Cuidador de gatos: mininos bien atendidos

Cuidador de gatos

Las caricias son uno de los cometidos de un cuidador de gatos.

Vacaciones, viajes de trabajo y estancias hospitalarias: en estas situaciones, muchos deciden contratar a un cuidador de gatos si no pueden cuidar de su minino. Te explicamos cómo debe ser un buen catsitter y cuánto cuestan sus servicios.

¿Qué es un cuidador de gatos?

Un cuidador de gatos viene a tu casa y se ocupa de tu minino si te vas a ausentar durante un periodo prolongado. Esta forma de asistencia presenta una ventaja clara frente a las residencias felinas: el gato no debe abandonar su espacio vital.

Los gatos son animales de costumbres y les gusta la rutina. De hecho, muchos prefieren que los alimenten siempre a la misma hora. Los gatos de exterior suelen salir de excursión a la misma hora y vuelven puntualmente por la noche para comer. Además, las camas y zonas de descanso habituales les transmiten protección y seguridad.

Tareas de un cuidador de gatos

Si contratas a un cuidador de gatos, tu minino puede permanecer en casa mientras estás fuera. Un profesional responsable se pasa por tu casa al menos dos veces al día, le da de comer al gato y limpia el arenero.

En función de qué acuerdes con él, también lo cepillará, jugará con él o le dará la medicación que necesite. Además, algunos asumen otras tareas, como recoger el correo o regar las plantas. Los hay que incluso se ofrecen a mudarse a tu casa para que el gato no se sienta tan solo.

Cuidador de gatos
Una de las tareas más importantes de un cuidador de gatos es la alimentación.

Es recomendable contratar a alguien como cuidador de gatos que ya conozca al minino. Por ejemplo, puede ser un amigo de la familia o un vecino. Así, al menos el gato está con alguien de confianza si tiene que pasar un tiempo sin su querido cuidador.

Lo ideal sería que la persona elegida tenga experiencia con gatos o incluso tenga los suyos propios. En este último caso, puedes ofrecerle a esta persona cuidarle al gato cuando esté de vacaciones a cambio del favor.

Las bases de la tenencia de gatos

La gente sin gato propio también puede asumir esta tarea de tanta responsabilidad. Los amantes de los gatos que no pueden tenerlos agradecen la posibilidad de pasar mucho tiempo con uno.

No obstante, recuerda que si la persona elegida no tiene mucha experiencia, necesitará instrucciones detalladas sobre alimentación, cuidados y salud: ¿qué y cuánto come tu gato? ¿Cómo se limpia el arenero? ¿Cómo se sabe si un gato está enfermo? ¿Qué hay que hacer en caso de emergencia?

Si no encuentras a nadie en tu círculo de amistades y conocidos, deberás buscar a un cuidador de gatos profesional. En internet hay varias plataformas en las que estos cuidadores ofrecen sus servicios, probablemente también en tu zona.

Echa un vistazo a los perfiles y busca los que tengan buenas opiniones. Consejo: un cuidador de gatos profesional suele contar con un seguro que cubre los daños en caso de incidente. Si has encontrado a un candidato, puedes concertar una cita sin compromiso en tu casa para conoceros.

Aclaración de aspectos importantes de antemano

Observa cómo se comporta el posible cuidador de gatos con tu minino. ¿Puedes imaginarte a tu gato a su cargo durante un tiempo? ¿Te hace preguntas importantes sobre rutinas, preferencias, aversiones y la salud de tu gato?

Para que no haya problemas en tu ausencia, debes aclarar todos los aspectos importantes de antemano. ¿Cuándo, cómo y con qué lo alimentas? ¿Qué juegos le divierten? ¿Dónde le gusta que lo acaricien y dónde no? ¿Dónde guardas la arena, la comida, los productos de limpieza y el transportín? ¿Quién se hará responsable si pasa algo?

Cuidador a prueba

Es útil recoger esta información por escrito y anotar los datos de contacto de tu veterinario. Para ir sobre seguro, define las condiciones generales, como horarios, honorario y servicios acordados, en un contrato.

Si sigues sin estar convencido/a, puedes pedirle al cuidador de gatos un día de prueba. A continuación, podéis discutir los últimos cabos sueltos y acordar, por ejemplo, que te mande fotos y actualizaciones del gato. De esta manera, sabrás que tu minino está bien y podrás seguir disfrutando de las vacaciones.

El precio de un cuidador de gatos depende de la zona y del tipo de facturación. Si se calcula en visitas, suele situarse entre los 10 y los 20 euros. Además, puede que alguno te cobre los gastos de desplazamiento.

Si confías el cuidado de tu gato a un conocido, vecino o amigo, decide cómo se lo agradecerás. Por ejemplo, podrías traerle un regalo de las vacaciones u ofrecerte a hacerle de catsitter si se da la ocasión.

¿Cómo puedo hacerme cuidador de gatos?

Suena a trabajo ideal: acariciar, alimentar y cuidar gatos y, encima, ¡ganar dinero con ello! Aunque no existe ninguna formación oficial, debes tener mucha experiencia teórica y práctica con gatos para hacer este trabajo.

Por ejemplo, puedes hacer unas prácticas en una residencia felina o en la protectora de animales. Así, practicarás el cuidado de gatos ajenos. Si quieres hacerte autónomo/a, infórmate sobre los requisitos legales de tu región o averigua si debes montar un negocio.

¿Cuánto se gana?

Como decíamos, un cuidador de gatos gana entre 10 y 20 euros por sesión. Sin embargo, a menos que encuentres trabajo en una empresa de cuidadores de gatos, deberás hacerte autónomo/a. Esto, naturalmente, implica ciertos gastos y el pago de impuestos

Conclusión: la mejor opción

Como animales apegados a sitios y personas, a los gatos no les gusta abandonar su entorno habitual. Si les hiciéramos elegir entre que los cuide alguien en casa o ir a una residencia felina, la mayoría escogerían al cuidador. Si has encontrado a un cuidador de gatos de confianza y profesional, podrás irte de viaje con la conciencia tranquila.

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