon y tiene las patas más largas que los bosques de noruega. Los siberianos son musculosos y relativamente pesados, ya que pueden alcanzar los 9 kg. Esta es la razón de que lleguen a la edad adulta, como temprano, a los 3 años.

Los gatos siberianos no pueden negar su país de origen. En invierno su pelaje tiene una capa doble que es impermeable y los mantiene calientes gracias al subpelo tupido y fino. También es excepcional el collar que forma el pelo largo en el cuello y el pecho. Por el contrario, durante la época estival estos gatos pierden el manto inferior, de manera que su pelo se queda bastante más corto y ligero, ideal para los cálidos meses de verano del norte de Siberia. Sin embargo, la cola mantiene su pelaje denso incluso durante este periodo caluroso. Los mechones de pelo entre los dedos y de las orejas también se mantienen intactos durante la muda de pelo.

Los gatos siberianos tienen la cabeza redonda, con una frente curvada, ojos grandes y orejas medianas y anchas. El color de los ojos debería ser uniforme y combinar con el color del pelaje. Se aceptan todas las tonalidades desde el amarillo/dorado hasta el verde, incluso el azul o colores que no combinan, en el caso de los ejemplares de pelo blanco o bicolor.

Colores del gato siberiano

Al igual que ocurre con numerosas razas de gatos, las distintas organizaciones de criadores tienen exigencias propias en cuanto al aspecto del gato siberiano. En función de la membresía de la organización, el criador aplica el estándar de la asociación internacional de criadores a la que esté afiliada su organización. Este hecho es más evidente con respecto al color del pelaje deseado. Según la organización paraguas TICA (The International Cat Association), el gato siberiano puede tener «todos los colores tradicionales». No obstante, esta es la única que opina así, ya que la mayoría de las organizaciones de criadores excluyen los colores canela, chocolate, lila y fawn. La terminología inglesa específica de los criadores describe colores de pelaje rojizos y amarronados, así como sus diluciones, que son ligeras variaciones del color.

La variante de color rojo del gato siberiano se denomina cinnamon, o «canela» en español. El término fawn hace referencia a la dilución del color rojo. Los gatos siberianos fawn son rojos-beige. La voz inglesa chocolate designa el color base marrón, mientras que lilac corresponde a su dilución.

A excepción de estos, están admitidos todos los colores, patrones y partes blancas. El siberiano es la única raza de gatos de bosque en la que se acepta también la designación de color point. De hecho, los gatos siberianos con marcas point han recibido un nombre de raza propio: neva masquerade. La FIFe (Federación Internacional Felina) considera a neva masquerade como una raza independiente. Según el estándar del gato siberiano, en los ejemplares con marcas point también se admiten los ojos azules, cuanto más oscuros, mejor. Para más información sobre el neva masquerade, puedes consultar el artículo correspondiente en el magazín de zooplus.

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Carácter

La originalidad del gato siberiano no solo se observa en su aspecto, sino que su carácter sencillo y sus buenos instintos también son motivo de alegría. Los gatos siberianos son unos cazadores increíblemente buenos que pueden saltar y trepar como si su vida dependiese de ello. Debido a que les encanta moverse, no son los animales más indicados para una tenencia exclusiva dentro de casa. Un patio asegurado es más adecuado para la naturaleza de los gatos de bosque. En este aspecto, son todo menos delicados e insisten en salir al exterior, llueva o haga sol. Además, les encanta el agua, por lo que ni la lluvia ni una tormenta de nieve pueden impedir que salgan a explorar el exterior.

Los gatos siberianos son muy curiosos y saben lo que quieren. Son inteligentes y les encanta la aventura. ¡Muchos siberianos ya aprenden a tocar el timbre de la puerta a una edad temprana! Desde luego, estos felinos tienen sus propias ideas, de modo que es esencial criarlos adecuadamente para garantizar que tu pequeño gato salvaje te obedezca. A pesar de ello, estos gatos se entregan en cuerpo y alma a sus dueños. Numerosos amantes de esta raza aseguran haber mantenido «conversaciones» reales con sus bigotudos.

En resumen, los gatos siberianos son sinceros, auténticos y robustos, tanto en su apariencia primitiva como en su carácter.

Cuidados

A los gatos siberianos les encanta la naturaleza. Adoran moverse y correr, saltar y cazar como si se les fuese la vida en ello. Por eso son adecuados para tenerlos solos en casa únicamente hasta cierto punto. Lo ideal sería que pudieran acceder a un jardín asegurado. Les gusta mucho trepar y rascar en árboles pequeños y grandes, vagar por la maleza y cazar ratones y pájaros.

