Poni

Poni

Los ponis suelen ser muy alegres hasta edades avanzadas.

Por muy pequeño y cuco que sea, el poni no tiene que esconderse detrás de otras razas de caballo. La grandeza de su carácter la demuestra principalmente con los jinetes principiantes y es ideal para los niños.

Aspecto: caballo en formato mini

A diferencia de otras razas de caballo, el poni es más fácil de distinguir porque presenta un tamaño compacto. El Reglamento de Ponis de la Real Federación Hípica Española prevé una alzada máxima de 148 centímetros sin herraduras y 149 con ellas. En los torneos, los organizadores van más allá y distinguen entre estos tamaños:

  • Poni A: hasta 110 cm de alzada
  • Poni B: entre más de 110 y 130 cm de alzada
  • Poni C: entre más de 130 y 140 cm de alzada
  • Poni D: entre más de 140 y 148 cm de alzada

Dentro del grupo A también se distingue entre ponis mini (de hasta 90 cm) y shetland (de hasta 110 cm). En realidad, el término español para denominar a estos caballos es jaca, aunque el término más habitual es poni.

El exterior del poni es compacto. Además, tiene las patas y el cuello fuertes y más cortos que los caballos grandes. La cabeza, las orejas y la boca también se han reducido en la cría de muchas razas.

La cola y la melena son densas y tupidas. Además, la variedad de colores es grande. Hay ejemplares de todos los colores básicos y, en algunas razas, como el poni de las Shetland, incluso píos.

El poni más pequeño del mundo

La raza de poni más pequeña del mundo es el falabella, con una alzada de solo entre 30 y 84 centímetros. El american miniature horse, con sus 34 centímetros de alzada, también es extremadamente pequeño. Sin embargo, este es un caballo en miniatura, cuyas proporciones deben aproximarse a las de un caballo grande. Así pues, un minicaballo no es lo mismo que un poni o un poni enano.

Poni
Comparando directamente un caballo grande y un poni, las diferencias externas son claras.

Carácter: pequeñajos enérgicos

De manera similar a los sangre templada, el poni entusiasma a mucha gente con su carácter cariñoso y simpático. Es manso, pero tiene temperamento e ideas propias.

No te dejes engañar por su tamaño: este caballito es más fuerte de lo que parece, especialmente si quiere imponer su voluntad. Por ejemplo, el poni de las Shetland se considera uno de los caballos más fuertes en relación con su tamaño.

Aunque sea un cabezota, el poni se puede educar fácilmente con un poco de paciencia. Un poni bien educado es bondadoso y sigue a su cuidador allá donde vaya.

En nuestro magazine de caballos te ayudamos a entender mejor a estos animales y te damos consejos de adiestramiento.

Aptitud: ¿para quién son más indicados?

El poni se utiliza mucho como caballo de paseo y da la talla en exhibiciones, en el tiro de carruajes y en campeonatos de doma clásica.

También se dice que es el mejor acompañante para los jinetes principiantes. Sin embargo, los adultos también pueden montar un poni. Por ejemplo, el haflinger o el islandés son aptos como caballos de silla para jinetes más grandes. Lo importante es que la relación de tamaño y peso entre el jinete y el poni sea equilibrada.

Ventajas del poni para principiantes

  • Es más fácil subirse a un poni debido a su baja altura.
  • Además, el corpulento lomo del poni ofrece un buen apoyo.
  • Sus proporciones facilitan al jinete el equilibrio durante el trote y el galope.
  • Gracias a sus cascos pequeños y compactos, su paso es más seguro, incluso en el campo.
  • Su carácter distendido invita a montarlos incluso a los más inexpertos y a quitarse los miedos del principio.

¿Quieres que tu hijo/a aprenda a montar en un poni? Existen muchas razas ideales para empezar:

Por ejemplo, un poni de silla popular es el poni de las Shetland. El poni de silla alemán destaca en la doma clásica y los saltos. En cambio, el haflinger es muy versátil y también se sale en el enganche y la monta americana. Lo importante es el carácter, que tiene que ajustarse a tu hijo/a y a la finalidad prevista.

