¿Dieta BARF o comida convencional para perros?

¿Dieta BARF o comida convencional para perros? ¿O mejor cocinar la comida en casa? Las opiniones sobre el mejor método de alimentación son tan variadas como los tipos de comida disponibles en el mercado. ¿El BARF es realmente más sano? ¿La comida húmeda está más buena y el pienso es más barato? Te presentamos las ventajas e inconvenientes más importantes de los distintos métodos.

Antes de nada, hay que decir que no existe un método que sea el mejor para todos los perros. Ya sea alimentación biológicamente apropiada (BARF), comida casera, pienso o comida húmeda, cada uno tiene sus pros y sus contras. Básicamente, puedes alimentar al perro de forma saludable y proporcionarle la energía y nutrientes que necesita con todas las variantes.

Dieta BARF o comida convencional para perros: ¿una cuestión de gusto?

La cuestión sobre el mejor método de alimentación no es un asunto de correcto o incorrecto. Más bien, se trata de una cuestión de opciones y necesidades personales. ¿Qué comida tolera mejor mi perro? ¿Cuánto tiempo tengo para prepararla? ¿Mi perro tiene enfermedades que requieran un tipo de comida especial? ¿Puedo permitirme el método alimentario en cuestión?

Para facilitarte un poco la decisión, primero te explicaremos las diferencias entre la dieta BARF y la comida convencional. Además, te aclararemos las ventajas y los inconvenientes de cada método.

Las cuatro categorías de la comida para perros

En los supermercados, tiendas de animales e internet hay más oferta de comida para perros que para ningún otro animal. Da igual si es para cachorros, adultos, perros mayores, deportistas, con sobrepeso, alérgicos, enfermos, grandes o pequeños. Hay una gran selección de comida especial para cada peludo.

Por eso, no es de extrañar que la gente se sienta abrumada por semejante oferta, especialmente los principiantes. Por eso, vale la pena conocer unos cuantos datos sobre los distintos tipos de comida.

Normalmente, se distingue entre cuatro categorías de comida para perros:

1. Pienso
2. Comida húmeda
3. BARF (alimentos crudos frescos)
4. Comida cocinada en casa

Dieta BARF o comida convencional para perros: información de interés

En el pienso clásico se descomponen las materias primas desecadas y molidas mediante calor, y se prensan en forma de croquetas. Está disponible en sacos grandes y tiene una durabilidad entre baja y media.

Con la comida húmeda, las materias primas troceadas y mezcladas se introducen y calientan directamente en latas estancas. De este modo, la comida tiene una consistencia más blanda, un sabor más intenso y un contenido de agua y proteínas más alto. El calentamiento en la lata cerrada permite que el contenido se conserve durante mucho tiempo.

La tercera forma de alimentación canina, el BARF, se ha ido consolidando en los últimos años. Este método consiste en carne fresca cruda no procesada con fruta y verdura crudas, normalmente en forma de puré.

BARF son las siglas inglesas de born-again raw feeders. Aunque suelen utilizarse las siglas inglesas, en español se han adaptado como ACBA (alimentación cruda biológicamente apropiada).

Si no te apetece manipular carne cruda, puedes elegir la comida casera. Se trata de cocinar todos los ingredientes y congelarlos o hacer conservas con ellos en raciones. Para algunos perros es más digerible una ración de comida casera no cruda, sino cocinada. De este modo, se consiguen raciones de comida húmeda caseras.

Lee también este artículo sobre dieta BARF para cachorros.

Ventajas del pienso

Todos los métodos de alimentación tienen sus pros y sus contras. A la hora de elegir entre dieta BARF o comida convencional para perros, debes decidir qué criterios te importan más.

Sin duda, dos de las mayores ventajas del pienso son el almacenamiento y la manipulación práctica. Además, el tipo de embalaje hace que la cantidad de residuos sea limitada.

Los sacos se pueden comprar de muchos kilos y repartir sin problema. Si sales mucho con el perro, este racionamiento te resultará muy sencillo y limpio. Esto es muy práctico, especialmente para ir de viaje y excursión.

Otra ventaja es que el pienso presenta un contenido nutricional muy alto, incluso en cantidades pequeñas. En comparación con la comida húmeda, las raciones son mucho más pequeñas. Asimismo, los nutrientes se descomponen en la elaboración mediante un proceso de calentamiento a muy altas temperaturas. De este modo, el alimento presenta una elevada digestibilidad.

Además, en función del tamaño y la densidad, las croquetas secas estimulan la masticación del perro. El tamaño de estas se debe elegir según el tamaño y la mandíbula del animal.

Inconvenientes del pienso

Al mismo tiempo, la forma de las croquetas no permite saber qué materias primas procesadas contiene. El mayor inconveniente del pienso es, sin duda, la incertidumbre sobre la calidad de los componentes. Por eso, es recomendable leer bien la lista de ingredientes del envase.

Otro problema es la falta de aporte de líquidos. Como el pienso contiene tan poca humedad, los cuidadores deben asegurarse de que el perro beba suficiente agua.

Ventajas de la comida húmeda

En cambio, la comida húmeda está compuesta por un setenta u ochenta por ciento de líquido. Este tipo de alimento es ideal para los perros que beben poca agua. A los peludos exigentes les gusta más la comida húmeda porque tiene un sabor más intenso que el pienso. Además, los perros pequeños suelen preferir la consistencia blanda de este tipo de alimento.

Por otra parte, el porcentaje de proteína animal, indispensable para los perros, suele ser superior que el del pienso. Gracias al calentamiento en envases cerrados, como latas o bolsas frescas, se obtiene un periodo de conservación muy largo. Asimismo, los ingredientes de la comida húmeda también se descomponen por calentamiento, como en el pienso. Esto repercute positivamente en la digestibilidad.

