Caballo árabe

En general, el caballo árabe necesita hacer suficiente ejercicio y tener vida social, como todas las demás razas. Si se dan estas condiciones y las temperaturas no difieren mucho de las normales en Europa central, puede vivir en el pasto o en una cuadra abierta todo el año.

Eso sí, deberás protegerlo del viento, el frío y el calor. Además, deberás comprobar su estado a diario y controlar el nivel del abrevadero. Estos caballos deben tener acceso a agua fresca y comida en todo momento.

Si prefieres tenerlo en un box, el caballo necesitará salir a correr a diario. Debido a las pocas posibilidades de moverse, una tenencia exclusivamente en box no es acorde a la especie.

Si no puedes ofrecerle el ejercicio que necesita, el caballo árabe puede adquirir sobrepeso. Un alimento demasiado energético y de mala calidad también puede hacer que contraiga el síndrome metabólico equino, que suele provocar eccemas o infosuras.

Por tanto, es mejor que no le des heno a voluntad ni golosinas y comida altamente calórica con frecuencia. En cualquier caso, adapta la ración a su actividad deportiva y asegúrate de que el alimento sea de buena calidad.

También debes controlar el aporte de nutrientes importantes, como magnesio o manganeso, ya que esta raza necesita más estos elementos. El veterinario te ayudará a diseñar la dieta de tu caballo.

Juntos podréis elaborar un plan nutricional a su medida para prevenir errores de alimentación graves.

Este caballo, que antiguamente se tenía en el desierto, sabe hacer frente a las condiciones meteorológicas duras. Las temperaturas extremas que allí reinan han hecho a estos animales resistentes y robustos a lo largo de muchas décadas.

Enfermedades frecuentes

Aun así, el caballo árabe puede contraer enfermedades. Las causas suelen ser errores de tenencia o enfermedades hereditarias típicas de la raza. Los defectos genéticos siguientes suelen poderse descartar con un test genético directo al comprar una yegua:

• Abiotrofia cerebelosa (CA): en esta enfermedad, las neuronas del cerebelo mueren, por lo que la coordinación del caballo está alterada.
• Inmunodeficiencia combinada severa (SCID): los potros afectados mueren a los pocos meses de nacer a consecuencia de una inmunodeficiencia.

Esperanza de vida

Un caballo de raza árabe sano con una tenencia acorde a la especie puede vivir entre veinticinco y treinta años. Hay ejemplares que incluso llegan a los cuarenta años.

Como una de las razas de cría pura más antiguas, el árbol genealógico del caballo árabe se remonta al siglo VII. Según la leyenda, los beduinos que vivían en la península arábiga en aquella época utilizaron cinco yeguas que el profeta fugado Mahoma llevó a Medina.

Llegada a Europa

Cuando los árabes ocuparon España en los siglos XVI y XVII, los purasangres árabes también llegaron a Europa. Debido a la apariencia elegante de la raza, el purasangre árabe enseguida se popularizó entre las casas nobles ricas europeas.

Así pues, muchas familias de la nobleza importaron purasangres árabes de Oriente Próximo. El objetivo era mejorar los caballos autóctonos cruzándolos con estas bellezas árabes. Por eso, en algunos árabes no purasangres se observan características típicas de los purasangres árabes.

¿Qué caballos son árabes?

Según la asociación alemana de criadores y amigos del caballo árabe (VZAP), el caballo árabe engloba siete grupos. Estos provienen de diferentes regiones.

Sin embargo, el origen de todos los árabes actuales se encuentra en los caballos árabes que vivían hace siglos en las regiones orientales, como la península arábiga y el norte de África.

Los siete grupos del caballo árabe

Estos son los siete grupos del caballo árabe:

• Árabes de Egipto: la World Arabian Horse Organization (WAHO) todavía no ha reconocido este grupo como purasangre árabe, aunque sí está registrado como tal en Egipto.
• Árabes sin papeles: ¿tu caballo tiene genes árabes, pero no puedes demostrar su procedencia? ¿Los papeles de tu caballo se han perdido, por ejemplo, por las consecuencias de una guerra? En ese caso, el caballo se puede clasificar como árabe.
• Árabes húngaros: este grupo surgió de yeguas húngaras importadas que presentaban muchas características de los shagya-árabes (raza árabe más grande e independiente). Sin embargo, como se diferencian demasiado de la raza consolidada a nivel genético, no pertenecen a ella.
• Crías de color: grupo reducido, pero de creciente popularidad, formado por pintos y palominos con más del noventa por ciento de purasangre árabe
• Descendencia del criadero de preguerra de Röblingen: las crías de la yegua Nigra Zscheiplitz, nacida en 1918, ya no se consideran purasangres árabes, sino árabes. El motivo es que los científicos han encontrado un porcentaje de sangre ajena demasiado grande.
• Caballos de la raza rusa tersk: debido a su procedencia, en Alemania se asigna algunos caballos de este grupo a los árabes, angloárabes, mestizos o shagya-árabes.
• Origen desconocido: algunos caballos de Jordania, el Líbano y Turquía tienen ascendencia árabe. No obstante, no se sabe de dónde proviene exactamente este grupo.