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No tratado, el punto blanco en peces, caracterizado por puntitos blancos en las aletas y la piel, suele ser mortal.
Todo aquel que tenga un acuario debe estar familiarizado con el punto blanco en peces. Si no se trata, esta enfermedad puede matar a los peces. Te explicamos qué provoca esta patología y cómo deshacerse de ella.
La enfermedad del punto blanco, también conocida como íctero, es una enfermedad de los peces provocada por parásitos. El parásito Ichthyophthirius multifiliis daña la piel y las branquias hasta tal punto que los peces no pueden respirar bien.
Además, devienen más propensos a otras infecciones bacterianas y fúngicas que empeoran la situación. Este es el motivo por el que la enfermedad suele ser mortal si no se trata.
¿Qué peces son más propensos?
Varias especies de peces de acuario pueden contraer el punto blanco. No obstante, unas malas condiciones de tenencia pueden favorecer el brote de la enfermedad por el estrés ocasionado.
Como su nombre indica, el punto blanco en peces se manifiesta por manchas blancas en las aletas y la piel. Al inicio de la enfermedad aparecen puntos aislados, que van distribuyéndose por todo el cuerpo y aumentando de tamaño paulatinamente.
El comportamiento de los peces enfermos también se ve alterado. En general, están más cansados, nadan menos y se muestran esquivos. Además, les cuesta más trabajo respirar y comen menos.
Si no se trata la enfermedad, los peces mueren porque no reciben suficiente oxígeno y pierden sustancias vitales, como electrolitos.
Si detectas las características típicas del punto blanco en uno o varios de tus peces, debes llevarlos inmediatamente a un veterinario especializado en peces. Este podrá confirmar la sospecha y desarrollar contigo un plan de tratamiento adecuado.
Como los síntomas del punto blanco en peces son muy llamativos, la enfermedad suele detectarse enseguida.
Si se presenta al veterinario en una fase temprana, este puede comprobar si realmente se trata de esta u otra enfermedad similar. Por ejemplo, podría confundirse con la linfocistis o con una infestación de esporozoos.
Si el parásito se encuentra en la fase de crecimiento, puede identificarse bajo el microscopio como esfera que gira rápido. Otros rasgos identificativos importantes son la franja marcada de cilios y su núcleo celular en forma de herradura.
Los parásitos solo se pueden combatir en ciertas fases (formas libres). Con pocas excepciones, también es importante tratar a todos los peces del acuario. Para matar todos los parásitos con éxito, como dato orientativo, el periodo de tratamiento es de siete días o cuatro días tras desprenderse las últimas manchas.
Hoy día, los medicamentos son el recurso más utilizado para tratar eficazmente la enfermedad del punto blanco en peces. El requisito es que hayas detectado la enfermedad a tiempo.
En las tiendas hay varios fármacos contra el punto blanco en peces que contienen verde malaquita. Habla con el veterinario y sigue las instrucciones del prospecto.
Nota: Si tienes peces de piscifactoría, infórmate antes sobre si se permite usar estos fármacos en los peces.
Existen otros métodos alternativos para matar los parásitos o reducir su número. No obstante, ten en cuenta que estos métodos, al igual que los medicamentos, requieren la aprobación del veterinario.
Además, un cambio entre métodos terapéuticos puede empeorar la enfermedad. También es muy importante ser consecuente con un método. En caso de que no surta efecto, deberás hablar con el veterinario sobre alternativas.
Estos son los métodos alternativos más comunes:
Según el tipo de pez y la cepa de Ichthyophthirius multifiliis, puedes aumentar la temperatura del acuario a treinta grados. Esto hace que los peces produzcan más anticuerpos.
Además, como el índice de división de los parásitos crece con la temperatura, este aumento hace que aceleren su desarrollo. Por el contrario, el tiempo en el que los parásitos perjudican a los peces se reduce.
Importante: Ten en cuenta que no todas las especies de peces toleran esta temperatura. Por lo tanto, un aumento de la temperatura no siempre sirve.
Si el veterinario te recomienda hacerlo, también deberás comprobar el contenido de oxígeno del agua y ajustarlo si procede.
Los baños de sal pueden favorecer una mejora sin la administración adicional de medicamentos. Sin embargo, no se ha confirmado su efecto contra el punto blanco en peces al cien por cien.
Las formas libres pueden eliminarse con clarificadores UV (radiación) o un filtro muy fino (p. ej., de diatomeas). Aunque no conseguirás eliminar todos los parásitos, reducirás su número.
Trasladando los peces varias veces consecutivas cada 24 horas a un recipiente nuevo con temperatura ajustada (25 °C) puedes reducir la contaminación de parásitos gradualmente. Así, puedes mitigar el problema en un periodo de tres semanas.
