Los gatos tienen el extraordinario talento de aterrizar casi siempre con las patas. Sin embargo, nuestros mininos no se libran de las heridas. De hecho, los pequeños cortes en las patas no son infrecuentes. ¿Qué hago si mi gato tiene herida en una pata? Te explicamos cómo tratar las heridas en las patas de los gatos, cómo hacerles un vendaje y qué debes tener en el botiquín de primeros auxilios.
Heridas en las patas de los gatos: primeros auxilios

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Regla número uno: mantener la calma
Si descubres que tu gato tiene una herida, la regla más importante es: mantén la calma y no te pongas nervioso. Los gatos son muy sensibles. Si muestras pánico, él también lo sentirá. Por eso, es muy importante mantener la calma y hablarle al gato con una voz tranquila.
Si se deja tocar, puedes prestarle los primeros auxilios tú mismo y hacerle un vendaje. Si no hay manera de calmarlo, no dudes en acudir a un veterinario. Y es que, en casos excepcionales —p. ej., con mucho dolor—, hasta los gatos más mansos pueden morder y provocar heridas graves.
¿Cómo se hace un vendaje?
Un vendaje para la pata está compuesto por varias capas y sirve para detener la hemorragia. Además, tiene la función de estabilizar las articulaciones y los huesos en toda la parte inferior de la pata. Si el gato está bien inmovilizado, puedes hacerle un vendaje del modo siguiente:
- Elimina la suciedad más grande y los cuerpos extraños de la herida.
- A continuación, limpia y desinfecta la herida y la zona circundante.
- Los pelos que lleguen a la herida se pueden eliminar con unas tijeras o una cuchilla de afeitar.
- Acolcha los espacios entre los dedos con venda de gasa para que no rocen con la herida ni la presionen. Sobre todo, hay que tapar bien los vasos sanguíneos abiertos para parar la hemorragia hasta llegar al veterinario.
- Enrolla una venda en toda la pata, incluida la articulación de encima. El vendaje no debe quedar ni muy apretado ni muy flojo. Deben caber dos dedos entre la piel y el vendaje.
- Si no tienes vendas autoadhesivas, puedes fijar el vendaje con grapas o cinta adhesiva.
- Las cintas adhesivas repelentes del agua o los guantes para patas ayudan temporalmente contra la suciedad.
¿Qué debo tener en mi botiquín de primeros auxilios?
Para tratar rápidamente las heridas en las patas de los gatos, vale la pena tener un botiquín de primeros auxilios. Este debe contener todos los elementos necesarios para los primeros cuidados de las heridas. Aquí te enumeramos los enseres más importantes que necesitas para estar bien equipado:
Instrumentos |
✓ Tijeras redondeadas para vendajes |
✓ Pinzas limpias |
✓ Cuchilla de afeitar |
✓ Termómetro (mejor con punta flexible) |
✓ Jeringuillas desechables |
✓ Palo no metálico para entablillar un hueso roto |
✓ Peine quitagarrapatas |
✓ Desinfectante y toallitas para limpiar heridas en envases individuales |
Material para vendajes |
✓ Varios apósitos estériles de diferentes tamaños |
✓ Algodón para acolchar |
✓ Rollo de venda |
✓ Esparadrapo, vendas autoadhesivas (cohesivas) o cinta adhesiva |
Medicamentos |
✓ Ungüentos desinfectantes, por ejemplo, povidona yodada |
✓ Pastillas de carbón vegetal contra los vómitos y la diarrea |
¿Cómo se detectan las heridas en las patas de los gatos?
Los gatos son duros de pelar. De hecho, pueden ocultarle una herida a su cuidador durante días. Este comportamiento es completamente normal, ya que sus antepasados no debían mostrar debilidad para protegerse en la naturaleza.
Por eso, las heridas en las almohadillas de los gatos se suelen detectar con cambios de conducta. Además de que se mueven poco, también comen menos. Poco a poco, se perciben más signos, como, por ejemplo:
- Cojera y dolor al pisar
- Lamidos frecuentes en la herida
- Signos de inflamación visibles (hinchazón, enrojecimiento o pus)
Heridas graves: al veterinario enseguida
Las uñas arrancadas y los cuerpos extraños profundos suelen provocar hemorragias y dolores intensos. En este caso, es raro que el gato se deje tocar, incluso por su cuidador. Por eso, para las heridas graves, es imprescindible que acudas al veterinario. Este, en colaboración con su equipo, podrá inmovilizar al gato y curar la herida. Para las hemorragias intensas empleará apósitos hemostáticos o un vendaje de compresión.
Si se han detenido todas las hemorragias, ya se puede examinar y palpar la pata tranquilamente. Para ver las lesiones internas de la pata (como huesos rotos) u objetos extraños profundos, los veterinarios usan métodos de imagen, como ecografías o radiografías. En función de la gravedad de la herida, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente.
Dado que las heridas en las patas de los gatos son dolorosas, el veterinario suele administrarles analgésicos a los animales. También son útiles las pomadas antiinflamatorias, que se aplican en la herida. En cambio, las pomadas antibióticas solo se deben utilizar si el veterinario detecta una infección bacteriana.