Cuando piensas en alguna raza de perro alemana seguro que la primera que te viene a la mente es el pastor alemán. Esto seguro que se debe no solo a su tamaño y a su llamativa presencia, sino también a que nos lo encontramos a diario desempeñando sus funciones como perro de trabajo o compañía. Antes de contarte todo sobre la alimentación para pastores alemanes te revelamos algunos datos importantes sobre esta raza:
A finales del siglo XIX se fundó la asociación de perros pastores alemanes, la cual, desde entonces, fija el estándar de cría de esta raza. El pastor alemán es el resultado de la cría de los perros pastores del centro y del sur de Alemania: se intentaba conseguir un perro de trabajo con un alto rendimiento.
Con una altura a la cruz de 55 a 65 centímetros (las hembras hasta 60 centímetros), los deportistas perros protectores pueden pesar entre 22 y 40 kilos (las hembras hasta 32 kilos). Son de complexión musculosa, pero a la vez delgada y estirada. Su esperanza de vida es de alrededor de 13 años, lo que es magnífico para una raza de perros grandes. El pelaje requiere pocos cuidados, es robusto y corto, de color negro con marcas desde amarillas a rojo amarronadas y con un subpelo denso.
Perros de familia deportistas
Los ágiles perros pastores adoran hacer deporte como correr o ir en bici con su humano o el agility, así como dar largos paseos con cualquier clima. Como perros de pastoreo, los pastores alemanes tienen un espíritu familiar y un instinto protector muy desarrollado, por lo que, en general, les encantan los niños. Tienen mucha paciencia, son seguros de sí mismos y valientes. Además, en situaciones de peligro suelen ser intrépidos y combativos.
La innata obediencia y el afán de gustar a su humano de referencia, hace del pastor alemán un candidato ideal para los deportes para perros, así como para la formación de perros de rescate, búsqueda y policía. También destaca como perro guía y como acompañante de personas con discapacidad. Cuando se trata de su educación, estos animales no necesitan tono duro, les gusta aprender a través del refuerzo positivo y de las recompensas y, a la vez, con consecuencia. Cuando han sido formados de esta manera son leales miembros de la familia o compañeros de trabajo.
Lamentablemente las enfermedades articulares están a la orden del día en los pastores alemanes, sobre todo, la displasia de cadera y de codos. Los animales afectados tienen una libertad de movimiento limitada y padecen dolores. Un examen veterinario para la displasia de cadera en las asociaciones de la cría, así como una evaluación genética para la cría, reducen la propagación de la enfermedad.
Alimentación para pastores alemanes cachorros
El activo pastor alemán es una raza de perro grande. Los cachorros y los perros jóvenes de esta raza necesitan un alimento con un contenido energético moderado adaptado a sus necesidades individuales para que no crezcan demasiado rápido. Se recomienda, sobre todo en el caso de los perros de razas grandes, elaborar una curva de crecimiento para poder vigilar de cerca el crecimiento saludable. El peso final de un perro está estipulado genéticamente y puede ser alcanzado, e incluso superado, demasiado pronto debido a una ingesta excesiva de energía mediante la comida, a pesar de que el aparato locomotor aún no esté muy estable. Esta sobrecarga puede causar una mala alineación de las extremidades. Dado que el pastor alemán tiene una tendencia a lidiar con enfermedades articulares, una alimentación adaptada es muy importante para esta raza.
Por lo tanto, para un crecimiento saludable, los cachorros de pastor alemán necesitan recibir una ingesta energética adecuada, así como un suministro equilibrado, basado en sus necesidades, de oligoelementos, vitaminas y minerales, y, sobre todo, calcio y fósforo.
La recomendación de las cantidades de comida para un cachorro se rigen, por un lado, por el peso del perrito y, por otro, por el peso final que tendrá cuando sea adulto. El peso estipulado se averigua con el peso del progenitor del mismo sexo, por ejemplo, en caso de un macho, se cogería el peso del padre como valor orientativo. También hay que tener en cuenta el grado de actividad a la hora de calcular las raciones diarias.