No obstante, ten en cuenta que este método supone una enorme carga para los peces. Por lo tanto, habla con el veterinario antes de implementarlo.
Los guramis azules se comen los puntitos de la piel, por lo que son un arma biológica contra los parásitos.
Sin embargo, no todas las especies de peces se llevan bien con él. Por eso, antes de recurrir a él deberás comprobar si tus peces toleran los guramis azules. Además, deberás ser capaz de tener y alimentar a este pez de forma acorde a la especie.
Se dice que la comida para peces con verde malaquita mata los trofozoítos adheridos a los peces. No obstante, no puedes estar seguro/a de si tus peces enfermos se comerán esta comida e ingerirán una dosis eficaz. Por lo tanto, este método tampoco es infalible.
El punto blanco en peces es una enfermedad parasitaria causada principalmente por el ciliado Ichthyophthirius multifiliis. Hay varias cepas que se diferencian en su capacidad de contagio y sensibilidad a los medicamentos. Esto se debe tener en cuenta a la hora de tratar la enfermedad.
Para poder tratar el punto blanco en peces con éxito es importante conocer el desarrollo de los parásitos. Este dura entre tres y siete días en acuarios de agua caliente:
En primer lugar, el parásito es un trofozoíto que infesta la piel del pez. Al hacerlo, penetra la epidermis con movimientos giratorios y llega a la zona entre la epidermis y las capas internas.
Liberando una sustancia especial que descompone las células en este punto, se alimenta de los tejidos que salen. Otro efecto de la sustancia es reforzar las capas de piel externas. Así, el sistema inmunitario del pez protege al parásito inconscientemente bajo las células cutáneas contra influencias externas, como medicamentos.
Ahora, el parásito permanece protegido bajo la piel y multiplica su tamaño original por cincuenta. En este momento puede detectarse en la piel del pez como punto blanco de entre 0,2 y 1 milímetro.
Pasados unos días o semanas, el parásito es adulto y pierde los cilios. Simultáneamente, se forma una capa de mucosa gruesa por la que el parásito se desplaza y abandona al pez.
El parásito, ahora un tomonte, puede nadar en el agua entre dos y seis horas. Durante este tiempo, puede adherirse a plantas y otros objetos.
Esta fase es importante porque solo ahora se pueden utilizar medicamentos contra los parásitos. Si se trata demasiado tarde, el parásito está protegido de los efectos externos por una cápsula de tipo quiste. En el interior de la cápsula, el parásito se divide en hasta 4000 células, llamadas tomitas.
En función de la temperatura, las tomitas abandonan la cápsula y crecen. Desarrollan sus cilios y se dispersan activamente en forma de terontes. En este estadio, buscan posibles huéspedes que puedan infestar. Ahora también son susceptibles a un ataque medicamentoso.
Si la búsqueda no tiene éxito, mueren pasados unos dos días con una temperatura de 24-26 grados.
El Ichthyophthirius multifiliis se propaga en acuarios nuevos de varias maneras. Por un lado, el parásito puede llegar a la población a través de nuevos peces u objetos contaminados con él.
Por otro lado, puede haber peces que hayan sobrevivido a la enfermedad y lleven el parásito dentro sin presentar síntomas. Por eso, el punto blanco en peces también se propaga en acuarios que hasta entonces estaban exentos.
Este es el motivo por el que los acuarios se ven afectados por este parásito más frecuentemente de lo que se cree. No obstante, que la enfermedad se desarrolle o no es algo que depende de las condiciones de tenencia.
Si tus peces están sanos y les ofreces una tenencia acorde a la especie, su sistema inmunitario suele poder inhibir la reproducción del parásito. En cambio, si están estresados y tienen el sistema inmunitario alterado, el punto blanco en peces puede brotar.
Si se detecta a tiempo y se trata correctamente, la enfermedad del punto blanco en peces se puede curar. De lo contrario, los peces pueden morir por las consecuencias de la patología.
Sin embargo, existen pruebas de que algunos peces pueden desarrollar inmunidad a los parásitos. Los responsables son anticuerpos especiales que se unen a ciertas proteínas en la membrana externa de las formas libres. De esta manera, evitan que las formas libres puedan adherirse a los peces.
Si compras peces o plantas nuevos, colócalos siempre en un recipiente de cuarentena antes de juntarlos con los demás peces. Además, si quieres instalar objetos de otros acuarios, sécalos antes.
Por otra parte, es importantísimo que compruebes los valores del agua regularmente y los ajustes cuando sea necesario. Para combatir el estrés, compra comida para peces de calidad y evita una densidad de población excesiva.
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