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La protección solar contra las quemaduras también es importante para los perros en verano.
¡Por fin ha llegado el verano! Ahora, los paseos con el perro son más divertidos. Sin embargo, la protección solar en perros para puede faltar, ya que ellos también pueden quemarse.
A mucha gente le gusta practicar surf de pala o hacer senderismo con su perro. Mientras ellos se ponen crema y se protegen con gorros y gafas, muchos perros se exponen al sol sin protección. Pero la piel de los perros, sobre todo la clara, es muy sensible a los rayos UV.
Los rayos de sol no solo causan buen humor, sino que pueden ser dañinos. Pueden provocar quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y un mayor riesgo de cáncer. Esto no solo nos afecta a las personas, sino también a algunos perros.
A los perros les pasa como a las personas: cuanto más claros tienen la piel y el pelo, más rápido se queman con el sol. Además, la longitud del pelo es importante en su caso. Cuanto más largo sea, menor es el riesgo de que sufran daños con los rayos UVA y UVB. Por ejemplo, las razas siguientes son más propensas a las quemaduras solares:
Las mezclas de pelo claro y razas de aspecto similar también corren más peligro.
Un cachorro también puede tener una mayor disposición a quemarse con el sol. Además, algunos medicamentos y enfermedades, como una infestación parasitaria o enfermedades cutáneas, pueden favorecer las quemaduras en la piel.
Los que tengan un perro con una enfermedad cutánea autoinmune deberían pedir consejo al veterinario sobre protección solar en perros. Esto es obligatorio, ya que la enfermedad se acelera con la luz solar, lo que podría ocasionar pénfigo o algunas formas de lupus.
Los síntomas de las quemaduras solares en perros son como los nuestros: rojeces en la piel e inflamación aguda. Después, la piel puede pelarse y picar. El dolor y las ampollas son menos frecuentes en perros.
Hay que observar particularmente las partes siguientes, ya que son las más sensibles al sol:
La piel dañada por el sol puede ser propensa a los tumores y, por tanto, al cáncer de piel. Una quemadura solar en perros —como en las personas y los gatos— puede perjudicarles la salud a la larga.
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Los perros que tienden a quemarse deben disponer siempre de un lugar con sombra en verano. Asegúrate de que no se exponga al sol demasiado tiempo y evita el sol entre las 11 y las 16. Deja los paseos largos para la mañana y la noche, cuando el sol es menos intenso.
Sin embargo, tener al perro todo el verano a la sombra tampoco es la solución. Por eso, los que tengan perros con piel sensible no solo deben protegerse del sol ellos mismos, sino también a su peludo.
En las zonas sensibles y poco peludas de las orejas puedes aplicarle cremas solares de buena calidad de factor 30. Asegúrate de que no contenga colorantes, conservantes ni fragancias para prevenir alergias.
También puedes comprar una crema solar para perros. En el delicado hocico del perro no le pongas crema. Para esta zona, lo único que se puede hacer es evitar el sol.
El calor del verano puede afectar a la circulación de los perros. Lee este artículo: 10 maneras de refrescar a tu perro en verano
La primera medida, lógicamente, es apartarlo del sol. Una vez a la sombra, puedes aplicarle compresas frías o pomadas calmantes especiales para perros. Sin embargo, usa estos productos solo después de hablar con el veterinario.
Para las quemaduras graves puede resultar útil un tratamiento de cortisona para reducir la inflamación. En caso necesario, el veterinario le prescribirá analgésicos.
Peligro en verano: en el magazine de zooplus encontrarás información sobre el golpe de calor en perros.