Tenencia: ¿qué exigencias plantea un poni a su cuidador?

El poni se mueve durante varias horas al día y, por eso, necesita suficiente terreno. Como la mayoría de caballos, es muy sociable y le gusta estar en compañía de otros ponis o caballos.

Para satisfacer su necesidad de moverse y fomentar el contacto con otros caballos, es recomendable tenerlo en una cuadra abierta. Esta tiene muchas ventajas frente a un box o un establo libre. Aquí, el poni puede jugar, tumbarse y, si es necesario, quitarse de en medio para que pasen otros caballos.

Es ideal que cuente con un cobertizo para los días de lluvia. Asimismo, un lecho de calidad y una limpieza periódica le cuidarán los cascos. Para las heridas pequeñas conviene tener un botiquín bien equipado en la cuadra.

El prado y la zona para correr deben estar vallados de tal modo que los ponis no puedan escaparse. Los ponis no deben tenerse en un jardín doméstico bajo ningún concepto, a menos que el terreno sea suficientemente grande para una tenencia acorde a la especie.

Alimentación: forraje y minerales como elementos principales

El poni asimila bien la comida, por lo que necesita poca para reponer fuerzas. El forraje, como el heno, la paja o la hierba, es la base de una alimentación acorde a la especie.

A diferencia de un sangre templada, el poni necesita menos comida calórica, pero sí suficientes minerales. Para aportárselos, puedes darle hierbas o complementos alimentarios.

En general, la alimentación de los caballos y ponis debe ajustarse a su nivel de actividad para evitar problemas de peso o desnutrición.

Salud: alegría de vivir hasta edades avanzadas

El poni goza de una salud de hierro y puede llegar a vivir treinta años. Para que disfrute de una vida larga y sana, siempre debes tener su salud controlada.

Las desparasitaciones son recomendables y las vacunas contra el tétanos, obligatorias. Si tu poni corretea por grandes pastos con mucha hierba joven o tréboles, corre más peligro de contraer una infosura.

¿Lo sabías? El poni más viejo del mundo fue Sugar Puff, de Inglaterra, que vivió 56 años.

Compra: ¿cuánto cuesta?

¿Estás buscando un caballo de paseo pequeño y cariñoso o quieres facilitarle la iniciación a la equitación a tu hijo/a? En ese caso, el poni es una opción ideal para ti.

El precio medio de un poni puede alcanzar las cuatro cifras, pero los ejemplares jóvenes pueden costar unos 600 euros. Si quieres comprar uno, acude a un criador o a un particular.

El poni deberá contar con un pasaporte equino. Además, antes de comprarlo deberás informarte exhaustivamente sobre su salud y carácter.

Origen: ¿de dónde provienen los ponis?

La cría de caballos es milenaria y, en todo este tiempo, han surgido distintas razas. Muchas razas de poni que aún se conocen actualmente nacieron en regiones yermas e hicieron frente a estas desfavorables condiciones.

Así surgió, por ejemplo, el poni de las Shetland, originario de estas islas. Aquí reina un clima inclemente y el suelo es árido. Un poni autóctono de España es el poni navarro, que fue muy importante antes del siglo XIX. Sin embargo, la mecanización de la agricultura lo hizo decaer en el siglo XX. En la actualidad, se están haciendo esfuerzos por conservar la raza.

Conclusión: caballo pequeño con grandes ventajas

Con un poni, tú y tus hijos tendréis a un compañero cariñoso que no tiene nada que envidiarles a sus homólogos más creciditos. El poni tiene mucha fuerza y carácter. Si aceptas estas cualidades, este animal te dará muchas alegrías. A los principiantes, el poni les ofrece un buen apoyo y les perdona los errores. Así pues, les abre las puertas del maravilloso mundo de la equitación, incluso a los más pequeños.

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