Collares de adiestramiento para perros: por qué no funcionan

Un collar que corrige el mal comportamiento del perro en el momento adecuado: suena práctico, ¿no? En realidad, estos collares de adiestramiento para perros se convierten enseguida en una pesadilla para ellos. Te explicamos por qué los collares de adiestramiento con espráis y Cía. no sirven para adiestrar a un perro.

¿Cómo funcionan los collares de adiestramiento para perros?

El principio de todos estos collares es el mismo: si el perro muestra un comportamiento indeseado, se produce un estímulo que interrumpe la acción. Para ello, existen diferentes estímulos de castigo según el collar:

• Espráis inodoros que emiten un sonido sibilante
• Espráis aromáticos, por ejemplo, con fragancia cítrica
• Señal de ultrasonidos desagradable
• Vibración
• Impulso de corriente (collares eléctricos)
• Dolor por estrangulación o pinchos

Además, el manejo varía de un collar a otro: los collares antiladridos están equipados con un micrófono pequeño. Si el perro ladra, emiten un impulso de castigo desagradable automáticamente. Otros, en cambio, se pueden controlar a la distancia. En ambos casos, el castigo viene de la nada, al menos desde el punto de vista del perro.

Además, hay collares de adiestramiento para perros que funcionan como valla invisible. Si el perro se sale de un radio determinado, se produce el estímulo de castigo. Por su parte, los collares clásicos de estrangulación y pinchos se ciñen cuando el perro tira de la correa. Esto le produce desde dolor hasta dificultad para respirar.

¿Por qué no son una buena idea los collares de adiestramiento para perros?

La clave del éxito en el adiestramiento canino es el refuerzo positivo. Recompensamos el comportamiento deseado e ignoramos el indeseado, con algunas excepciones. Este método de aprendizaje, el condicionamiento operante, es eficaz y contribuye a un vínculo de confianza entre perro y persona.

En cambio, si el perro recibe un castigo con un collar en forma de pulverización o sonido desagradable, su nivel de estrés aumenta. El estrés, a su vez, dificulta el aprendizaje. Estos castigos son particularmente negativos para perros miedosos o inseguros. Si ladran o gruñen por miedo y se los castiga por ello, el miedo se intensifica aún más.

El adiestrador canino Yamei Ross dice esto sobre los gruñidos: «Castigar a un perro por gruñir es como quitarle las pilas a un detector de humos. Ya no se oye el ruido, pero el peligro sigue estando ahí».

¿Están permitidos estos collares?

Los collares de adiestramiento para perros que emplean impulsos eléctricos están prohibidos en varios países europeos, como Alemania y Dinamarca. En España, estos collares aún están permitidos.

Sin embargo, con la aprobación del anteproyecto de ley de protección de los animales, dejarán de ser legales (anteproyecto de ley de protección, derechos y bienestar de los animales). Según este proyecto de ley: «Se prohíbe el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda causar lesiones al animal, en particular collares eléctricos, de impulsos, de castigo o de ahogo. Reglamentariamente se establecerán las actividades profesionales en las que, por la finalidad a que estén destinados o la morfología del animal, puedan utilizarse este tipo de herramientas».

En otros países, como Suiza y Austria, están prohibidos incluso los collares que emiten olores o agua. Asimismo, se prohíben los collares de pinchos y sin sistema antitirones. Además, tanto en Suiza como en Austria y Alemania, las vallas invisibles están prohibidas. No obstante, siempre hay quien las vende, aunque no sean legales.

Presuntos usos de los collares de adiestramiento para perros

A continuación, exponemos los presuntos usos de los collares de adiestramiento para perros y te damos consejos sobre cómo adiestrar a tu peludo con alternativas más adecuadas. El adiestramiento no se debe dejar en manos de un recurso, sino de un auténtico trabajo de equipo.

Collar antiladridos

Ladrar forma parte de la comunicación de los perros, en unos más que en otros. Los perros guardianes y los de caza ladradores llevan los ladridos en la sangre. Otros perros ladran porque tienen miedo o no están estimulados.

Al ladrar, los perros expresan su estado de ánimo y sus necesidades o se ocupan de sus cosas. Algunos expresan que no se encuentran bien ladrando, aullando o gruñendo.

