Seguro que el acné nos suena a todos, pero ¿habías oído hablar del acné felino? Te enseñamos a detectar los signos del acné en gatos y cómo ayudar a tu minino.
Acné felino
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En casos aislados, el acné felino puede extenderse a la boca y la nariz.
Índice
Causas del acné felino
Normalmente, las glándulas sebáceas producen un sebo que protege la epidermis frente a la sequedad. Si existe un trastorno de drenaje del sebo, este ya no puede escaparse y las glándulas sebáceas se obstruyen.
La aparición del acné la causa concretamente el aumento de la producción de sebo en combinación con una alteración de la queratinización (hiperqueratosis o paraqueratosis).
La hiperqueratosis constituye la formación excesiva de queratinocitos en la epidermis. Puede venir provocada por diferentes factores de inmunodeficiencia, como estrés, desgaste mecánico, rayos UV o infecciones.
En cambio, la paraqueratosis describe una queratinización alterada de la epidermis. Las causas pueden ser intoxicaciones (p. ej., por talio), enfermedades infecciosas y deficiencias de nutrientes importantes (p. ej., de zinc).
Estos trastornos de queratinización suelen tener como consecuencia una inflamación bacteriana de las glándulas sebáceas. Los hongos y ácaros que se encuentran obligatoriamente en la piel también se reproducen bruscamente a causa de la inflamación.
Síntomas más importantes
El acné felino aparece frecuentemente en la zona del mentón y rara vez en la boca y la nariz. En función de la gravedad, provoca varias impurezas cutáneas:
- Pápulas de tipo nódulos
- Granos purulentos (pústulas)
- Espinillas en forma de puntos negros (comedones)
No suelen aparecer más síntomas, aunque puede haber casos de picor o dolor.
No obstante, si la inflamación de las glándulas sebáceas alcanza las capas profundas de la piel, muchos gatos están agitados, se rascan más, se les cae el pelo y tienen la piel escamosa.
Diagnóstico: ¿qué hace el veterinario contra el acné felino?
Debido a las llamativas impurezas de la piel, el veterinario suele sospechar de acné felino enseguida. Para determinar el mejor tratamiento, lo que hace a continuación es averiguar la causa subyacente.
Además de la anamnesis y el chequeo clínico, es importante que realice exámenes cutáneos especiales.
Por ejemplo, puede extraer una muestra de pelo o realizar un frotis cutáneo. Esto le permite detectar bacterias u hongos (p. ej., Malassezia), que suelen participar en la inflamación.
Las infestaciones parasitarias (p. ej., de ácaros) se detectan con ayuda de un raspado cutáneo. Se trata de raspar las zonas de piel afectadas con un escalpelo para luego analizar el material bajo el microscopio.
Tratamiento: ¿qué se puede hacer para combatirlo?
Con un acné felino leve, suele bastar con realizar limpiezas desinfectantes periódicamente. En cambio, los casos graves requieren el uso de medicamentos, como pomadas o comprimidos:
- Infecciones bacterianas: antibióticos (después de un test de resistencia)
- Infecciones fúngicas: antimicóticos
- Parásitos: antiparasitarios
Además, conviene reducir el estrés del gato y mantener una buena higiene del comedero y el arenero.
Remedios caseros
El tratamiento por cuenta propia del acné felino se debe hablar previamente con el veterinario. Los remedios caseros, como el aceite de coco y las infusiones de manzanilla, sirven para limpiar la piel y despegar las costras. Las pomadas de vitamina A alivian la piel irritada.
No obstante, estos remedios no bastan en casos graves, aunque puedes utilizarlos para reforzar el tratamiento del veterinario.
Nunca trates a tu gato con medicamentos antiacné para personas y déjale la extracción de los comedones al veterinario.
También es aconsejable reducir el estrés del gato y mantener una buena higiene del comedero y el arenero.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
Aunque el acné felino suele evolucionar en forma de brotes, el pronóstico es bueno en la mayoría de casos. De hecho, la calidad de vida del gato apenas se ve afectada, aunque el problema suele persistir mucho tiempo.
Las inflamaciones graves de las glándulas sebáceas casi nunca provocan la inflamación de los tejidos más profundos ni septicemia.
Profilaxis: ¿cómo se puede prevenir?
Se recomienda practicar una profilaxis antiparasitaria regular con collares, pipetas o comprimidos. También se debe dar al gato una alimentación equilibrada para evitar deficiencias y excesos nutricionales.
Si tu gato ya tiene acné, puedes frenar los brotes subsiguientes con una limpieza periódica. Sin embargo, no la realices más de una o dos veces por semana. De lo contrario, el desinfectante secaría la piel y la dañaría aún más.
Asimismo, se cree que los comederos de plástico favorecen el acné felino. Por lo tanto, es recomendable cambiarlos por comederos de acero inoxidable o cerámica, más fáciles de limpiar.