Enfermedades hormonales en perros

Las hormonas son neurotransmisores bioquímicos cuyas señales necesita el cuerpo para mantener numerosos procesos. Si el complejo equilibrio hormonal está alterado, el peludo se siente mal enseguida. Las glándulas más importantes son: hipotálamo e hipófisis, glándula tiroides, gónadas como testículos y ovarios, vesícula biliar y cortezas suprarrenales. Los síntomas de las enfermedades hormonales en perros pueden ser, entre otros: alopecia sin prurito, infecciones cutáneas cuya causa no sean parásitos ni alergias, mayor sed, fatiga, inapetencia o hambre voraz.

Diabetes

Una de las enfermedades hormonales en perros más comunes es la diabetes mellitus. En la diabetes de tipo I, la más frecuente en perros, el cuerpo no produce suficiente insulina, que es la hormona que regula la glucemia. Así pues, el nivel de glucemia aumenta sin control. La diabetes de tipo I puede venir provocada por predisposición o por una infección. El síntoma más llamativo es una sed intensa (un perro sano bebe 40-60 ml de agua por kilo corporal al día). A consecuencia, el perro orina más. Muchos perros pierden el apetito a medio plazo y adquieren un pelaje mate.

Un perro diabético puede llevar una vida normal si tiene una buena calidad de vida y toma los medicamentos prescritos. Para ello, el veterinario mide la glucemia al principio a intervalos cortos y reemplaza la insulina faltante con inyecciones. Si tu peludo tiene diabetes y debe tomar insulina de por vida, el veterinario te enseñará a inyectarle la dosis diaria en casa. En combinación con las inyecciones de insulina, también es necesario darle una alimentación equilibrada. El veterinario también te asesorará al respecto. La diabetes de tipo II es más frecuente en perras no castradas y como efecto secundario de algunos fármacos. En este caso, basta con castrar a la perra o bien quitarle o cambiarle la medicación, según sea el caso.

Síndrome de Cushing

En un perro sano, las glándulas suprarrenales producen adrenalina y cortisona de forma controlada. Esto ayuda al peludo a lidiar con situaciones de estrés. La adrenalina se libera con un estrés repentino y la cortisona, con un estrés crónico. En el caso del síndrome de Cushing, una de las enfermedades hormonales en perros, las glándulas suprarrenales producen demasiada cortisona. La causa suele ser un tumor, pero también un efecto secundario de medicamentos con cortisona. Al igual que con la diabetes, el perro afectado tiene más sed, pero también más apetito. A menudo se observan alteraciones cutáneas en forma de infecciones, piel aparentemente translúcida, oscurecimiento o alopecia. Más tarde se desarrolla una tripa colgante y el perro tiene apatía.

El diagnóstico requiere varias pruebas de orina y sangre. A continuación, se puede hallar el tumor con métodos de imagen, como ecografías. Si el perro se encuentra bien, lo ideal es extirpar el tumor quirúrgicamente. No obstante, esto no siempre es posible, sobre todo porque los más afectados son perros mayores. En estos, el riesgo de la anestesia puede ser muy elevado. Otra opción es frenar la producción de cortisona con un control estricto del veterinario.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es otra de las enfermedades hormonales en perros. No es raro que se emitan falsos diagnósticos de hipotiroidismo porque hay varias enfermedades que pueden afectar a la tiroides. Así pues, no dudes en consultarlo con una clínica veterinaria o un especialista. El diagnóstico suele requerir análisis de sangre especiales más allá de los parámetros habituales. Debido al déficit de tiroxina, los perros afectados se muestran apáticos. Suelen buscar zonas cálidas y tienen mucha hambre. A esto se añaden problemas de piel y pelaje, como alopecia o infecciones. Además, hay perros que tienen más miedo o están más agresivos. El tratamiento incluye la administración de por vida de tiroxina y, dado el caso, el tratamiento de las infecciones cutáneas. Un complemento alimenticio con ácidos grasos poliinsaturados puede reforzar la terapia. Los perros tratados pueden llevar una vida totalmente normal sin molestias.

Otras enfermedades hormonales en perros

Hay numerosas enfermedades que tienen un origen hormonal o que pueden afectar al equilibrio hormonal del perro. Una de ellas es el hipertiroidismo, no muy habitual. Los perros que comen tráquea de vacuno pueden presentar síntomas similares, a saber, hiperactividad, hambre, sed y pérdida de peso. El motivo es que ingieren la glándula tiroides de la vaca. Tampoco es muy frecuente la enfermedad de Addison. Esta patología suele afectar a perras jóvenes y puede manifestarse con apatía, vómitos y diarrea. Los perros afectados deben tomar cortisona de por vida. Además, el equilibrio de las hormonas sexuales también puede causar estragos. Por ejemplo, tanto los machos como las hembras podrían producir demasiados estrógenos. En el caso de los machos, esto hace que devengan atractivos para otros machos. Un exceso de hormonas sexuales masculinas también es posible en ambos sexos. En muchos casos, la castración es el tratamiento más razonable.