A quienes de verdad les gusta el aire libre no diferencian entre el buen tiempo y el no tan bueno. No importa que nieve, que los caminos estén embarrados o que las aceras estén llenas de sal para el deshielo, el perro y su humano salen a dar largos paseos y disfrutan así de la estación invernal. Pero no nos olvidemos de que las condiciones durante el invierno son bastante agotadoras para las patas de los cuadrúpedos. No es raro que las almohadillas se agrieten o que los dedos se aglutinen, lo que hace más difícil caminar y, además, podría llegar a causar heridas más profundas. Te contamos unos cuantos trucos para proteger a los perros en invierno y que las salidas invernales sean seguras y placenteras:
Proteger a los perros en invierno
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Prevención
- Cortar el pelaje
Los pelos largos en las patas favorecen la formación de bolas de nieve durante el invierno. Corta los pelos entre las patas con una tijera, ¡con cuidado y con frecuencia!
- Protección
Pon una capa de grasa o una pomada con cera de abejas en las almohadillas y en las zonas delicadas entre los dedos para protegerlas de la sal para el deshielo y evitar que se agriete la piel.
Salir a pasear
- Control
Inspecciona las patas de tu peludo con frecuencia durante los largos paseos invernales. La nieve aglutinada entre los dedos irrita la piel y puede causar rozaduras y heridas. Retira la nieve con cuidado.
Después de cada paseo
- Limpieza
Los perros suelen lamerse las patas en invierno. De esta manera es posible que ingieran sal para el deshielo. En el peor de los casos esto podría provocar diarrea. Por eso es importante que limpies las patas de tu peludo nada más volver del paseo con un paño húmedo o un baño tibio.
- Pequeñas heridas
Los pequeños cortes y desgarros en la patas se alivian con un baño de manzanilla y poniéndoles una pomada o ungüento curativo. Esto le hará bien a tu can y acelerará la cicatrización.
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