Besos de perros

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Se aceptan los besos de perros cuidados y sanos
Las personas son portadoras de infinitos gérmenes y hongos, y cada día desprenden millones de escamas cutáneas muertas invisibles. Estas escamas sirven de alimento a los ácaros del polvo, al igual que tu animal.
Cuidado con los parásitos y las enfermedades
Hay que pensar muy bien si dejamos que nuestro perro o gato duerma en nuestra cama. Si los peludos traen garrapatas o pulgas de su excursión por los matorrales, la situación puede ser desagradable e incluso peligrosa. Las pulgas pueden transmitir cestodos y las garrapatas, la enfermedad de Lyme y meningoencefalitis de garrapata. Por eso, debes proteger a tu perro o gato contra estas enfermedades.

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Las garrapatas son particularmente desagradables y peligrosas. Totalmente llenas de sangre, se caen del pelo del animal en casa, digieren su alimento en una ranura y buscan nuevas víctimas cuando tienen hambre. Esta víctima también puede ser una persona. Obviamente, con los gatos puramente domésticos apenas hay peligro de que esto pase. Incluso cuando los animales están enfermos, p. ej., de una enfermedad gastrointestinal o una infección de las vías respiratorias, hay que pensárselo dos veces antes de compartir la cama con ellos.
¿Puedo darle besos a mi perro?
En realidad, a uno se le tendrían que quitar las ganas solo con pensar que el perro puede haber estado olfateando un buen rato las heces de otro perro durante el paseo. Si le das un beso a tu perro, podría transmitirte bacterias. Un profesor de una universidad alemana advirtió de que los besos de perros también pueden transmitir Helicobacter pylori. Este patógeno suele ser el causante de úlceras gástricas. Además, una persona que se infecte de esta bacteria también puede contagiar a su perro o gato.
El contacto con animales refuerza el sistema inmunitario
«Lo que no mata engorda»: esta es otra manera de decir que, mientras funcione el sistema inmunitario, ciertas cosas no perjudican la salud. Los niños de granjeros y veterinarios no viven en entornos precisamente libres de gérmenes y totalmente limpios. Unos juegan en el establo y comparten el pan con el perro y las gallinas, y los otros se pasean por la consulta y ayudan con los animales enfermos. Obviamente, estos niños se lavan regularmente y no viven en la inmundicia, pero tienen más contacto con infinidad de gérmenes.

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Publicación del Pet Health Council británico
Según una publicación del Pet Health Council británico, los animales incluso contribuyen a reducir el riesgo de alergias. Los besos y mimos con los peludos refuerzan el sistema inmunitario de los niños. Además, previenen las alergias al polen, a los ácaros y al pelo de los animales en edad adulta. Otro estudio publicado por una universidad alemana llegó a la conclusión de que los niños que tienen contacto frecuente con animales contraen muchas menos enfermedades respiratorias alérgicas que los que crecen en un entorno limpio e higiénico.