Conejo resfriado

¿No sabes cuándo acudir al veterinario si tienes a tu conejo resfriado? ¿O no sabes qué hacer si tiene problemas respiratorios? Aquí te presentamos la información más importante sobre el resfriado en conejos.

¿El resfriado en conejos es peligroso?

Si el veterinario trata el agente bacteriano a tiempo con antibióticos, esta enfermedad respiratoria suele curarse rápidamente. Solo en casos aislados, los conejos sufren cursos graves de la dolencia.

¿Qué signos presenta un conejo resfriado?

Las bacterias dañan principalmente las vías respiratorias. Un conejo resfriado estornuda y expulsa secreción nasal líquida o purulenta. Esta secreción se puede ver en ocasiones en el pelo después de lavarse. Además, si los patógenos llegan a los ojos, estos se inflaman y las conjuntivas se hinchan rápidamente.

Cuando los patógenos alcanzan los pulmones o los oídos, estos órganos también pueden inflamarse intensamente. Esto provoca un fuerte dolor y disnea al conejo, que también tose y suele tener fiebre. En general, los conejos se muestran débiles y pierden el apetito.

Diagnóstico: ¿cómo se detecta el resfriado en conejos?

¿Tu conejo lleva días tosiendo o expulsa una fuerte secreción nasal, que puede contener pus o sangre? En ese caso, llévalo al veterinario.

Si tiene la sospecha de que se trata de un resfriado, tomará un hisopado nasofaríngeo para analizarlo en el laboratorio.

Además, con un otoscopio puede determinar si los oídos están inflamados. Esto es importante porque una otitis suele ser muy dolorosa.

El veterinario también puede auscultar las vías respiratorias bajas para averiguar si los pulmones están dañados. En caso afirmativo, puede hacer una radiografía para examinarlos más a fondo.

Terapia: ¿qué medicamentos se utilizan?

Para combatir infecciones bacterianas en las vías respiratorias, el veterinario suele administrar antibióticos. No obstante, para que no se produzcan resistencias, antes de hacerlo debe realizar un examen bacteriológico, incluida una prueba de resistencia.

Para aliviar la tos o la secreción nasal, puede administrar comprimidos expectorantes. La inhalación de vapor de agua también disuelve la mucosidad de las vías respiratorias. Si los oídos o las vías respiratorias bajas están inflamados, el veterinario también suele administrar antiinflamatorios y analgésicos.

¿Existen remedios caseros?

Un conejo resfriado debe seguir un tratamiento veterinario obligatoriamente. Puedes aliviar los síntomas de tu mascota complementando el tratamiento con remedios caseros, ofreciéndoles, por ejemplo, manzanilla, tomillo o llantén menor. También puedes utilizar la clásica infusión de manzanilla.

Los animales enfermos también tienen un sentido del olfato limitado. Así pues, dale comida muy aromática para que conserve las fuerzas.

Causa: ¿qué es un resfriado en conejos?

Se trata de una enfermedad infecciosa y contagiosa de origen bacteriano. Los conejos infectados padecen síntomas respiratorios, como tos o catarro. La enfermedad suele aparecer en invierno.

¿Cómo se contagian los conejos?

Existen varias bacterias que pueden provocar esta enfermedad, siendo estas las más frecuentes:

• Pasteurellas
• Bordetellas
• Estafilococos
• Micoplasmas

Si el conejo resfriado estornuda, los patógenos llegan al aire en forma de gotículas. Si otro conejo aspira estas gotas (infección por gotículas), los patógenos alcanzan las vías respiratorias altas. Normalmente, los gérmenes permanecen en la nariz o la faringe. Sin embargo, desde ahí pueden llegar a las vías respiratorias bajas, como los pulmones, y agravar la enfermedad.

La evolución de esta dolencia depende de varios factores, como, por ejemplo: si el conejo está débil por una enfermedad subyacente o si vive en una jaula muy pequeña. En estos casos, la enfermedad infecciosa puede agravarse.

Prevención: así es como puedes proteger a tu conejo

Por desgracia, no existe una vacuna que proteja de todos los patógenos de los resfriados en conejos. Las asociaciones veterinarias solo recomiendan vacunar a grandes poblaciones de conejos que tengan problemas constantes con la enfermedad.

Hay otras medidas preventivas que son igual de importantes. Procura darle una alimentación equilibrada. También puedes eliminar las bacterias patógenas del entorno limpiando la jaula a fondo con regularidad.