El pelaje del siberiano

El pelaje largo de los gatos siberianos puede enredarse y anudarse fácilmente debido al grueso manto inferior. Durante el invierno y el periodo de muda necesitan un poco de ayuda para cuidar su pelaje. Si se les ha acostumbrado a los peines y cepillos desde una edad temprana, generalmente no debería ser un problema cepillarlos en profundidad cada pocos días, así como retirar el pelo muerto y deshacer los pequeños enredos. Cuando comienza la época estival, los siberianos pierden la mayor parte del subpelo. Ofreciéndoles pasta de malta o hierba para gatos se les puede ayudar a eliminar de forma natural los pelos ingeridos.

En los meses de verano, estos felinos suelen cuidar por sí mismos de su pelaje más corto y ligero. Sin embargo, no solo los gatos que tienen acceso al exterior se benefician del cepillado regular. Esto puede acostumbrarlos a unas sesiones de cuidado del pelaje más largas en invierno.

Alimentación

Aparte del cuidado del pelaje, la nutrición con un alimento adecuado es fundamental. Así te aseguras de que tu gato siberiano disfrute de una vida larga, saludable y activa. Al ser carnívoros, requieren una comida rica en proteínas saludables, y solo pueden aprovechar una pequeña cantidad de carbohidratos. Además, la visita anual al veterinario puede ayudar a detectar de forma precoz posibles enfermedades. También es útil para aclarar dudas con respecto al cuidado y a la alimentación del animal.

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Cría

Los gatos siberianos son animales primitivos. Puesto que la cría de gatos robustos sigue siendo muy reciente, apenas hay enfermedades hereditarias típicas de esta raza. Cruzar diversas razas y el denominado «en línea» pueden dar lugar, por supuesto, a enfermedades hereditarias en casos aislados. La mejor forma de prevenirlas es mediante un cruce bien ideado y profesional. Evitando el apareamiento de ejemplares con un parentesco muy cercano y que persiga el objetivo de un cruzamiento saludable. Tanto los criadores como los compradores de los gatos siberianos son los responsables de salvaguardar a estos amantes de la naturaleza de las enfermedades hereditarias también de cara al futuro.

Aléjate de las supuestas gangas

Como comprador, es importante que adquieras tus gatos solo de un criador responsable y profesional. Las ofertas que prometen gatos de raza a precios bajos pueden resultar tentadores para los cazadores de gangas. No obstante,  en la mayoría de los casos, el bienestar del gato no es prioritario.

La cría de gatos es un pasatiempo costoso y los que quieren sacar provecho de la venta suelen ahorrar en comida, cuidados en casa y de la salud y en un cruzamiento bien planeado. Un criador que se responsabiliza de sus animales y de sus crías no escatima en gastos ni esfuerzos. Las visitas regulares al veterinario y las pruebas para detectar enfermedades conocidas como la miocardiopatía hipertrófica y los quistes renales deberían considerarse como estándar. Asimismo, este criador puede proporcionar a los compradores potenciales resultados de las pruebas relevantes. También excluye a los animales enfermos de la cría y los somete a operaciones quirúrgicas en caso necesario. Las asociaciones de criadores no solo proveen documentación; también monitorizan el estándar de la raza. Adicionalmente, los criadores serios son miembros de alguna de las numerosas asociaciones de criadores de gatos.

Los gatitos han de permanecer al menos 12 semanas con su madre y sus hermanos. Solo así estarán preparados para mudarse a un nuevo hogar. Durante esta importante fase de impregnación, los gatitos aprenden todo lo que les prepara para una vida larga y saludable. Los criadores supervisan a sus animales de forma ininterrumpida y les suministran todo lo necesario para la fase de crecimiento. También están dispuestos a ofrecer consejos y ayuda a los clientes que compran sus gatitos, incluso después de la venta.

Precio de un gato siberiano

Por supuesto, todo ello cuesta dinero. Para cubrir sus gastos, un criador responsable debe pedir un precio determinado por cada gato. Los gatos siberianos de un criadero registrado cuestan de 800-1600 euros. Esto significa que los futuros dueños que deseen tener más de un gato pueden contar con grandes gastos. A cambio, en el caso ideal recibirás un gato socializado y sano que será un compañero fantástico durante muchos años. Como alternativa, puedes visitar protectoras de animales que tienen numerosos gatos, incluso de pelo largo, que quieren un buen hogar.

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