Caballo sangre fría

El caballo sangre fría impresiona por su increíble fuerza y su carácter cordial. Hoy en día es raro verlo como caballo de trabajo y tiro en la agricultura. Sin embargo, cada vez es más popular como caballo de paseo.

Aspecto: forzudo con pelaje denso

La imagen de este caballo infunde respeto. La alzada de muchas razas de caballo sangre fría se encuentra entre los 145 y los 170 centímetros. El caballo shire puede llegar a alcanzar una alzada media de 178 centímetros.

Un ejemplar de esta raza entró en el libro Guinness de los récords. Con 219 centímetros, el caballo Wallach Sampson, que vivió a mediados del siglo XIX, sigue considerándose hoy día como el caballo más grande del mundo.

Mucho pelo, muchos colores

Además del tamaño, otras características del caballo sangre fría son un cuello fuerte, un trasero musculoso y la típica cabeza acarnerada, por la que la cabeza y la nariz están ligeramente curvadas hacia fuera.

También tiene unas cernejas pobladas. La crin y la cola son voluminosas y densas. Gracias al pelaje grueso, la mayoría de razas de caballo sangre fría soportan muy bien el frío y la lluvia.

Ya sea tordo o pío, se pueden ver casi todas las variantes cromáticas en las distintas razas, como el noriker. En cambio, el caballo black forest es famoso por su típico color alazán. Por eso, en algunos países también se lo conoce como alazán de la Selva Negra. Por su parte, el andaluz suele ser tordo.

Carácter: melena salvaje, corazón manso

Detrás de la imponente constitución de estos grandes caballos se esconde un carácter encantador. Un caballo sangre fría es afable, manso y sosegado. Esta serenidad hace que sea menos asustadizo que muchos purasangres.

Sin embargo, tiene mucha potencia y, por eso, antiguamente lo usaban mucho en la agricultura. A estos caballos les gusta la rutina y, por eso, son muy fiables. Además, se llevan muy bien con las personas y la mayoría de animales.

Aptitud: caballo de trabajo busca empleo

El caballo sangre fría no puede competir con el impresionante galope de los purasangres y los sangre caliente. Él destaca por sus músculos. De hecho, se hizo muy popular hasta el siglo XX como caballo de trabajo en la agricultura y la industria.

A punto de extinguirse

El progreso técnico en la agricultura dejó sin trabajo a muchas razas de caballo sangre fría. De hecho, algunas de ellas figuran aún hoy día en la lista de animales de explotación amenazados. Las razas más amenazadas son las siguientes:

• Sangre fría del sur de Alemania
• Tiro pesado del Rin
• Caballo black forest
• Sangre fría de Schleswig
• Ardenner

Cada vez más criadores se están dedicando a conservar estas razas. Además, al menos en la agricultura, el caballo sangre fría es más manejable que los pesados tractores y máquinas.

Gracias a su afabilidad, hoy día sigue siendo un caballo de paseo y espectáculo popular. Por ejemplo, ¿sabías que los caballos que llevan la cerveza en la Oktoberfest de Múnich son sangre fría?

Capacidad limitada como caballo de silla

Si quieres montar un caballo sangre fría, deberás tener en cuenta que él ya tiene que tirar de mucho peso: el suyo propio. Estos caballos no aguantan ni de lejos tanto como parece. Además, necesitarás tiempo para una excursión porque son bastante parsimoniosos.

Por ejemplo, un buen caballo sangre fría para montar es el noriker. Como proviene de los Alpes, tiene un paso más seguro.

Tenencia: libertad de movimiento

El caballo sangre fría tiene un cuerpo robusto y presenta una tenencia sencilla. Para que sea feliz, debe tener contacto con otros caballos, hacer ejercicio y disfrutar de espacio suficiente por su tamaño.

Para ello, la tenencia ideal es la estabulación libre. El viento y la lluvia no le afectan, pero el calor y los molestos tábanos sí.

Cabestro, silla, mantas y accesorios de trabajo: los utensilios que necesitarás dependerán de cómo vayas a utilizar al caballo. En cualquier caso, el equipamiento básico incluye utensilios para el cuidado del pelaje y los cascos.

¿Quieres refrescar a tu caballo en verano? Hemos resumido los consejos más importantes en un artículo.

Alimentación adaptada a la actividad

Un caballo sangre fría pesa entre 600 y 1200 kilos. Esto supone mucho más que, por ejemplo, un purasangre inglés de 500 kilos.

Estos animales alcanzan este elevado peso sin esfuerzo. Son buenos asimiladores, por lo que necesitan mucha menos energía que otras razas.

Esto era muy útil en el pasado, cuando realizaban principalmente trabajos pesados. Hoy en día, la vida de muchos de ellos es mucho más relajada. Por tanto, necesitan una alimentación equilibrada y ejercicio para no adquirir sobrepeso.

Además del forraje (hierba, heno o henolaje), sobre todo necesitan minerales. Conviene que cubras su demanda de minerales con complementos alimenticios. En cambio, el pienso concentrado no suele ser necesario.

Salud: peso y pelaje en el punto de mira

La cantidad de comida correcta para un caballo sangre fría depende de factores como el peso y la actividad. Vale la pena ajustar la dieta al caballo con el criador, por ejemplo. Si la alimentación no es equilibrada, estos caballos tienden al sobrepeso y a los déficits nutricionales.

Además, sus cernejas son preciosas, pero son un caldo de cultivo para las bacterias y, por tanto, los arestines.

Un suelo limpio y seco para sus delicadas patas, una alimentación equilibrada y unos buenos cuidados previenen esta enfermedad eficazmente. Si el caballo está sano, puede vivir veinte años o más.

Compra: dónde encontrar uno

Si buscas un caballo tranquilo para hacer excursiones, pero que tenga potencia, puede que un sangre fría sea la respuesta.

¿Tienes suficiente espacio y tiempo, y estás dispuesto/a a informarte sobre alimentación? En ese caso, reúnes todos los requisitos para tener uno de estos caballos.

Antes de comprarlo, infórmate en exposiciones, mercados, asociaciones de criadores o directamente en un criadero. Los precios suelen situarse en el rango bajo de cuatro cifras.

Origen: una historia movidita

Rastrear el origen del caballo sangre fría es prácticamente imposible. Existen razas muy variadas que se utilizaban en varias regiones de Europa con fines militares y agrícolas.

Sin embargo, todas tienen algo en común: el caballo sangre fría siempre se pedía cuando había que mover mucho peso. En la Edad Media, estos grandes caballos llevaban a los caballeros con sus pesadas armaduras a la guerra. Otros formaban parte de la artillería de Napoleón.

Más tarde, estos caballos se empezaron a criar para realizar trabajos pesados en la agricultura. Hoy en día, los criadores se concentran en conservar las razas amenazadas.

Conclusión: un caballo con formato

El caballo sangre fría es afable y de confianza. Estos antiguos ayudantes de los campesinos siguen trabajando para nosotros o son compañeros ideales para hacer excursiones. Si le das una oportunidad como caballo de paseo, te ganarás un lugar en su corazón.