Alimentación: prefiere el alimento vivo
Este pez no solo es exigente respecto a la corriente, la calidad del agua y el equipamiento, sino también al alimento. En el mar se alimenta de animales vivos, como peces pequeños, gambas, pulgas de agua, cangrejos pequeños y plancton.
Los alimentos vivos, como artemias salinas, larvas de pez, gambas y zooplancton, no deben faltar en la alimentación en el acuario. Si esto es demasiado laborioso, puedes utilizar comida congelada. Por ejemplo, puedes darles larvas de mosquito o gambas trituradas, congeladas con hielo seco. Sin embargo, al comprar los caballitos de mar para acuario, pide que te muestren si realmente comen alimentos congelados.
Mordisco rápido e ingesta lenta
El caballito de mar no solo se diferencia de otros peces por su aspecto, sino también por sus hábitos alimentarios. A diferencia del guppy, el neón y otros, que devoran toda la comida en cuestión de minutos, él come muy lento.
Esto se debe a que el caballito de mar no tiene estómago, sino solo un intestino. Por eso, debe digerir la comida antes de ingerir la próxima porción. No es de extrañar que a muchos acuaristas les preocupe que otros peces le quiten la comida en el acuario.
Sin embargo, en contra de la opinión popular, esto no se debe a que pesquen la comida demasiado lento. De hecho, lo hacen asombrosamente rápido con el morro. El motivo es que otros peces simplemente comen más rápido y pueden ingerir y digerir más comida de una vez.
Lo importante es que al caballito de mar se le conceda suficiente tiempo para la ingesta de alimento. En el mar se pasan hasta diez horas al día comiendo. Lógicamente, esto es imposible en el acuario. Las sobras permanecerían demasiado tiempo en el acuario, perjudicando la calidad del agua en poco tiempo. Antes de retirar las sobras, el caballito de mar debe disponer de 1-1,5 horas al día para comer repartidas en dos sesiones. Así, puedes estar seguro de que estará realmente lleno. Y es que, si pierde peso, no lo podrás detectar debido al esqueleto externo.