Radiografías en perros

¿Tu perro se ha lesionado y cojea mucho? Este es un motivo para que el veterinario le haga una radiografía. En este artículo te explicamos cuándo son necesarias las radiografías en perros y cómo funcionan.

¿Cuándo son necesarias?

Las radiografías en perros permiten representar los tejidos del animal en una imagen. En general, el veterinario ordena una radiografía si sospecha de daños en huesos u órganos internos.

Las radiografías en perros suelen realizarse en presencia de las enfermedades y lesiones siguientes:

• Fracturas de huesos, deformaciones óseas o inflamaciones
• Enfermedades dentales y maxilares
• Alteraciones del tejido pulmonar por gusanos pulmonares, cáncer de pulmón o retención de líquidos patológica
• Enfermedades cardíacas, como la cardiomiopatía dilatada (CMD)
• Sospecha de tumores en el bazo, el hígado, la vejiga o las glándulas mamarias

Además, las radiografías en perros pueden ser necesarias para localizar cuerpos extraños, como huesos, botones metálicos, clavos o monedas. También se utilizan para las pruebas de cría.

¿Por qué se necesitan radiografías para un examen de aptitud para la cría?

Las pruebas de aptitud para la cría tienen por objetivo prevenir enfermedades hereditarias en perros. Estas incluyen las displasias de cadera y codo.

Las asociaciones de cría exigen exámenes de displasia de cadera oficiales para los futuros machos y hembras de cría o una prueba de ambas displasias. Esto es así porque solo se admiten perros exentos de displasia para la cría.

Estas radiografías suelen tomarse a la edad de doce meses con anestesia de corta duración. A continuación, el veterinario envía las imágenes a la asociación junto con un formulario rellenado.

Dato interesante: la anestesia para esta prueba es obligatoria porque las radiografías solo pueden tener la calidad deseada en la posición correcta.

¿Cómo funcionan?

Para hacer radiografías con anestesia, el perro debe estar en ayunas y no comer nada el día de la prueba. Sí que puede beber agua. De este modo, se reduce el peligro de que sufra efectos secundarios.

Para el procedimiento en sí, el perro se coloca en una posición determinada y se inmoviliza para tomar las imágenes. El veterinario se asegura de que el perro esté lo más quieto posible. Para ello, suele utilizar un colchón.

Ahora, ajusta los rayos X a la potencia correcta y el tiempo de exposición en la posición deseada. De este modo, se asegura de que solo se irradie la zona del cuerpo que quiere examinar. Pasados unos minutos, la radiografía ya está hecha. Ahora, el perro ya puede descansar y, si procede, recuperarse de la anestesia.

¿Qué se ve en una radiografía?

En las radiografías en perros se muestran tejidos según su densidad en distintos grados de negro, blanco y gris. Estos son los significados de estas gradaciones:

• El tejido óseo se ve más claro porque absorbe más rayos X.
• Debido a su baja densidad, los tejidos blandos, como el hígado, los pulmones y los músculos, se ven grises.
• Los rayos X atraviesan el aire y los líquidos completamente, por lo que se ven negros.

Con ayuda de la representación del interior del perro que ofrece la radiografía, el veterinario puede identificar alteraciones patológicas de los órganos internos sin intervención quirúrgica.

¿Por qué se utilizan medios de contraste?

Un medio de contraste sirve, entre otras cosas, para visibilizar obstrucciones intestinales o malformaciones de los vasos sanguíneos. Estas alteraciones se muestran en blanco en las radiografías en perros. Los veterinarios usan sulfato de bario como medio de contraste, que es una sustancia radiopaca.

El veterinario administra el medio oralmente en el aparato digestivo (gastrografía) o lo inyecta en los vasos mediante cánula (angiografía).

¿Los rayos X son peligrosos para el perro?

Los rayos X penetran el cuerpo del perro y de las personas que participan en la prueba, dañando las células irradiadas. Lo peligroso es que también puede dañarse el núcleo celular y el ácido desoxirribonucleico (ADN) que contiene.

Los gametos (ovarios y testículos) son muy sensibles a los rayos X, pero también las células de la piel, la glándula tiroides y los ojos. Por eso, a partir de cierta dosis de radiación, los perros pueden perder la fertilidad temporalmente.

La dosis es la que determina el veneno

Lo mucho o poco que los rayos X dañen el cuerpo depende de la dosis. Cuanto más alta sea la radiación, más ADN se daña.

¿Cómo protege el veterinario al perro?

Durante las radiografías en perros, los veterinarios procuran irradiar el mínimo de células posible. Las zonas que no hay que irradiar se protegen con delantales de plomo y guantes.

Además de al perro, hay que proteger a todas las personas que se encuentren en la estancia: veterinario, cuidador, especialistas y estudiantes en prácticas. En la mayoría de casos, te pedirán que te quedes en la sala de espera como medida de precaución.

Si tienes que estar presente, te ofrecerán un delantal de plomo, un protector tiroideo y guantes.

Radiografías en perros con anestesia

A veces, las lesiones se encuentran en zonas de difícil acceso. Por eso, para las radiografías complicadas, el veterinario induce una anestesia.

De este modo, evita que el perro sufra el estrés que puede provocar la posición correcta. Todas las anestesias entrañan un riesgo. Por eso, el perro está al cuidado de especialistas durante todo el procedimiento hasta que despierta.

Precio

Los precios de las radiografías en perros varían mucho de una clínica a otra. Además, dependen de si hay que inducir anestesia o no.

Aquí van algunos precios medios que se cobran actualmente en España:

• Una radiografía simple puede costar entre 25 y 80 euros.
• Algunas clínicas ofrecen un precio reducido si hay que hacer dos radiografías.
• Un estudio mielográfico puede costar más de 100 euros, sin incluir el contraste.