Komondor

Komondor

El pelaje fuera de serie del komondor no es lo único que lo hace tan especial, sino también su carácter. Este perro guardián del ganado es muy independiente y encaja muy bien con expertos que sepan valorar su encantadora cabezonería.

Aspecto

El komondor llama la atención porque su pelaje hirsuto de color marfil le cubre todo el cuerpo. De hecho, a veces es difícil distinguir la parte trasera de la delantera a primera vista. Con su manto de pelo, su altura de cruz imponente de hasta 70 cm y su peso de 50 kg, es impresionante. El pelaje está compuesto de una capa externa recia y un fino subpelo. Además de los ejemplares de pelo hirsuto, también los hay de pelo ondulado y con cordones en lugar de mechones. El pelo más largo lo tiene en la grupa, el lomo y la parte trasera del muslo.

Historia

Las raíces de la orgullosa raza komondor se encuentran en Asia. Desde aquí, los primeros ejemplares llegaron en el siglo IX con el pueblo estepario de los magiares a Hungría, su país de origen actual. Aquí también se utilizaban estos perros para vigilar grandes rebaños, que defendían con valentía contra los lobos. La primera mención del perro komondor data del año 1544. Estos perros son famosos por su valentía y su marcado instinto protector desde hace siglos. El pelaje hirsuto los protege del clima extremo y de las lesiones. Hay quienes dicen, incluso, que el aspecto parecido al de una oveja hace que los lobos huyan cuando la supuesta oveja se lanza de repente al ataque. El estándar actual de la raza se redactó a principios del siglo XX.

Carácter

Como antiguo perro guardián del ganado, el komondor es independiente y asertivo. A diferencia de los perros pastores, los perros guardianes como este defienden los rebaños o territorios ellos solos. Estos perros suelen ser muy territoriales y no admiten a los desconocidos en su territorio. Sin embargo, fuera de este espacio se muestran neutrales. Son incorruptibles y no se dejan despistar en su territorio por los extraños, ni siquiera con golosinas. Es raro que un komondor entable amistad con perros desconocidos a la primera. Por eso, es muy importante que socialice con otros perros desde cachorro. La raza irradia una paz majestuosa que puede engañar. De hecho, este peludo está preparado para defender su zona a la velocidad del rayo. Si le ofreces un hogar acorde a la especie con mucho espacio y un adiestramiento correcto, puede ser un perro tranquilo y simpático, perfectamente apto como perro de compañía.

Adiestramiento

El carácter orgulloso y testarudo de este perro requiere a un cuidador experto que lo eduque con competencia y sensibilidad, y no le exija una obediencia incondicional. Solo entonces se someterá de buena gana. Hará cosas por ti con mucho gusto, siempre y cuando les encuentre el sentido. La mejor base de un buen adiestramiento es una socialización intensiva, garantizada por un criador experto y cuidadoso. Las escuelas caninas son un complemento ideal para que el komondor conozca otros perros de todos los tamaños y razas. Recuerda que este perro se desarrolla tarde, es decir, no tendrá un carácter de adulto hasta que cumpla tres años.

Komondor

Ejercicio

El komondor te acompañará encantado a dar paseos largos, pero no tiene una necesidad de moverse excesiva. Su tarea preferida es vigilar la casa y el jardín él solito. No le encantan los deportes caninos, especialmente porque, debido a su tamaño y al pelaje frondoso, no puede practicar cualquiera. Estará contento si tiene un terreno grande a su disposición y la posibilidad de pasar mucho tiempo con su familia humana o su persona de referencia. Tampoco exigirá un programa de entretenimiento. Básicamente, los días calurosos debe poder descansar y dejar los paseos largos para la mañana o la tarde-noche.

Alimentación

Si adoptas un komondor, sigue dándole su comida habitual para no añadir otro cambio más a la ya estresante mudanza. Si quieres cambiarle el alimento, hazlo paulatinamente para no irritar su delicado estómago. Lo mejor es que cada día añadas un poco más de la comida nueva a la que ya conoce. Como todos los perros grandes, el komondor corre el peligro de sufrir una torsión gástrica. Por eso, es muy importante que no coma con voracidad o bien que le des varias raciones pequeñas al día. Además, alimentarlo exclusivamente con pienso es un factor de riesgo de la torsión gástrica. Esto es así porque el pienso no se hincha hasta que está en el estómago, por lo que la sensación de saciedad aparece más tarde. Después de comer, el peludo tiene que descansar, así que no debe jugar a juegos rápidos ni moverse mucho.

Lo ideal es ofrecerle un alimento sin cereales, ya que estos son difíciles de digerir para él. En todo caso, una alimentación con un alto contenido de carne es la más adecuada para tu peludo. Por tanto, asegúrate de que este sea el ingrediente principal y la comida no contenga cereales de mala calidad. Modérate con los premios y controla el peso de tu komondor periódicamente. Así, podrás detectar cambios de peso y combatirlos a tiempo. Además, recuerda restar las golosinas de la ración diaria. Los snacks dentales y los artículos secos para masticar, como orejas de vacuno, son un buen complemento.

Salud

Como muchos perros grandes, la raza komondor tiene una ligera propensión a la displasia de cadera y la torsión gástrica. A la hora de elegir un cachorro, asegúrate de que el criador se tome la prevención sanitaria en serio. Esto significa que todos los animales de cría se hayan sometido a pruebas de displasia. Si no se cuida como es debido, el manto de pelo de este perro puede provocarle eccemas cutáneos fácilmente. Esto sucede si el pelo se apelmaza o la piel se irrita por bañarlo frecuentemente. Si disfruta de buena salud, un perro komondor puede vivir trece años o más.

