Consejos sobre cuidados de las cobayas

cuidados de las cobayas

Los cuidados de las cobayas son muy importantes.

Se dice que los cuidados de las cobayas son poco exigentes. Pero ¿qué significa poco realmente? En este artículo te explicamos cómo cuidar una cobaya.

Cuidado del pelaje

El cuidado del pelaje de las cobayas de pelo corto es relativamente sencillo. Solo hay que cepillarlas un poco de vez en cuando, especialmente en la época de muda. Para ello, es recomendable utilizar un cepillo de cerdas naturales. El polvo y la suciedad se los limpian normalmente ellas mismas con las uñas o la lengua.

¿Cada cuánto hay que cepillar a una cobaya de pelo largo?

Las cobayas de pelo largo requieren cuidados regulares. A ser posible, hay que peinarlas a diario y cortarles el pelo periódicamente. De hecho, el pelo no para de crecerles y, si no se corta, se les enreda enseguida.

Para que puedan ver bien, también hay que cortarles el pelo de la cara. El resto del pelaje se debe dejar a la altura del suelo. En la parte trasera hay que ser más radical para que el pelo de esa zona se ensucie menos de excrementos.

Acostumbra a tu cobaya a estos cuidados desde pequeña. Al principio basta con sesiones cortas, que se irán alargando con el tiempo. Busca una base sólida y ten golosinas a mano. Así, conseguirás que le coja el gusto enseguida a estos cuidados regulares.

¿Tengo que bañarla?

En principio, los cuidados de las cobayas no incluyen los baños. La excepción es la suciedad persistente, las infestaciones parasitarias y las enfermedades cutáneas.

Piensa que un baño supone un estrés inimaginable para la cobaya. Por lo tanto, reflexiona muy bien sobre si no se puede eliminar la suciedad de una manera menos agresiva.

En caso de parásitos o enfermedades cutáneas, el veterinario puede recetarte champús especiales y medicamentos. Pídele que te explique cuándo y, sobre todo, con cuánta frecuencia debes bañar a tu cobaya.

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A las cobayas de pelo corto también hay que cepillarlas.

Cuidados de las cobayas: las patas

Los cuidados de cobayas también incluyen las uñas. Por lo tanto, deberás inspeccionárselas regularmente y cortárselas cuando sea necesario. Si la cobaya no se mueve normalmente por suelos duros, las uñas no se desgastan lo suficiente.

Cuanto más crecen, más toman la forma de un sacacorchos. Esto hace que a la cobaya le cueste caminar y que, a la larga, se le desalineen las patas.

¿Qué necesito para cuidarle las uñas?

Con un cortaúñas especial podrás cortarle las uñas fácilmente a tu cobaya. No obstante, asegúrate de no hacerle daño en el vaso sanguíneo que recorre la uña. En las uñas claras, este se suele ver muy bien. Si no estás seguro/a o tu cobaya tiene las uñas oscuras, pídele a un experto o al veterinario que lo hagan por ti.

Una vez arregladas las uñas, toca echar un vistazo a las almohadillas. En estas, sobre todo en las traseras, tienden a formarse callos y, en el peor de los casos, úlceras plantares.

Si notas que una almohadilla está caliente o enrojecida, lleva a la cobaya al veterinario lo antes posible.

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Con un poco de práctica, cortarle las uñas a una cobaya es muy fácil.

Cuidados de cobayas: dientes

Las cobayas son roedores y, como tales, tienen dientes especiales. Tanto los incisivos como los molares de las cobayas crecen toda la vida. Por eso, las cobayas tienen que desgastárselos royendo cosas constantemente.

Es posible que, por malformaciones congénitas o una alimentación incorrecta, los incisivos crezcan demasiado o los molares formen picos dolorosos. En este caso, a la cobaya le cuesta comer o siente dolor cuando come. En el peor de los casos, deja de comer.

Por eso, inspecciónale los incisivos con regularidad y, si están demasiado largos, llévala al veterinario. Este le limará los incisivos y también le examinará los molares.

¿Qué más cuidados de las cobayas son necesarios?

Si ya sabes cómo cuidar una cobaya en cuanto al pelo, las patas y los dientes, ya tienes la base de una vida larga y feliz. Sin embargo, para que los cuidados de las cobayas sean realmente completos, aún tienes que hacer más cosas. Estas son las otras partes del cuerpo que debes examinarle regularmente:

  • Ojos:los ojos de las cobayas siempre deben estar nítidos y no presentar secreción.
  • Orejas:las orejas deben estar exentas de grandes cantidades de cerumen y no estar irritadas.
  • Glándula caudal: la glándula cauda es una acumulación de glándulas sebáceas que se encuentra aproximadamente un centímetro por encima del ano. Unos pocos pelos aceitosos alrededor de la glándula son normales. Elimina la suciedad persistente o las adherencias con un paño húmero y un champú suave.
  • Saco perineal:en el intestino de la cobaya hay un saco de piel donde se encuentras las glándulas perineales. La secreción de estas glándulas sirve de atrayente sexual y para marcar. Normalmente, las cobayas se limpian esta glándula por sí solas. Si se obstruye o se ha colado heno o paja dentro, límpiale el saco perineal con cuidado con un bastoncillo.
  • Peso:controla el peso de tu cobaya con regularidad. Así, podrás notar antes si pierde peso y llevarla a tiempo al veterinario. Lo mismo se puede decir del peligro de sobrepeso.

Como con tantas otras cosas: si no estás seguro/a de si está bien, mejor ir al veterinario una vez de más que de menos.

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