Los gatos eran animales del desierto

Los gatos eran animales del desierto

Los antepasados de nuestros gatos domésticos procedían de Oriente Próximo.

El origen de los gatos domésticos es al menos tan misterioso y fascinante como su carácter. ¿Los gatos son realmente animales del desierto? ¿Qué significaría esto para su comportamiento? En efecto, hubo mucho tiempo en que no estaba claro de dónde provenían los antepasados de nuestros gatos domésticos. Esta incertidumbre desapareció cuando un análisis genético arrojó luz sobre la evolución felina.

El enigmático árbol genealógico del gato, animal del desierto

Hasta hace poco, la ciencia no había podido averiguar cómo y cuándo evolucionaron los gatos salvajes hasta convertirse en nuestros mininos domésticos actuales. Sin embargo, había indicios desde hacía mucho tiempo, como los gatos momificados del antiguo Egipto.

Varias subespecies del gato salvaje

Las distintas subespecies regionales del gato salvaje son tan parecidas que cuesta entender el árbol genealógico exacto del gato doméstico.

Por ejemplo, existe el gato del desierto (Felis silvestris lybica), el gato salvaje asiático (Felis silvestris ornata) y el gato salvaje del África austral (Felis silvestris cafra). Así pues, la pregunta sobre de dónde vienen los gatos actuales estuvo sin respuesta durante mucho tiempo. ¿Los gatos eran animales del desierto?

Un estudio de 2007 arrojó un indicio decisivo sobre el origen de los gatos domésticos. Un equipo de científicos internacionales realizó una comparación genética exhaustiva para resolver el enigma de la evolución felina.

El resultado fue que los antepasados salvajes de todos los gatos domésticos vivían en los desiertos de Oriente Próximo. Allí, se unieron a las personas hace más de 9000 años. La razón más probable es que podían cazar un montón de ratones en los graneros de los humanos.

La prueba genética

El análisis genético de los investigadores demostró que el material hereditario de los gatos actuales presenta la mayor similitud con los gatos salvajes de la península arábiga septentrional.

Los que aún habitan los desiertos de Israel, Arabia Saudí y otros países colindantes son sus parientes más próximos. Por lo tanto, está claro que los gatos eran animales del desierto.

Los gatos eran animales del desierto
Los gatos están bien preparados para vivir en entornos áridos.

El hecho de que sus antepasados debían apañárselas en entornos áridos queda patente en los gatos domésticos modernos. A la mayoría no les gusta el agua. Solo hay algunas excepciones, como el van turco, que pueden disfrutar de un baño refrescante.

El truco del animal del desierto

Además, los gatos suelen beber muy poca agua. Esto se debe a un truco con el que la naturaleza ha equipado a estos animales del desierto.

Con ayuda del intestino y los riñones, los gatos pueden recuperar mucha agua. Por lo tanto, apenas necesitan ingerir líquidos. Por eso, la orina está fuertemente concentrada y las heces son duras y secas.

Un gato adulto sano solo ingiere unos cincuenta mililitros de líquido por kilo de peso corporal. Algunos gatos salvajes cubren su demanda completamente con la alimentación, por ejemplo, con la sangre de sus presas. También hay muchos gatos domésticos que prefieren sorber la comida húmeda con mucha salsa en lugar de beber agua.

Déficit de líquidos como detonante de problemas renales

Aunque los gatos, como animales del desierto que son, no necesitan mucha agua, su bebedero siempre debe estar lleno. El motivo es que hay que protegerlos contra la deshidratación.

Si un gato no bebe suficiente agua, esto puede sobrecargar los riñones. Estos, a su vez, deben compensar el déficit de líquidos recuperando cada vez más agua. Esto puede conducir a una insuficiencia renal crónica, que, si no se trata, puede acabar con su vida. Es por esto que los riñones son el punto débil físico de los gatos.

Consejos para animar a los gatos a beber

Hay algunos trucos para animar a los gatos a beber agua. A algunos les gusta lamer un grifo que gotea y otros prefieren las aguas estancadas de charcos y estanques.

También es recomendable darles comida húmeda con mucha salsa o gelatina, que se puede diluir más con agua. Además, las fuentes le funcionan muy bien a mucha gente.

Detección precoz de la diabetes

Para acabar, un consejo: puede resultar útil observar la conducta de ingesta de agua de tu gato por muchos motivos. No solo te darás cuenta de si no bebe suficiente, sino también de si bebe demasiado de repente.

Este puede ser otro síntoma de un problema renal (incipiente). Además, los gatos con diabetes mellitus también beben más de lo normal. De hecho, los gatos enfermos beben incluso de los jarrones y las regaderas para calmar su sed.

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