Los gatos son animales extremadamente flexibles. Si su flexibilidad se ve perjudicada por lesiones o enfermedades del aparato locomotor, su calidad de vida empeora considerablemente. En este artículo te explicamos cómo puede ayudarlos la fisioterapia para gatos.
Fisioterapia para gatos
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La fisioterapia puede ayudar a los gatos con artrosis, por ejemplo.
Índice
¿Qué es la fisioterapia para gatos?
La fisioterapia es una forma de tratamiento conservadora. De forma similar a la fisioterapia para perros, puede tratar o prevenir problemas del aparato locomotor (articulaciones, músculos y tendones).
¿Cómo pueden los fisioterapeutas felinos ayudar a los gatos?
Los fisioterapeutas felinos pueden ayudar a los gatos a:
- Mejorar su flexibilidad y motricidad fina
- Reforzar la recuperación después de una enfermedad
- Aliviar el dolor
Ámbitos de uso de la fisioterapia para gatos
Existen numerosos motivos para recurrir a la fisioterapia para gatos. Los ámbitos de uso (indicaciones) más comunes son:
- Dolor crónico
- Problemas articulares (por ejemplo, artrosis o espondilosis)
- Enfermedades musculares (por ejemplo, distensiones)
- Trastornos neurológicos (por ejemplo, hernia discal)
La fisioterapia para gatos se emplea a menudo después de una intervención quirúrgica.
La terapia sirve para recuperar suavemente el aparato locomotor. Además, puede ser beneficiosa para gatos mayores que hayan perdido movilidad debido a la edad.
¿Cuánto cuesta la fisioterapia para gatos?
El precio de la fisioterapia para gatos depende de varios factores. El cuadro clínico, la magnitud de la dolencia y el número de sesiones son los más importantes.
Además, los precios pueden variar de un fisioterapeuta a otro.
El precio medio se sitúa entre 45 y 90 euros por sesión.
Consejo: pide un presupuesto antes.
Tipos de fisioterapia para gatos
Hay muchos tipos de fisioterapia para gatos. Además de los tratamientos especiales, como la terapia Dorn, el masaje Breuss y la terapia láser, los más frecuentes son:
La terapia del movimiento se utiliza mucho en enfermedades crónicas o después de intervenciones quirúrgicas. El objetivo es contribuir a una recuperación rápida. El fisioterapeuta realiza movimientos específicos en el gato.
Si el gato colabora, se habla de una terapia del movimiento activa. En el caso de la pasiva, el gato no participa en los movimientos activamente.
Con la electroestimulación muscular (EEM) y la electroestimulación percutánea (TENS), el fisioterapeuta emplea impulsos eléctricos.
Para ello, coloca electrodos en la piel del gato y controla los impulsos con un equipo especial. Estos impulsos activan los sistemas inhibidores del dolor del cuerpo. Por eso, este método suele utilizarse en casos de dolor crónico.
Los masajes favorecen la circulación, lo que puede reducir las inflamaciones.
Por eso, los masajes clásicos son uno de los métodos más comunes para aliviar problemas musculares, como dolor y contracturas. Además, a la mayoría de los gatos les resulta muy relajante que los masajeen.
Se atribuye un efecto fundamental en el cuerpo a los campos electromagnéticos. Por ejemplo, pueden favorecer la circulación y relajar los músculos.
En una terapia con campos magnéticos, el fisioterapeuta los utiliza para ayudar al gato con equipos especiales.
En la acupuntura, el fisioterapeuta clava agujas finas en determinadas zonas del cuerpo del gato. Esto no solo sirve para favorecer la circulación, sino también para aliviar el dolor.
Así pues, la acupuntura no es solo un método curativo para humanos, sino también para animales.
La temperatura de la piel influye enormemente en la circulación de los músculos subyacentes.
La termoterapia aprovecha esto, ya sea terapia del calor o del frío. El alivio del dolor y la relajación muscular son algunos de los efectos positivos.
Cosas a tener en cuenta
La fisioterapia para gatos no suele bastar para tratar al animal. Hay ciertos aspectos a tener en cuenta antes, durante y después de la terapia:
¿Cómo se puede aumentar la masa muscular del gato?
La fisioterapia para gatos no solo tiene por qué hacerse en la consulta del veterinario o fisioterapeuta. Para lograr los mejores resultados, pídele al veterinario que te enseñe ejercicios para hacer en casa.
Después de consultarlo con el veterinario, podrás realizar los ejercicios entre sesiones de fisioterapia. Incluso cuando la terapia haya terminado, puedes integrarlos en el día a día de tu gato.
Riesgos
Para que los músculos y Cía. solo se beneficien de la fisioterapia para gatos, es importante que los ejercicios sean cuidadosos. Además, el especialista debe evaluar el estado del gato antes de realizarlos para no sobrecargar el cuerpo del animal.
Por eso, es poco frecuente que se produzcan complicaciones, como inflamaciones o lesiones.
Nota: Con algunas enfermedades, como la epilepsia, no se deben aplicar métodos como la terapia con campos magnéticos.