Cuidados

Primero de todo, hay que decir que un komondor bien cuidado no tiene inconvenientes por su pelaje. Al contrario, le proporciona un clima agradable en el cuerpo. Aparte de todas sus ventajas y la función protectora, es evidente que los largos mechones son imanes para la suciedad. Aquí se enganchan desde flores hasta todo tipo de ramas. Inspecciona a tu perro cada día para buscar estos regalitos. En general, el cuidado del pelaje del komondor requiere algo de tiempo. No obstante, también sirve para reforzar vuestro vínculo, por lo que es más que una mera obligación.

A este perro se le forman los típicos mechones ya en edad de cachorro. Nunca lo cepilles de cachorro ni cuando sea adulto, ya que se destruiría la formación natural de mechones. En lugar de cepillarlo, pásale todos los dedos por el pelaje y sepárale los mechones respetando su disposición natural para prevenir enredos. Lo mejor es que empieces a hacerlo desde cachorro, de modo que los mechones puedan desarrollarse como es debido. Pídele al criador que te enseñe a hacerlo.

Cuando el perro tenga un año es cuando empieza el enmarañamiento. Cada mechón debe tener como mínimo el grosor de un dedo para que no se rompa fácilmente. Presta especial atención al pelo de detrás de las orejas y de la cola. Si los mechones ya están formados, solo deberás darles forma cada dos semanas con las manos. Así pues, no deberás recurrir al cepillo nunca, ni siquiera cuando el komondor sea adulto. Los pelos de la parte interior del muslo y alrededor de los genitales y el ano puedes cortárselos completamente. De este modo, la orina y las heces no se quedarán pegadas. Examínale las patas periódicamente y córtale el pelo enmarañado de esta zona para que no se produzcan dolorosas inflamaciones. Además, elimínale la pelusa de las orejas regularmente para prevenir problemas cutáneos. Puedes limpiarle los oídos con un producto especial para perros, pero no uses bastoncillos.

Para lavar al perro, puedes utilizar una simple toalla. Esto es muy eficaz si el perro se ha mojado un poco con la lluvia, pero no está empapado. Si el perro come comida húmeda, comprueba si han quedado restos en los mechones de la barba después de comer. Si es así, límpiaselos con una toalla húmeda. Bañar a un komondor es tarea ardua, por lo que es mejor que solo lo hagas si es absolutamente necesario. De hecho, a este perro le cuesta mucho secarse. Además, deberás engrasarle el pelo a continuación con un producto de lanolina.

Aunque el komondor no huele a perro como otros peludos si lo cuidas a diario y tampoco pelecha, sino que pierde algún que otro mechón de vez en cuando, debes ser consciente de que no es un perro para fanáticos de la limpieza.

Komondor

¿Encaja conmigo?

Solo aquellas personas que tengan mucha experiencia con perros y espacio deberían plantearse adoptar un komondor. A este perro le gusta vigilar su territorio de forma independiente. Para ello, son ideales las granjas o los terrenos grandes, o al menos un jardín muy extenso. Los perros de la raza komondor se sienten a gusto en la vastedad de la naturaleza, no en la ciudad. Además, si tienen un territorio adecuado, apenas necesitan entretenimiento. Eso sí, por muy independiente que sea, el komondor necesita un vínculo con su familia humana. Por eso, tenerlo en una perrera es impensable.

Antes de tomar la decisión sobre si adoptarlo, piensa en quién se ocupará de él cuando viajes. Él preferirá quedarse en su entorno habitual. Por lo tanto, lo mejor es que un familiar o un amigo le haga de canguro. A esto se añade que esta raza entabla un vínculo muy estrecho con su persona de referencia. Así pues, una residencia canina debería ser solo una solución de emergencia.

La convivencia con otros animales, como gatos, solo puede ser pacífica si se ha acostumbrado a ellos desde cachorro. Con gatos desconocidos, probablemente se pondrá en pata de guerra. En general, se llevará bien con los niños de la familia y los protegerá. Sin embargo, ve con cuidado cuando vengan otros niños a casa. El komondor podría malinterpretar los juegos de pelearse e intentar defender a su manada. Antes de adoptarlo, piensa en el esfuerzo económico que conlleva un perro. Además de los gastos iniciales (comederos, juguetes, mantas, camas, correas, collares y transportines), una alimentación de calidad para un perro de 50 kg y las visitas al veterinario cuestan mucho dinero. Si el peludo se pone enfermo, los gastos veterinarios pueden dispararse rápidamente.

¿Dónde puedo encontrarlo?

Los amantes de esta raza saben que un komondor auténtico solo se consigue en un criador serio. Solo los criadores que pertenecen a una asociación tienen los conocimientos y el sentido de responsabilidad necesarios para criar cachorros sanos, con un carácter consolidado y bien socializados. Aléjate de los criadores sin afiliación a un club o con camadas fortuitas. A estos lo que más les importa es ganar dinero y tener cachorros porque sí, pero se ahorran los controles de salud de los padres y la socialización de los cachorros, tan importante para un perro tan especial como el komondor.

Un criador serio te invitará a su casa para que conozcas a los cachorros y sus padres. Todos deben tener un aspecto saludable y tranquilo, y disponer de suficiente espacio. Además, el criador responderá todas tus preguntas sobre su cría y te mostrará las pruebas médicas de los padres. Además, te hará preguntas sobre ti y tu experiencia para averiguar si puedes ofrecerle un buen hogar al cachorro.

Un perro tan extraordinario como el komondor no lo encontrarás en la protectora de la esquina. Sin embargo, si buscas uno adulto, puedes buscarlo en internet. Recuerda que la vida con un perro de segunda mano puede requerir mucha experiencia. Habla con la asociación que lo tenga en adopción y, si es posible, conócelo antes para comprobar si hay química. Si es así, convivir con un perro komondor adulto puede ser un enorme enriquecimiento para ambos.

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