Una hemorragia nasal en conejos no siempre es un signo de una herida leve. Te explicamos por qué hay que contemplar la posibilidad de una enfermedad hemorrágica del conejo y cómo proteger a los animales de esta infección.
Enfermedad hemorrágica del conejo
© Artsiom Petrushenka / stock.adobe.com
El problema de la enfermedad hemorrágica del conejo es que los síntomas se suelen detectar muy tarde.
Índice
- Síntomas: ¿cómo se manifiesta la enfermedad hemorrágica del conejo?
- ¿Cómo se diagnostica la enfermedad hemorrágica viral del conejo?
- Terapia: ¿se puede tratar la enfermedad?
- ¿Cuál es el pronóstico?
- ¿Qué se entiende por enfermedad hemorrágica del conejo?
- Contagio: ¿cómo se transmite?
- Prevención: ¿cómo puedo proteger a mi conejo de la enfermedad hemorrágica del conejo?
Síntomas: ¿cómo se manifiesta la enfermedad hemorrágica del conejo?
Si un conejo se contagia de la enfermedad hemorrágica del conejo (RHD), suele morir en pocas horas sin presentar síntomas. Sin embargo, algunos conejos muestran síntomas visibles por procesos inflamatorios en el hígado. Dado que este es necesario para la coagulación de la sangre, los conejos empiezan a sangrar intensamente.
Estos son los síntomas que suelen observarse:
- Hemorragia nasal
- Sangre en la orina y las heces
- Disnea
- Fiebre alta y decaimiento
- Mucosas amarillentas en la boca y los ojos (ictericia)
¿Cómo se diagnostica la enfermedad hemorrágica viral del conejo?
Si sospechas que tu peludo se ha contagiado de la enfermedad hemorrágica del conejo, llévalo lo antes posible al veterinario. Este le sacará sangre para enviarla a un laboratorio especializado donde puedan detectar el patógeno.
Además, el veterinario puede observar los órganos internos, como el hígado o el bazo, con una ecografía. Si estos están inflamados, este es otro signo de la enfermedad vírica hemorrágica del conejo.
Dado que la mayoría de conejos mueren en poquísimo tiempo, la infección se suele detectar después de la muerte. Para ello, los patólogos extraen diferentes muestras de tejido durante la disección. A continuación, el virus se detecta en un laboratorio mediante test especiales (p. ej., PCR).
Terapia: ¿se puede tratar la enfermedad?
Actualmente no se conoce ninguna cura para la enfermedad hemorrágica del conejo. Por eso, lo único que se puede hacer es aliviar el sufrimiento del animal. Para estabilizar la circulación, suelen administrarse goteos intravenosos y ciertos medicamentos para reforzar el sistema inmunitario (inductores de la parainmunidad).
¿Cuál es el pronóstico?
Por desgracia el pronóstico de esta enfermedad es muy desfavorable. Por eso, es imperativo vacunar a los conejos como es debido.
¿Qué se entiende por enfermedad hemorrágica del conejo?
La enfermedad hemorrágica del conejo (RHD) es una infección vírica que afecta a los conejos. El virus homónimo es un calicivirus y tiene dos variantes:
- El virus RHD clásico, que afecta a conejos adultos
- El virus nuevo RHD-2, que también afecta a conejos jóvenes y liebres
Dado que el virus daña principalmente el hígado, este se inflama. La inflamación del hígado (hepatitis) hace que el conejo sangre por todas las cavidades del cuerpo y acabe muriendo.
Dato interesante:
El virus RHD se describió por primera vez en China en 1984. En España se detectó el primer caso en 1988.
Contagio: ¿cómo se transmite?
Los conejos domésticos se pueden contagiar por varias vías de otros conejos o de conejos salvajes. Se distingue entre contagio directo e indirecto:
Transmisión directa:
Si el conejo tiene contacto directo con un conejo infectado o lame un objeto contaminado, absorbe el virus rápidamente a través de la boca o de heridas abiertas. La comida contaminada también puede ser una fuente de contagio para conejos domésticos.
Transmisión indirecta:
Los insectos (p. ej., los mosquitos) ingieren los virus al chupar la sangre. Si el mismo insecto pica a un conejo sano, los virus se transmiten al torrente sanguíneo.
Prevención: ¿cómo puedo proteger a mi conejo de la enfermedad hemorrágica del conejo?
La mejor prevención son las vacunas. En España hay varias vacunas autorizadas, algunas de las cuales pueden administrarse en combinación con una vacuna contra la mixomatosis.
Los conejos se pueden vacunar contra la RHD a partir de entre la cuarta y la sexta semana de vida. Pasada una semana, se suele administrar una nueva dosis. Para que la protección de la vacuna siga siendo eficaz, cada año se debe repetir. Si quieres criar con tu conejo, es recomendable que le administres una vacuna de recuerdo cada seis meses.
Asimismo, procura mantener una buena higiene en la conejera. Limpia el recinto, incluidos todos los objetos y superficies, con desinfectantes viricidas o agua a más de 60 grados centígrados. Así, matarás los patógenos eficazmente. También debes separar los animales enfermos o muertos de los sanos lo antes posible.