Ácaros en perros

Ácaros en perros

Los ácaros del oído pueden ser detectados por el veterinario mediante un hisopo.

Los ácaros en perros son molestos parásitos que acechan a tu peludo en muchos lugares. La vía de transmisión y los síntomas varían en función del tipo de parásito. Aunque los ácaros no transmiten patologías, como sí sucede con las garrapatas, pueden ocasionar fuertes síntomas.

¿Qué tipos de ácaros hay en los perros?

Hay numerosos tipos de ácaros que pueden infestar y atormentar a tu perro. Estos son los más importantes:

Ácaro de la cosecha (Trombicula autumnalis)

Es un parásito diminuto, del tamaño de un alfiler, que destaca particularmente por su color naranja rojizo. Aparece en las regiones endémicas especialmente en verano y en otoño, y acecha a su huésped en la hierba.

Este parásito se desarrolla a partir del huevo y pasa a ser larva, ninfa y ácaro. Un ácaro adulto se alimenta de materia vegetal. Sin embargo, la larva necesita la linfa del huésped para poder sobrevivir.

Las larvas se encuentran sobre todo entre los dedos de las patas, en el vientre y en la cabeza. En perros sensibles, el mordisco de la larva provoca reacciones alérgicas con fuertes picores que pueden degradar en irritaciones considerables. Estas alteraciones pueden persistir aun cuando se ha eliminado el parásito.

Ácaros en perros
El ácaro de la cosecha se reconoce por su típica coloración rojo anaranjada.

Ácaro del oído (Otodectes cynotis)

Estos ácaros son parásitos especializados que habitan el conducto auditivo externo y, menos frecuentemente, la piel que rodea la oreja. Un síntoma típico de una infestación de ácaros del oído es un fuerte picor con inflamaciones de los oídos. Los perros también experimentan una secreción harinosa de color marrón negruzco que recuerda al poso del café.

Gamásidos (mesostigmata)

Los gamásidos son poco específicos de huéspedes determinados y altamente contagiosos. Tanto los perros como los gatos, los conejos e incluso las personas se pueden ver afectados.

Todo el ciclo evolutivo del ácaro tiene lugar en el animal. La transmisión se produce mediante el contacto directo con un animal infestado. Pero también es posible infestarse de estos parásitos a través de un entorno u objetos contaminados.

Los gamásidos viven en la superficie cutánea del perro, se mueven entre los pelos y se alimentan del líquido tisular. Provocan un picor al perro cuya intensidad puede variar enormemente.

También son típicas de este parásito pequeñas escamas secas que se encuentran principalmente en el lomo del perro. Los ácaros en sí se parecen mucho a estas escamas.

Los gamásidos se diagnostican bajo el microscopio mediante un raspado cutáneo o con la técnica de las tiras adhesivas.

Arador de la sarna (Sarcoptes scabiei car. canis)

El arador de la sarna es muy específico de huéspedes determinados. Afecta principalmente a los perros, a los zorros y a las martas. La transmisión se produce mediante el contacto con otros perros infectados o indirectamente por el entorno. La sarna en perros es extremadamente contagiosa.

Como su nombre indica, la hembra ara un túnel en la piel del perro y pone ahí los huevos y las heces. Al arar, ingiere células cutáneas muertas y líquido tisular. Los ácaros de la sarna en perros provocan irritaciones cutáneas y pueden desencadenar reacciones alérgicas. La consecuencia es un picor casi insaciable e insoportable en el animal.

Los primeros signos de la sarna en perros son manchas rojas en el vientre y el codo. Más tarde, el picor en sí ocasiona calvas provocadas por el propio perro y caspa. La piel se hincha primero en la zona de las orejas y, finalmente, en todo el cuerpo.

El veterinario puede diagnosticar la sarna en perros mediante un raspado superficial. Dado que ya un número pequeño de ácaros puede provocar un fuerte picor, no siempre se puede realizar un diagnóstico con este método. En este caso se puede realizar una terapia diagnóstica. Esto significa que se trata al perro contra los ácaros guiándose por la sospecha. Si el perro mejora, la infección se considera confirmada.

Demodex canis

El Demodex canis es un habitante normal del ecosistema cutáneo en mamíferos peludos y está presente en todos los perros. En cantidades bajas, estos ácaros no provocan síntomas. Viven y se alimentan en los folículos pilosos y las glándulas sebáceas. En el mundo exterior no pueden sobrevivir.

Estos ácaros también se alimentan de restos de células y líquido tisular. Para prevenir una reacción inmunológica y alérgica en el perro, almacenan las heces en sus propias células.

La transmisión de estos ácaros se produce directamente tras el nacimiento, durante la lactancia, de la madre al cachorro. Una reproducción excesiva del ácaro demodex puede provocar la enfermedad demodicosis.

Diagnóstico: ¿cómo se detectan los ácaros en perros?

Con la mayoría de ácaros basta con un raspado cutáneo o un preparado de tiras adhesivas para diagnosticar los parásitos. Sin embargo, para el ácaro del oído se necesita un frotis del oído. El demodex se detecta con raspados profundos, con preparados de tiras adhesivas o aplastamiento y examinando las raíces de pelos arrancados.

Ácaros en perros
En la lucha contra los ácaros, la limpieza frecuente e intensiva es lo más importante.

Terapia: ¿cómo se tratan los ácaros en perros?

Con algunos tipos de ácaros (mesostigmata, Sarcoptes, Otodectes y demodex) no solo se recomienda tratar al perro enfermo. Debido al alto peligro de contagio y transmisión, hay que tratar también a todos los animales susceptibles del hogar.

La terapia se debe repetir varias veces para matar todos los estadios de los ácaros. Si el perro tiene el pelo muy largo o denso, para que el tratamiento surta efecto puede ser conveniente esquilarlo.

Tratamiento medicamentoso

Para tratar los ácaros en perros existen diferentes medicamentos. La gama incluye principios activos acaricidas en forma de champús, comprimidos y pipetas. Las infestaciones más graves y las infecciones secundarias consiguientes de la piel se deben tratar, además, con champús antibacterianos e incluso antibióticos convencionales para la piel.

La terapia siempre la debe llevar a cabo el veterinario.

Limpieza intensiva de la casa

Para combatir los ácaros en perros con éxito, también es indispensable que liberes tu casa de todos los parásitos. Aparte de la limpieza mecánica con aspirador y paños, también debes usar un insecticida de contacto.

Además, deberás limpiar todo el domicilio, el coche, la cama del perro, el transportín y los utensilios de higiene (como peines o cepillos) a fondo durante todo el tratamiento.

Prevención: ¿cómo se previenen los ácaros en perros?

Si empleas un método profiláctico regular contra las garrapatas, también previenes las infecciones de la mayoría de ácaros. Los más adecuados son las pipetas y los medicamentos en forma de comprimidos. Hay que evitar el contacto con animales infectados. Dado que el demodex pertenece a la fauna cutánea normal del perro, para este ácaro no existe ninguna profilaxis medicamentosa.

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