A la mayoría de los perros se les ducha con frecuencia o se les lava en profundidad en la peluquería canina. Pero ¿qué implica el cuidado de la piel y del pelaje de los gatos? ¿Se puede o no bañar a un gato?
¿Se puede bañar a un gato?

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Cuidado del pelaje los gatos
Los gatos son animales aseados y rara vez están verdaderamente sucios. Aunque la expresión «lavarse como un gato» se refiera a una limpieza breve, rápida e insuficiente, los mininos no lo consideran algo superficial y dedican una gran parte del día al cuidado de su pelaje. Para ello emplean su lengua: una herramienta maravillosa para su aseo, recubierta de numerosas papilas cónicas con una textura áspera. Estas papilas gustativas, orientadas hacia atrás, también resultan útiles en la caza y en la ingesta de alimentos.

Las papilas no solo son prácticas para quitar el pelo o plumas de sus presas, sino también para limpiar y cepillar el pelo, ya que les permiten quitar fácilmente la suciedad, el barro, el pelo suelto e incluso los parásitos. A veces, los felinos con pelo largo requieren ayuda humana, no tanto para su limpieza, sino más bien para eliminar el pelo muerto. Por tanto, son pocas las ocasiones en las que los gatos necesitan una ducha o un baño.
Cuando es necesario duchar al gato
Si el gato está muy sucio o no puede limpiarse por sí solo debido a una herida, un baño no viene mal.
En estos casos debes lavar a tu minino con agua tibia y un poco de champú para gatos. Asimismo, debes asegurarte de que la temperatura del ambiente esté templada para que no pase frío. También deberías tener una toalla preparada para secarlo. Es fundamental que seas muy cuidadoso, ya que muchos gatos temen al agua.

Entonces, ¿se puede bañar a un gato o no?
En definitiva, los gatos requieren poca ayuda para mantener su pelaje limpio. En concreto, en el caso de los felinos de pelo largo o durante el período de muda se recomienda, de vez en cuando, utilizar peines y cepillos para gatos. No obstante, los felinos por lo general se encargan del cuidado de su pelaje por sí solos. El pelo ingerido se elimina, en el mejor de los casos, de manera natural. Algunos productos como la hierba para gatos y la malta los pueden ayudar.

Si tu gato se ha dado un baño de barro y su práctica lengua no es suficiente, primero deberías intentar quitar con un paño seco la mayor parte de la suciedad. Si aun así el minino no queda limpio, deberías bañarlo. En el caso de que el pelo de tu gato tenga parásitos, debes pedir consejo a tu veterinario.
Este puede ofrecerte una serie de opciones para su tratamiento con los que puedes evitar tener que ducharlo. En general, los gatos son animales muy limpios y disponen por naturaleza de la mejor herramienta para asearse. Excepto en las pocas ocasiones en las que se tiene que emplear el cepillo, rara vez precisan la ayuda de los humanos.