Si detectas un bultito en la piel de tu gato cuando lo acaricias, es muy posible que sea una verruga. Las verrugas en gatos se parecen mucho a otras alteraciones de la piel. Si se trata o no de cáncer de piel es algo que solo puede determinar el veterinario. Te explicamos todo lo que debes saber sobre las verrugas en gatos y su tratamiento.
Verrugas en gatos

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Las verrugas en gatos pueden transformarse en un peligroso cáncer de piel y se deben examinar.
¿Son peligrosas?
Las verrugas son papilomas y suelen ser la consecuencia de una infección vírica de papilomavirus. En el caso de los gatos, estos son papilomavirus felinos, que se introducen en el cuerpo a través de heridas.
Hay ciertos papilomavirus que pueden provocar sarcoides nudosos en los gatos. Se trata de un tipo de tumor, también conocido como fibropapiloma cutáneo. Por lo tanto, las verrugas en gatos tienden a transformarse en cáncer de piel.
¿Son muy frecuentes?
Mientras que las verrugas en perros son relativamente frecuentes, en gatos están menos extendidas. Aunque no siempre les salen verrugas, parece ser que muchos gatos están infestados de papilomavirus.
¿Qué razas son más propensas?
En general, cualquier gato puede tener una verruga, independientemente del sexo y la raza.

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En los perros, las verrugas tienen forma de coliflor. En cambio, las de los gatos parecen más bien placas planas, es decir, alteraciones de la piel de tipo manchas. Además, muchos gatos con verrugas tienen la piel escamosa en las zonas afectadas.
En la mayoría de casos, las verrugas en gatos son oscuras y presentan algunos daños en la superficie. Si las verrugas se inflaman por una infección bacteriana, pueden hincharse y ser dolorosas.
Tamaño
Al principio, las verrugas en gatos llegan a medir unos ocho milímetros de diámetro como máximo. Sin embargo, no se puede descartar que crezcan con el tiempo.
Zonas de localización frecuentes
En general, las verrugas pueden aparecer en cualquier zona de piel, incluso en la mucosa de la boca. Las verrugas en gatos se observan con mayor frecuencia en las zonas siguientes:
- En la cabeza
- En el cuello
- En las patas
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
Como los inexpertos no pueden distinguir una verruga de un tumor maligno, es aconsejable ir al veterinario. Este podrá examinar la verruga minuciosamente y, si es necesario, extirparla.
Para diferenciar las verrugas de otras enfermedades cutáneas, el veterinario debe examinar el tejido en profundidad. Para ello, toma una muestra de tejido y la envía a un laboratorio especializado para que analicen las células.
Otra opción diagnóstica son los métodos biológico-moleculares, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Con un test PCR se puede determinar si la causa de las verrugas en gatos son papilomavirus.
Las verrugas en gatos son más propensas a transformarse que las de los perros. Por eso, los veterinarios recomiendan extirparlas precozmente. Para ello, se utilizan los métodos siguientes:
- Extirpación mediante corte (escisión)
- Crioterapia
- Terapia láser
- Tratamiento medicamentoso
Regeneración no excluida
Aunque el veterinario haya extirpado la verruga, esta puede volver a crecer. Por eso, debes observar la zona después de la intervención y, si es necesario, acudir al veterinario.
La causa de la formación de verrugas en gatos es una infección anterior de papilomavirus. Hay siete tipos de estos virus específicos de los gatos (a fecha de mayo de 2023), siendo el FdPV2 el más frecuente.
Nota: Una infección no provoca la formación de verrugas por sí sola, sino que también influyen otros factores. Una inmunodepresión por una enfermedad subyacente puede favorecer igualmente el crecimiento de verrugas.
¿Son contagiosas?
Solo los papilomavirus que provocan las verrugas en gatos son contagiosos. Los gatos pueden contagiarse de estos virus de dos maneras y las heridas aumentan el riesgo de infección:
- Contacto con gatos enfermos: si tu gato tiene contacto con un gato enfermo, los virus pueden penetrar en su piel. Esto puede pasar, por ejemplo, cuando se asean unos a otros, se hacen mimos o se pelean.
- Contacto con un entorno contaminado: se sabe que los papilomavirus sobreviven en el entorno durante mucho tiempo. Por eso, también es posible que tu gato se contagie por contacto indirecto.
Por ejemplo, los virus pueden encontrarse en un cepillo con el que hayas cepillado a un gato infectado. Si ahora cepillas al gato no infectado, existe el riesgo de transmitirle los virus.
¿Las personas pueden contagiarse de papilomavirus felinos?
No. Los papilomavirus son muy específicos del huésped. Esto significa que no son compatibles con el cuerpo humano y solo sobreviven un tiempo limitado. Por eso, las personas no pueden contagiarse de los papilomavirus felinos.
En general, las verrugas son alteraciones cutáneas benignas. Sin embargo, en los gatos se transforman en cáncer de piel más a menudo que en los perros. Por este motivo, es importante llevar al gato al veterinario cuando la verruga aún se encuentre en un estadio inicial.
Si ya se ha transformado, el pronóstico dependerá del tipo de tumor.
Prevención: ¿se pueden evitar?
Una gran parte de la población felina ya es portadora de papilomavirus felinos. Sin embargo, estos no provocan verrugas o tumores obligatoriamente. No obstante, este hecho dificulta la prevención de las verrugas en gatos.
Fomento de un sistema inmunitario sano
Lo que sí puedes hacer es fortalecer el sistema inmunitario de tu gato. Con ello, contribuirás a que el cuerpo del gato pueda superar los virus de la mejor manera posible:
- Dale una alimentación acorde a la especie.
- Adapta la tenencia de tu gato a sus necesidades.
- Evita que esté sometido a estrés, ya que este puede afectar a su salud considerablemente.