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En primer lugar, el veterinario realiza un examen general del perro.
¿Tu perro, que suele ser superalegre y ágil, está cansado y camina detrás de ti cuando salís a pasear? Puede que la enfermedad de Addison en perros sea la causa. Te explicamos lo más importante sobre este tema.
La enfermedad de Addison en perros es una patología grave con distintos síntomas que requiere tratamiento de por vida. En caso de producirse una crisis de Addison, la enfermedad puede incluso ser mortal.
Causas: ¿cómo aparece la enfermedad?
Las causas de esta enfermedad (también llamada hipoadrenocorticismo en perros o insuficiencia suprarrenal) son muy variadas y todavía parcialmente desconocidas. Por eso, para simplificar, los médicos clasifican la enfermedad en primaria y secundaria según el desencadenante.
Enfermedad de Addison primaria: origen en la glándula suprarrenal
La mayoría de perros afectados contraen la forma primaria de la enfermedad. Esta se produce por la destrucción del tejido de la glándula suprarrenal. Lo más habitual es que los daños afecten a la corteza suprarrenal, donde se produce aldosterona y cortisol. Las pocas células funcionales remanentes no producen suficientes hormonas, disminuyendo así el nivel de cortisol y aldosterona en sangre. Si se produce un trastorno electrolítico por la falta de aldosterona, también se habla de enfermedad típica de Addison. En cambio, si solo hay un déficit de cortisol, la enfermedad de Addison se denomina atípica.
Los daños en el tejido glandular tienen las causas siguientes:
Transmisión por herencia: ciertas razas grandes, como el gran danés, el leonberger o el caniche, son particularmente propensas a la enfermedad de Addison.
Enfermedades autoinmunes: el cuerpo produce células inmunitarias que atacan a las células propias del cuerpo. La consecuencia son daños en gran variedad de órganos, incluida la glándula suprarrenal.
Adquirida: hay enfermedades, como infecciones o tumores, que pueden dañar el tejido de la glándula suprarrenal.
Yatrogénicas: si el perro recibe glucocorticoides (cortisona) durante mucho tiempo o deja de recibirlos de repente, la glándula suprarrenal ya no puede retomar su función con suficiente rapidez. Por así decirlo, esta forma de enfermedad de Addison en perros la provoca el veterinario (yatrogénica).
Síndrome de Cushing: en realidad, esta es una hiperfunción de la glándula suprarrenal. En el peor de los casos, esta hiperfunción acaba con un fallo total de la glándula suprarrenal. Si esto sucede, el perro desarrolla la enfermedad de Addison.
Enfermedad de Addison secundaria: origen en la hipófisis
Si la hipófisis o el hipotálamo, una parte importante del diencéfalo, presentan una alteración, aparece una enfermedad de Addison secundaria. La hipófisis y el hipotálamo son los centros de control superiores de las glándulas suprarrenales. Regulan su actividad hormonal a través de la hormona corticotropa (ACTH) y la hormona liberadora de corticotropina (CRH). Si no se segrega ACTH o se produce demasiada CRH, no tiene lugar la producción de cortisol.
Síntomas: ¿cuáles son los signos más importantes?
En función de si falta solo cortisol o también aldosterona, la enfermedad de Addison en perros presenta distintos síntomas. La aldosterona causa un cambio en el sodio y el potasio. Por eso, los perros con un mayor déficit de ambas hormonas sufren un curso más grave de la enfermedad. Los síntomas siguientes son posibles signos de la enfermedad de Addison en perros:
Síntomas generales: debilidad, malestar general y comportamiento depresivo
Desórdenes gastrointestinales: diarrea intensa (posiblemente sanguinolenta), vómitos, falta de apetito y pérdida de peso
Mayor ingesta de agua y, por consiguiente, mayor micción (polidipsia y poliuria)
Temblores musculares o espasmos
Crisis de Addison (estado similar al shock): insuficiencia cardiovascular, hipotermia, debilidad, hipotensión y peligro mortal por un aumento repentino del nivel de potasio (hiperpotasemia)
Diagnóstico: ¿cómo se detecta el hipoadrenocorticismo en perros?
La enfermedad de Addison en perros es bastante rara y suele manifestarse con síntomas no específicos. Por eso, es difícil diagnosticarla. Si el veterinario sospecha que el perro sufre esta enfermedad, iniciará varios exámenes especiales.
Con análisis de sangre y mediciones de la presión arterial se pueden determinar parámetros importantes, como los desequilibrios electrolíticos. Además, si disminuye la densidad de la orina (peso específico), la sospecha se confirma. Otro indicio importante se observa en una ecografía, si esta muestra vasos estrechos o reducidos.
Para consolidar el diagnóstico, el veterinario realiza una prueba de estimulación de ACTH. En una primera muestra de sangre, el laboratorio averigua el nivel de cortisol actual (basal). A continuación, el veterinario inyecta al perro ACTH y, alrededor de una hora más tarde, toma otra muestra de sangre. En perros sanos, el nivel de cortisol aumenta después de administrar las ACTH. No obstante, si el nivel de cortisol no varía, es muy probable que el perro padezca la enfermedad de Addison.
Terapia: ¿qué tratamientos existen?
La terapia se divide en el tratamiento de por vida y el tratamiento de una crisis de Addison.
Para la terapia de por vida se utilizan glucocorticoides o mineralocorticoides. En general, el perro debe tomar estos medicamentos toda su vida. Hasta que se normalicen los valores sanguíneos y se encuentre la dosis correcta, el veterinario debe llevar un control regular. Cuando el perro se haya adaptado a la medicación, suele bastar con controles semestrales. Los medicamentos que necesitará de por vida y los controles regulares acaban ocasionando costes importantes a la larga.
Con una crisis de Addison se requieren tratamientos exhaustivos, para los que suele tenerse que hospitalizar al perro. Se utilizan los fármacos siguientes:
Terapia de fluidos por goteo intravenoso para estabilizar la circulación
Administración de cristaloides (p. ej., sodio)
Realización de una prueba de ACTH
Administración reiterada de glucocorticoides
Tratamiento del exceso de potasio (hiperpotasemia) mediante administración de gluconato de calcio
Una crisis de Addison es una emergencia mortal que requiere cuidados veterinarios intensivos.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
El pronóstico de la enfermedad de Addison en perros depende en gran medida de la causa y de la gravedad. Si el veterinario detecta una enfermedad de curso lento a tiempo, un tratamiento de por vida suele permitir una vida larga. En cambio, una crisis de Addison aguda, un tratamiento incorrecto o la ausencia de terapia suelen ser mortales. Por desgracia, el hipoadrenocorticismo en perros no tiene cura.
Prevención: ¿cómo se previene la enfermedad?
La enfermedad en sí no se puede prevenir. Sin embargo, si tu perro muestra un cuadro clínico similar, un diagnóstico precoz puede evitar una crisis de Addison mortal. Si le han diagnosticado la enfermedad a tu perro, evita situaciones de estrés, como viajes largos, deportes y exhibiciones caninas.
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