Por lo tanto, no tiene ningún sentido castigarlos con un collar de adiestramiento canino por expresarse. Si el perro tiene miedo, hacemos que tenga aún más miedo. Puede que deje de ladrar para huir del estímulo desagradable, pero seguirá estando aterrorizado.

Esto no solo es cruel para el perro, sino que puede conducir a otros problemas de comportamiento. Algo similar pasa con los ladridos de aburrimiento o los clásicos perros ladradores.

En este artículo del magazine hemos reunido muchos consejos sobre el adiestramiento antiladridos: Mi perro ladra mucho: ¿qué hago?

¿Tu perro ladra y aúlla cuando está solo? Practica con él ejercicios para cuando deba quedarse solo.

Collares eléctricos: castigos a golpe de botón

Desgraciadamente, los collares que funcionan con mando a distancia y envían impulsos de castigo siguen comercializándose en España. Por ejemplo, se utilizan en la formación de perros de caza con un instinto elevado para excitar este mismo instinto.

También hay adiestradores que trabajan con estos collares de adiestramiento para perros para corregir conductas indeseadas. Esto solo tiene sentido en casos absolutamente excepcionales, que deberían quedar reservados a los profesionales y adiestradores responsables.

Para una persona normal y la mayoría de problemas de comunicación entre personas y perros, estos collares no son adecuados. En realidad, solo combaten el síntoma, no la causa.

A la larga, es mucho mejor un adiestramiento paso a paso. Infórmate sobre el adiestramiento para controlar el instinto de caza.

La valla invisible

La valla invisible está protegida por un alambre ligero y el perro lleva un collar acoplado a este. Si el perro traspasa el límite, invisible para él, recibe un impulso de castigo. Un estímulo de castigo de golpe y porrazo como este supone inseguridad y miedo para él.

Además, la valla invisible tiene otro inconveniente de seguridad: si el perro traspasa el límite una vez, por ejemplo, para huir del dolor, le será más difícil volver. Por desgracia, los dispositivos como las vallas invisibles no están prohibidos en nuestro país. Es mucho mejor utilizar vallas seguras convencionales.

Collares de estrangulación y Cía.

Cuando se habla de collares de adiestramiento para perros, cabe mencionar los que tanto se utilizaban en la educación canina: los collares de estrangulación y de pinchos. Llamados también collares de púas, los collares de pinchos tienen unas púas orientadas hacia dentro.

Con estos utensilios tan cuestionables, el cuidador puede castigar al perro por tirar de la correa o ladrar. No obstante, el efecto suele perderse al poco tiempo. El perro se acostumbra al dolor y no relaciona su comportamiento con el estímulo. El adiestramiento canino acorde a la especie es diferente.

Un recurso respetuoso para el adiestramiento con la correa son los arneses antitirones, como el arnés antitirones Halti No Pull para perros. La mejor manera de aprender a usarlos correctamente es con un adiestrador canino.

En este artículo del magazine de zooplus encontrarás más consejos sobre cómo llevar al perro con la correa: Cómo enseñar a un perro a caminar con correa.

Por cierto: en los perros guardianes de rebaños, los collares de pinchos tienen sentido. Sin embargo, aquí las púas están orientadas hacia fuera para protegerlos de los mordiscos de lobo.

Conclusión: entrenamiento en lugar de collares de adiestramiento para perros

Hay muy pocas situaciones en las que tenga sentido usar un collar de adiestramiento canino. Por ejemplo, una de ellas sería un perro sordo que reaccione a una ligera vibración. Al sentirla, mira a su cuidador, quien, a continuación, se comunica con señales visuales. Aquí puede llevarse a cabo un adiestramiento específico con un aparato de impulsos vibratorios con las instrucciones de un profesional.

En general, sin embargo, los recursos de adiestramiento que inhiben las manifestaciones del perro, como los ladridos o gruñidos, son una mala idea. Privan al perro de la posibilidad de expresarse sin poner remedio al problema real. Tampoco sirven para mitigar otros comportamientos indeseados. De hecho, dificultan el auténtico aprendizaje, por lo que pueden acarrear problemas de conducta graves.

Como los collares de adiestramiento para perros hacen más mal que bien a la relación persona-perro, no los encontrarás en la tienda de zooplus.