Una piometra en gatos suele ser una urgencia apremiante. Este artículo ofrece los hechos más importantes sobre los síntomas y tratamientos para que puedas actuar a tiempo y ayudar a tu gata.
Piometra en gatos
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El cansancio y el dolor son signos de piometra en gatos.
Índice
¿Es peligrosa?
La piometra en gatos es una infección purulenta del útero.
Si no se trata, puede constituir un peligro para la gata, por lo que es una urgencia ginecológica.
¿Qué gatas son más propensas?
En general, cualquier gata no castrada puede desarrollar una piometra. No obstante, hay estudios que afirman que ciertas gatas corren mayor riesgo de contraerla. Existen dos factores que influyen en esto:
- Las gatas de entre cuatro y siete años la sufren con mayor frecuencia.
- Entre ellas, las más afectadas son las que no han estado embarazadas
La piometra en gatos se debe esencialmente a una infección bacteriana del útero. Con el paso del tiempo, esta infección hace que el útero se llene de pus. Existen varios procesos que favorecen la proliferación de las bacterias.
El celo y su influencia en la piometra
El ciclo sexual de las gatas está sujeto a varias fluctuaciones hormonales. La progesterona es una hormona muy importante que influye en la secreción y las defensas de la mucosa uterina.
Al final del celo de la gata, el nivel de progesterona es muy alto. Ahora, la secreción aumenta y las defensas disminuyen. En esta fase, las bacterias crecientes tienen las mejores condiciones para reproducirse, lo que acaba provocando una infección del útero.
Enfermedades subyacentes
No obstante, las hormonas no son las únicas que pueden favorecer la piometra en gatos, sino también otros factores. Por ejemplo, estos pueden ser quistes ováricos u otras enfermedades uterinas, como la hiperplasia endometrial.
El papel de los medicamentos
Un tratamiento con progestágenos también puede desencadenar la piometra en gatos. Estos medicamentos sirven para inhibir el celo en las gatas.
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Debido a la manera especial de aparecer de la piometra en gatos, no suele ser clínicamente diagnosticable hasta entre cuatro y seis semanas después del celo.
Piometra abierta o cerrada
El tipo de infección determina si la piometra en gatos se detecta por el flujo o no.
- Si sale pus por la vulva, se trata de una piometra abierta. En este caso, los síntomas suelen ser más leves.
- Si el cuello uterino (cérvix) se cierra y el pus no puede salir, se habla de una piometra cerrada. La infección empeora y existe el peligro de que la pared uterina se desgarre. Llegados a este punto, la piometra constituye una urgencia absoluta.
Los signos más importantes
Los síntomas típicos de la piometra en gatos son:
- Cansancio
- Menor apetito
- Fiebre (más de 39 grados)
- Taquicardia
- Dolor
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
Si sospechas que tu gata tiene piometra, debes llevarla al veterinario lo antes posible. Cuanto antes lo hagas, antes podrás ayudarla y evitar complicaciones.
Si no se trata la enfermedad, el estado de salud de la gata empeorará. La inflamación creciente puede provocar un desgarro de la pared uterina y conducir a una septicemia bacteriana. Tampoco se puede descartar que sufra un shock mortal.
El veterinario suele emitir el diagnóstico tentativo de la piometra en gatos rápidamente por medio de preguntas sobre el estado de la gata y pruebas clínicas.
Una inspección de los genitales externos muestra si se trata de una piometra abierta o cerrada. Para confirmar su sospecha, también puede emplear otras medidas diagnósticas.
- Métodos de imagen: con una ecografía o una radiografía, el veterinario puede evaluar el nivel de llenado del útero desde fuera.
- Análisis de sangre: un hemograma ofrece mucha información sobre procesos inflamatorios en el cuerpo, también con una piometra.
Para tratar la piometra en gatos se pueden utilizar varios tipos de tratamientos, aparte de antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos.
Tratamiento quirúrgico
Si la gata está muy mal, en la mayoría de casos se recurre a la extirpación quirúrgica del útero. Esto tiene la ventaja de que no tendrá recaídas en el futuro.
Tratamiento conservador con medicamentos
Si, por el motivo que sea, no quieres castrar a tu gata, el veterinario le prescribirá medicamentos como alternativa:
- Aglepristona para la piometra cerrada
- PGF2a para la piometra abierta
Los principios activos hacen que la musculatura uterina se contraiga. Al mismo tiempo, el cuello uterino se abre para que pueda salir el pus.
Sin embargo, se deben cumplir ciertos requisitos para el tratamiento medicamentoso. Por ejemplo, la administración de aglepristona requiere la presencia de cuerpos lúteos en el ovario.
Además, el medicamento puede provocar efectos secundarios, como dolor intenso, diarrea y ataques de gritos.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
Una piometra en gatos no suele curarse por sí sola. De hecho, la piometra cerrada, en particular, se debe tratar lo antes posible.
Por este motivo, en caso de sospecha debes llevar a la gata al veterinario. El pronóstico dependerá de lo rápido que la trate el especialista.
Prevención: ¿se puede evitar?
La castración es la única manera de prevenir completamente la aparición de enfermedades uterinas, como la piometra en gatos.
¿No estás seguro/a de si debes castrar a tu gato? Nuestro artículo sobre la castración en gatos analiza los pros y los contras.