Los periquitos nunca se deben tener solos, sino, como mínimo, en pareja. Lo ideal es tenerlos en grupo.
En su patria australiana, los periquitos viven en bandadas pequeñas o grandes. En el grupo tienen una pareja estable con la que suelen permanecer toda la vida. Por lo tanto, para que se sientan a gusto en tu casa, es indispensable saber cómo socializar periquitos.
¿Un periquito solo? ¡Ni hablar! Los periquitos son animales sociales y nunca viven solos en la naturaleza, sino con muchos otros periquitos en una bandada.
A veces, estas bandadas están formadas por cientos de aves. Dentro de la bandada, los periquitos buscan una pareja con la que encajen.
Tener a uno solo en una jaula es como tenerlo en una celda de aislamiento. El periquito acaba perdiendo la alegría de vivir y prácticamente se convierte en un vegetal. También puede presentar cambios de comportamiento. Por eso, asegúrate de que estos preciosos y sociables pájaros siempre vivan con al menos una pareja.
¿Tienes dos periquitos? En ese caso, probablemente habrás visto que tienen diferencias de carácter y no solo visuales. Los periquitos pueden ser valientes o precavidos, juguetones o tranquilos y mimosos o rebeldes. Por eso, las parejas que creamos las personas no son siempre perfectas.
No obstante, dos periquitos que se han acostumbrado el uno al otro suelen acabar llevándose bien. Con suerte, verás cómo se rozan el pico cariñosamente, dan de comer a su pareja o se alimentan mutuamente. Sin embargo, a veces la relación es como un matrimonio de conveniencia y no se basa en la simpatía.
¿Qué significa esto en la tenencia de periquitos? Está bien socializar periquitos con un segundo ejemplar, pero es mejor si se hace con la pareja ideal. Esto se puede conseguir si el periquito puede buscar a su pareja dentro de una bandada.
Si tienes toda una bandada en una pajarera grande, te asombrará el fascinante comportamiento social de estas coloridas aves. Y es que aquí tienen la oportunidad de encontrar a la pareja que más encaje con ellas.
Una bandada debe estar compuesta por seis pájaros como mínimo. Un número par favorece la formación de parejas. Como es lógico, en una bandada también se producen disputas. Además, las muertes y los recién llegados pueden poner el sistema patas arriba. No obstante, en unos días vuelve a reinar la paz.
Solo debes intervenir si un periquito molesta a los demás constantemente o viceversa, si el grupo no deja a un periquito en paz. Si uno no encuentra pareja porque todos están emparejados, puede ser conveniente traer otro.
Con seis o más periquitos y unas cuantas horas de vuelo libre al día, la pajarera deberá tener al menos un metro de ancho. Las jaulas más pequeñas sirven de alojamiento para aves enfermas o para acostumbrar a los recién llegados.
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Dado que estos pájaros australianos son sociables, la socialización suele discurrir sin problemas. Eso sí, hay un par de cosas que debes tener en cuenta.
Para los periquitos en pareja, la diferencia de edad no debe superar los dos años. Normalmente, un macho y una hembra son los que mejor se llevan. Para prevenir las crías, debes evitar que hagan nidos. Si la hembra pone huevos igualmente, puedes cambiarlos por nidales artificiales de tamaño periquito.
Otra opción es tener dos machos. Los machos se suelen llevar muy bien en un hogar grande y pueden hacerse amigos de por vida. Es un gozo observar cómo se relacionan estos apegados animales. Sin embargo, no es recomendable tener dos hembras, aunque puede funcionar en algunos casos.
Es recomendable llevar al nuevo periquito al veterinario antes de traerlo a casa. Inicia la socialización cuando te dé luz verde. Hasta entonces, el nuevo periquito deberá permanecer en una jaula de cuarentena en otra habitación.
A continuación, deja que se conozcan a través de los barrotes de la jaula. Coloca las dos jaulas o pajareras una al lado de la otra. Si los periquitos se aceptan mutuamente, es el momento de que vuelen libremente. Dale al recién llegado tiempo y no lo presiones para que salga. La mayoría se dejan llevar por los veteranos al poco tiempo. Lo ideal es que, para el final de la hora de vuelo libre, vuelen juntos en la pajarera.
No suele haber problemas para socializar un periquito con una pareja adecuada. Cuando las cosas se tuercen, a menudo son las hembras las que defienden su territorio. Esto se puede solucionar reorganizando el territorio: nueva jaula, otro equipamiento o una ubicación diferente. Así, los dos periquitos tendrán un nuevo territorio que explorar, lo que suele discurrir pacíficamente.
© Los periquitos se suelen llevar bien con especies emparentadas, como las ninfas.
Los periquitos son pájaros muy asertivos. Si quieres tenerlos con otros pájaros, no lo hagas con especies más pequeñas y débiles.
Los canarios y los diamantes mandarín, que a menudo se ven en fotos con periquitos, no son adecuados. Los agapornis también tienen problemas para llevarse bien con los periquitos.
Sin embargo, en una pajarera grande puedes tenerlos con codornices porque estas habitan el suelo de la pajarera. Para que puedan refugiarse de los traviesos periquitos, conviene que instales una casita en la que se puedan esconder.
También puedes socializar periquitos con ninfas o periquitos espléndidos. Estos pájaros son más grandes y no se dejan manipular. Si tienes varios pájaros juntos, es muy importante que dispongan de suficiente espacio para volar.
Hay gente que tiene periquitos solos para que sea más fácil domesticarlos. ¡Mala idea! Es posible que un periquito solo se vuelva apegado porque no tiene otros periquitos con los que relacionarse, sí. Pero una persona, por muy cariñosa que sea, nunca puede reemplazar un congénere. Si quieres tener periquitos de una manera acorde a la especie, debes tener al menos dos.
A pesar de compartir la vida con otros periquitos, la mayoría siguen buscando la compañía y cercanía de las personas. Así pues, puedes domesticar periquitos en pareja o incluso una bandada entera. Una vez que uno rompe el hielo y vuela hasta tu mano, los demás lo siguen rápido.
Como suele ocurrir, el amor pasa por el estómago. Con golosinas para periquitos, como mijo, y un poco de paciencia, puedes atraerlos hacia ti y, después, a tu mano. Hablando de manos: si quieres domesticar a tus periquitos, no empieces nunca con la mano desnuda. Usa guantes al principio.
A estos coloridos amiguitos les encanta la juerga y participar en la vida familiar. Por eso, debes instalarlos en una estancia en la que pases mucho tiempo.
Ten cuidado con la música y la televisión, ya que, aunque les gusta el jolgorio, no toleran el volumen alto. Si hay mucho ruido, los ejemplares asustadizos se refugiarán permanentemente.
Si habláis, los periquitos participarán gorjeando alegremente e intentarán acallar vuestras voces. Algunos periquitos incluso aprenden el canto de su persona de referencia y pueden repetir algunas palabras.
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Los periquitos, canarios y otros pájaros son felices de tener compañía y lo demuestran a cualquier amante de los animales, no solamente a aquellos con poco espacio y tiempo. Hay que saber que estas aves domésticas deberían vivir únicamente en parejas y nunca en solitario.
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En su patria australiana, los periquitos viven en bandadas pequeñas o grandes. En el grupo tienen una pareja estable con la que suelen permanecer toda la vida. Por lo tanto, para que se sientan a gusto en tu casa, es indispensable saber cómo socializar periquitos.
