A los gatos les gusta sorprender a su cuidador por la noche con un ratón cazado. Pero ¿cómo lo hacen? ¿Por qué ven también en la oscuridad? Y ¿es verdad que los gatos ven en blanco y negro? Te explicamos cómo ven los gatos el mundo y cómo están estructurados sus ojos. También te ofrecemos algunos consejos por si tienes un gato con problemas de vista en casa.
¿Cómo ven los gatos?

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Los gatos también ven en la oscuridad casi total. El secreto está en la estructura de sus ojos.
¿Cómo es la vista de los gatos de noche?
Los fotorreceptores de la retina, llamados bastones, son responsables de la percepción de la claridad. La luz que incide en la pupila estimula estos bastones. Cuanto más se estimulan, más intensa es la percepción de la claridad en el cerebro.
Pero ¿por qué ven los gatos en la oscuridad tanto mejor que los humanos? Por un lado, los ojos de los gatos tienen muchos más bastones que los de las personas. Es decir, están especializados en la visión luz-oscuridad.
Por otro lado, los ojos de los gatos cuentan con una estructura que favorece la visión nocturna. De esto se encarga el Tapetum lucidum (del latín, alfombra luminosa), una estructura semilunar situada en la coroides. No solo lo tienen los gatos, sino también los perros y los bóvidos.
El Tapetum lucidum está compuesto por muchas pequeñas formas cristalinas que reflejan la luz incidente como un espejo. Esta, a su vez, refuerza el estímulo de los bastones. Por eso, los gatos también ven un poco cuando apenas hay luz.
La próxima vez que salgas a pasear por la noche, fíjate. Si la luz de la luna o de una farola da directamente en los ojos de un gato, podrás ver esta estructura como una capa con un brillo amarillento o verde azulado.
En cambio, con una oscuridad total, ni siquiera sus ojos pueden hacer nada y deben orientarse de otra forma. Pero para ello tienen otros sentidos muy desarrollados.
¿Cómo ven los gatos los movimientos?
Es increíble lo rápido que reaccionan los gatos a los objetos en movimiento. Mientras que a las personas nos cuesta mucho cazar una mosca, los gatos la atrapan al primer intento.
El motivo también son los bastones de la retina, cuya cantidad determina la frecuencia crítica de fusión ocular. Esta define a partir de qué cambio repetido de luz-oscuridad la imagen se percibe como una imagen borrosa.
Mientras que el ojo humano puede percibir 10-60 estímulos por segundo, esta frecuencia es mucho más alta en los gatos. Así pues, las personas vemos un fluorescente como una lámpara de luz uniforme, pero los gatos la perciben como titilante.
¿Los gatos ven en colores?
La vista de los gatos es excelente durante el crepúsculo. En cambio, su capacidad de percibir los colores es peor. El número de fotorreceptores especializados en los colores (conos) es bastante inferior al de bastones, que reaccionan a la luz.
Los ojos dicromáticos felinos pueden distinguir bien el amarillo y el azul, no así el rojo y el verde. Sin embargo, esto no es ningún problema para el día a día de los gatos.
A modo de comparación: nuestros aproximadamente seis millones de conos son capaces de percibir los colores primarios rojo, azul y verde. Mediante el estímulo de diferentes tipos de conos, también podemos ver mezclas de colores, como lila, naranja o turquesa.

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Anatomía del ojo del gato
Para entender mejor la fisiología del ojo felino, es conveniente examinar más detalladamente su anatomía. Dado que se trata de un órgano muy complejo, el ojo se divide en tres capas:
Capa delantera
La esclerótica, de color blanco, y la córnea conforman la capa delantera del ojo. Ambas estructuras confieren al ojo su forma. Además, la córnea, con su curvatura, contribuye a la refracción del ojo, algo extremadamente importante para la vista del gato.
Capa media
La capa media se denomina úvea (del latín, uva = uva). Está compuesta por el iris, el cuerpo ciliar, el humor vítreo (Corpus vitreum) y la coroides.
El iris es más conocido como estructura pigmentada. Sus numerosas fibras musculares también contribuyen a dilatar la pupila (acomodación). Si los músculos se tensan, la pupila se dilata; si se relajan, se vuelve a contraer. Así es como se controla la incidencia de luz en el ojo.
El cuerpo ciliar se encarga del cambio de forma del cristalino y del correcto enfoque. Aquí también se produce el humor acuoso, que determina la presión interna del ojo y le aporta nutrientes importantes. La coroides, altamente irrigada y pigmentada, también es importante para el aporte de nutrientes a las diferentes estructuras oculares.
Capa trasera
La capa trasera del ojo está formada por la retina y el nervio óptico. La retina, situada detrás del humor vítreo, está compuesta por muchos fotorreceptores diferentes. Estos incluyen los bastones y conos, especializados en la percepción del color y la claridad. Si una incidencia de luz repentina los estimula, el estímulo se envía a la corteza visual a través del nervio óptico. Aquí se procesa el estímulo como percepción.
¿Qué pasa si mi gato se queda ciego?
Hay muchas enfermedades oculares que pueden provocar ceguera en los gatos. Una de ellas es el glaucoma, por el que el aumento de la presión interna daña el nervio óptico permanentemente. Las lesiones o los tumores también pueden hacer que la vista del gato empeore.
Los primeros signos de ceguera son tropiezos con objetos y choques contra la pared. La desorientación también se detecta por la permanencia prolongada en un sitio o la ejecución de movimientos muy cuidadosos.
Aunque los gatos siguen teniendo un muy buen sentido del olfato y del oído, es necesario llevarlos al veterinario en cuanto se perciban estos síntomas. También es recomendable ayudarlos con estas medidas:
- Proteger las escaleras y otros obstáculos (p. ej., con una verja)
- Para los gatos de exterior, es aconsejable vallar el jardín o el balcón, p. ej., con una cerca o una red
- Háblale al gato antes de tocarlo para que no se asuste.
- Escribe tu dirección en el collar del gato por si se aleja del terreno y alguien lo encuentra desorientado.