Conejo azul de Viena

Alimentación del conejo azul de Viena

Este peludo no presenta particularidades en lo que a alimentación se refiere. Como todos los conejos, el azul de Viena también tiene un estómago muy sensible. Por lo tanto, el heno y la paja frescos a diario para prevenir problemas digestivos son obligatorios. También debe tener siempre agua fresca a su disposición.

Además de verduras frescas, como zanahorias, a los conejos les gusta la hierba y el diente de león. Dale también ramas para roer.

Si quieres darle piensos preparados, asegúrate de que sean de calidad y no contengan azúcar ni otros aditivos nocivos.

El artículo La comida adecuada para conejos del magazine de zooplus reúne información importante sobre alimentación acorde a la especie.

Salud: una salud de hierro

El conejo azul de Viena es un animal resistente que no presenta grandes exigencias. Tiene una esperanza de vida media de entre ocho y diez años.

Como decíamos antes, son animales muy prolíferos, crecen rápido y asimilan bien los alimentos.

Sin embargo, esta raza es propensa a las malformaciones dentales debido a la cabeza ancha y corta. Por eso, es conveniente que lo lleves al veterinario periódicamente para que le examine la dentadura.

Las ramas, la hierba fresca y el heno favorecen el desgaste de los dientes y previenen problemas dentales.

Dónde comprar un conejo azul de Viena

¿Este conejo te ha robado el corazón y quieres adoptar un grupito?

Estos conejos se venden por internet en varios portales de anuncios. Sin embargo, los animalistas suelen desaconsejar comprar conejos a estos criadores privados. Es habitual que los animales vivan en condiciones poco acordes a la especie. La falta de espacio, la mala higiene y una atención veterinaria insuficiente no son ninguna excepción.

Los machos viven casi todo el tiempo solos, sin la compañía de otros conejos, porque los necesitan para fecundar a las hembras.

Algo similar pasa con las tiendas de animales. Los animalistas critican que aquí se ofrecen animales muy jóvenes porque los separan demasiado pronto de la madre. Además, la cría no siempre se realiza en las condiciones que debería.

Hasta qué punto los criadores organizados tienen a sus animales de forma acorde a la especie es difícil de saber. Si quieres comprar un conejo a un criador, puedes informarte en alguna asociación (por ejemplo, la Asociación Nacional de Cunicultura Familiar) sobre vendedores serios.

Lo mejor que puedes hacer es adoptar un conejo en la protectora de animales. En estos centros encontrarás conejos de todas las razas y, con un poco de suerte, también un azul de Viena. La ventaja es que los trabajadores conocen a los peludos y te asesorarán sobre cuál encaja mejor contigo.

Origen de la raza

Los orígenes de esta raza se remontan a la Austria del siglo XIX. En aquella época, la gente no tenía conejos como animales de compañía, sino para hacer ropa o para comer.

El funcionario de ferrocarriles Johann Konstantin Schultz quiso criar una raza que ofreciera ambas cosas. En 1895, expuso sus motivaciones en una revista para criadores de conejos: «El motivo principal que me movió a crear esta nueva especie de conejo consistió en criar un conejo que no solo no tuviera nada que envidiar a los mejores de su clase, sino que ofreciera el doble de valor económico por su abundante producción de carne y su precioso pelaje».

El funcionario vienés utilizó gigantes de Flandes, conejos belier y conejos azules de Lorena. Así es como surgió el conejo azul de Viena.

En 1903 llegaron a Alemania los primeros ejemplares, que se convirtieron en una raza económica muy popular. Hoy en día, son conejos domésticos cada vez más apreciados.