Durante su primera importación en 1989, el Hypancistrus zebra, con sus preciosas franjas, recibió el número L46. Causó auténtica sensación entre los acuaristas, lo que influyó en su precio, aún hoy muy elevado.
El Hypancistrus zebra suele medir entre ocho y diez centímetros, y puede vivir hasta quince años. Presenta un dibujo de cebra blanco y negro característico. Además, las superficies blancas pueden teñirse de rosa o rojo en situaciones de estrés.
El sexo del zebra pleco es relativamente difícil de determinar. Los machos son algo más voluminosos y grandes que las hembras, que solo miden 9 cm. Por otra parte, la cabeza de los machos es menos angulosa. Los dentículos dérmicos de los opérculos son mucho más largos en los machos que en las hembras. Además, los machos tienen dentículos adicionales en el primer radio de la aleta pectoral, que las hembras no tienen. En cambio, el dibujo no dice nada del sexo.
Alimentación
El Hypancistrus zebra es carnívoro. Lo que más le gusta son las larvas rojas de mosquito vivas, congeladas o en gelatina (p. ej., Tetra Fresh Delica). También come otros alimentos animales. Como es un pez activo, puedes alimentarlo en cualquier momento, no como a otros siluros, que deben comer poco antes de apagar la luz del acuario. De vez en cuando deberás darle vitaminas especiales. Para alimentar a los siluros puedes utilizar comprimidos, comida congelada, copos y alimento vivo.
Tenencia
Este siluro oriundo del río Xingú no es tan exigente en cuanto a la calidad del agua como podría pensarse. Hay que comprobar los valores periódicamente y realizar cambios de agua. El Hypancistrus zebra prefiere un agua blanda, rica en oxígeno y ligeramente ácida. La dureza de carbonatos debe ser de 4, el pH inferior a 7 y la temperatura, de 25-30 °C. Además, debe haber una ligera corriente. Para el sustrato, lo mejor es utilizar gravilla fina. Asimismo, debes colocar suficientes escondites, como tubos de barro, raíces o piedras porque este pez se refugia a menudo. El Hypancistrus zebra es un pez pacífico y puede convivir con otros peces pequeños y pacíficos.
Mientras que para su tenencia basta con una temperatura de unos 24 °C, para la cría se requieren al menos 28 °C. Además, es importante que haya una corriente intensa que, a ser posible, fluya por las cuevas de incubación del acuario. Para crear estas cuevas puedes utilizar de todo, desde cocos hasta macetas, aunque los tubos estrechos son sus preferidos. Si se forma una pareja, la hembra pone pocos huevos de un diámetro considerable, de unos 5 mm. Una hembra grande puede poner veinte huevos, aunque lo habitual es que ponga menos de diez. Justo después de la puesta, la hembra abandona la cueva y el macho vigila los huevos solo. El desarrollo de los alevines dura alrededor de siete días. Tras salir del huevo, permanecen en la cueva unas dos semanas antes de nadar libremente y poder alimentarse de artemias.
Hábitat natural
La población de Hypancistrus zebra está gravemente amenazada por la construcción de la central hidroeléctrica Belo Monte en el río Xingú, su hábitat natural. La planificación de esta infraestructura dio comienzo en la década de 1980. Desde entonces, ha recibido numerosas críticas de los ecologistas y aborígenes por sus graves consecuencias para el medio ambiente. Además de los indígenas que viven junto al río Xingú, también se ven afectadas las especies de peces endémicas. Estas incluyen al zebra pleco, que habita las corrientes de este río. La represa convertirá el río en un embalse, perjudicando así su contenido de oxígeno con consecuencias funestas para los siluros. El proyecto tenía prevista su finalización en 2019.
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