Inconvenientes de la comida húmeda

Al igual que con el pienso, con la comida húmeda también hay que fijarse en la lista de ingredientes. El porcentaje de carne y subproductos animales debe ser proporcional.

En cuanto a la calidad de las proteínas animales, puede haber grandes diferencias entre fabricantes. No obstante, esto también pasa con el pienso y los menús preparados de BARF.

Otro inconveniente es la poca durabilidad de los envases abiertos. Una vez abierta la lata, la comida se estropea rápidamente. Además, hay gente a la que le molesta el olor intenso de la comida húmeda. Por último, la gran cantidad de residuos de envases, sobre todo latas, es otro aspecto desfavorable.

Ventajas del método BARF

En la comparación entre dieta BARF o comida convencional para perros, los defensores del BARF lo consideran más natural, acorde a la especie y, por tanto, saludable. No obstante, si realmente es un método más saludable es algo que aún no se ha demostrado científicamente. Eso sí, como las raciones las compones tú mismo/a, puedes adaptarlas mejor a las necesidades individuales de tu perro.

Por ejemplo, si tiene alergias, puedes reemplazar los componentes alergénicos por otros. Además, con el BARF puedes tener en cuenta factores individuales como el tamaño, el peso o el nivel de actividad.

Asimismo, el uso de componentes nutricionales individuales, es decir, carne, fruta y verdura frescas, permite evaluar mejor la calidad.

Inconvenientes del método BARF

La composición de los productos constituye en sí uno de los problemas del BARF. Para adaptar las raciones correctamente a la demanda nutricional del perro se requiere mucha experiencia y conocimientos.

Una evaluación errónea de los nutrientes conduce fácilmente a déficits y excesos. Estos pueden tener graves consecuencias para la salud. Además, un mal cálculo de la demanda energética puede provocar aumentos o pérdidas de peso.

Otro riesgo de la alimentación cruda son los agentes patógenos que pueden estar presentes en la carne, el pescado y el huevo crudos. Los perros que no enferman por estos patógenos podrían transmitir bacterias a las personas.

Los niños pequeños y las personas mayores e inmunodeprimidas son los que corren más peligro. Al cocinar la comida mueren la mayoría de bacterias. En cambio, pueden sobrevivir mucho tiempo en el congelador y seguir reproduciéndose durante el proceso de descongelación.

Otro inconveniente es el elevado coste de los alimentos frescos y la enorme inversión de tiempo que implica componer, comprar, cortar y mezclar los ingredientes.

Por cierto: nunca le des carne de cerdo cruda a tu perro porque puede transmitir el virus de la enfermedad mortal de Aujeszky.

Ventajas de la comida casera

La mayor ventaja de cocinar la comida en casa es la transparencia a la hora de elegir los ingredientes. Aquí puedes elegir la calidad y el origen de los componentes de la comida. Además, te permite abordar las necesidades de tu perro muy específicamente.

Una ventaja respecto al BARF es que la carne se cocina bien. Por lo tanto, no suele producirse ninguna transmisión de agentes patógenos. Por otra parte, los ingredientes se descomponen por el proceso de calentamiento, así que son más fáciles de digerir.

Inconvenientes de la comida casera

Al igual que con el BARF, el gran inconveniente de este método es la elevada inversión de tiempo y dinero. Si preparas las raciones y las congelas, reduces el tiempo invertido a un solo día. Sin embargo, las raciones congeladas ocupan mucho espacio en el congelador.

La composición de los productos constituye en sí otro problema, como en el BARF. Para evitar perjuicios para la salud a largo plazo, se requieren muchos conocimientos sobre sus requisitos para una alimentación equilibrada. Si no tienes estos conocimientos, es mejor que pidas ayuda a un profesional que elabore una dieta personalizada.

Dieta BARF o comida convencional para perros: resumen de ventajas e inconvenientes

Conclusión

Al ver la tabla es evidente que los pros y los contras de los distintos métodos están repartidos homogéneamente.

Así pues, no existe una respuesta generalizada a si es mejor darle al perro la dieta BARF o comida convencional para perros. Al fin y al cabo, los perros también son individuos con necesidades, gustos y exigencias distintos.

La decisión sobre cuál es el mejor alimento para tu perro la debes tomar tú mismo/a. No dejes que las opiniones de los cuidadores del parque y de los foros de internet te confundan. Lo importante es que tanto tú como el perro estéis contentos con la elección.

Cuestión de contenido, no de forma

Lo más importante es que la comida cubra la demanda nutricional del perro y le proporcione todo lo que necesita para un desarrollo saludable. Si este es el caso, importa menos la forma del alimento que el contenido. Si echas un vistazo a los componentes y su calidad, puedes alimentar a tu perro de manera suficiente y saludable con dieta BARF o comida convencional para perros.

Lo importante es que tengas en cuenta su edad, peso, tamaño y nivel de actividad a la hora de elegir. Además, las enfermedades y alergias desempeñan un papel esencial.

Por otra parte, las circunstancias personales también influyen en la decisión. Piensa bien en cuánto tiempo puedes dedicarle a la preparación de la comida. Asimismo, reflexiona sobre los costes y sobre si viajas mucho con el perro.

La mejor solución para ambos

Habla también con el veterinario sobre los distintos métodos de alimentación. Puede que una combinación de pienso y comida húmeda o BARF y comida convencional sea una buena solución.

Para los principiantes que quieran atreverse con el BARF, los menús que se venden racionados en internet son muy prácticos. Una cosa está clara: mientras la demanda energética y nutricional del perro esté cubierta y él esté sano y vital, no hay método incorrecto.