Para diagnosticar una peritonitis en perros, el veterinario realiza varios exámenes. Primero te preguntará por la evolución de los síntomas y tratamientos y cirugías anteriores.
Tras un chequeo general, realizará lo siguiente:
Palpación de los órganos abdominales
Si tu perro tiene fuertes dolores de vientre, probablemente tendrá la pared abdominal tensa. En cambio, en los perros apáticos suelen poderse palpar los órganos abdominales por fuera.
En función del tamaño, la posición y la naturaleza, el veterinario ya puede detectar los primeros signos de peritonitis.
Métodos de imagen
Para acercarse más al diagnóstico de la peritonitis, es útil hacer una radiografía o una ecografía.
Una característica típica del cuadro clínico de una peritonitis en perros es una pérdida de detalle en la región abdominal. Los órganos no son tan visibles como en perros sanos. El motivo es la creciente acumulación de líquido, que provoca un derrame en el vientre.
Punción abdominal
Aunque un derrame se puede ver en la radiografía, esta no permite evaluar la calidad del líquido. Por eso, el veterinario extrae una muestra con ayuda de una punción abdominal.
Para ello, succiona líquido de la cavidad abdominal para analizarlo. Un derrame con una alta concentración de células y proteínas es típico de la peritonitis en perros.
Análisis de sangre
Un análisis de sangre ofrece más información sobre posibles causas y la gravedad de la peritonitis.
Por ejemplo, en casos graves suele haber un aumento de glóbulos blancos (leucocitosis) y granulocitos neutrófilos.