El caballo salvaje dülmener no conoce sillas ni bridas. La mayoría de estos caballos viven en libertad sin la influencia humana en una zona natural protegida cerca de la ciudad de Dülmen, perteneciente al estado de Renania del Norte-Westfalia. Los caballos que viven fuera de la caballada se llaman dülmener, a secas. Estos se utilizan como ponis de carruaje o de silla para niños.
Dülmener

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Los dülmener de Merfelder Bruch están considerados como la última caballada salvaje de Europa.
Aspecto: caballo pequeño primitivo
El dülmener alcanza una alzada de entre 125 y 135 centímetros. Tiene una elegante cabeza rectangular y un cuello ligeramente curvado. Se tolera un ligero bajo cuello.
Presenta una cruz moderadamente desarrollada y una constitución rectangular. El lomo y el cuarto trasero son musculosos.
Con sus hombros inclinados, la grupa levemente escarpada y los cascos pequeños y duros, estos caballos no se corresponden con la imagen habitual del poni de silla moderno.
Colores típicos: bayo con dibujo salvaje
En el dülmener dominan los colores salvajes. En esta antigua raza de poni se presentan todas las variantes del bayo. No obstante, también puede haber alguno alazán y de otros colores.
Los más habituales son bayos grisáceos y pardos con la típica franja longitudinal desde la crin hasta la cola. Además, algunos ejemplares presentan una cruz en los hombros o franjas de cebra en las patas.
No se admiten marcas blancas. El pelo de la crin, la cola y las cernejas es relativamente poblado.
El dülmener salvaje vive en Merfelder Bruch, una zona natural protegida. Esta zona de 3,2 kilómetros cuadrados se encuentra a unos kilómetros al oeste de la ciudad de Dülmen, perteneciente al estado de Renania del Norte-Westfalia. Con su vegetación variada, constituye el hogar de estos ponis.
En sus bosques frondosos y de coníferas, y en sus prados y brezales encuentran todo lo que necesitan.
Aquí viven en libertad todo el año, sin domesticar y (casi) sin la influencia humana. Hay entre 300 y 400 ejemplares en esta región. Los que viven fuera de esta zona protegida se llaman dülmener, a secas.
¿De quién son los dülmener salvajes?
Todos los ponis dülmener salvajes pertenecen al duque de Croy. Su antepasado, Alfredo de Croy, mandó capturar veinte dülmener salvajes en 1847 y creó una reserva natural en Merfelder Bruch para salvar la raza.
En efecto, los animales habían perdido su hábitat a mediados del siglo XIX por culpa del auge de la agricultura.

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Por su modo de vida, el dülmener es un animal robusto y resistente. En Merfelder Bruch vive en núcleos familiares compuestos por yeguas emparentadas con sus potros. Siempre hay una yegua experimentada que los guía. Así pues, la convivencia en grupo es muy importante para estos animales tan sociales.
¿Se puede montar?
El dülmener es un caballo inteligente que se muestra afable y bondadoso con las personas.
Los que viven fuera de la caballada salvaje pueden usarse como ponis de silla para niños, para tirar de carruajes o incluso para la equitación terapéutica. Su marcha es rítmica, amplia y enérgica.
¿Caballo salvaje o caballo que vive en libertad?
En su zona protegida, el dülmener vive por su cuenta. Las personas ni siquiera intervienen en caso de enfermedad ni en el nacimiento de los potros. En la lucha por la supervivencia, estos ponis confían en sus instintos.
Sin embargo, no se trata de un caballo salvaje en el sentido biológico. A lo largo de los siglos, el dülmener se ha apareado continuamente con caballos de guerra y granja extraviados.
Además, se han cruzado otras razas específicamente para renovar el patrimonio genético, como ponis galeses, Exmoor y koniks. Así pues, presentan características de caballos domesticados.
En la naturaleza, el dülmener salvaje vive todo el año al aire libre. Fuera de esta zona, este poni tan resistente puede vivir en una cuadra abierta todo el año.
Alimentación
No se alimenta al poni dülmen. Estos modestos animales solo reciben forraje complementario, como heno, paja o ensilado de hierba, en inviernos rigurosos.
Como son buenos asimiladores de comida, hay que procurar no sobrealimentarlos para prevenir el sobrepeso. El heno de calidad y el agua fresca constituyen la base de su alimentación. Los ejemplares deportistas que se usan como ponis de silla o carruaje pueden comer un poco de muesli ocasionalmente.
¿Por qué no necesita al herrador?
Al dülmener salvaje no lo visita el veterinario, el herrador ni el cuidador de cascos en su zona protegida. Sus cascos, pequeños y duros, se desgastan de forma natural, por lo que la materia córnea siempre mantiene su forma.
No se conocen enfermedades típicas del dülmener. No obstante, como todos los caballos que asimilan bien la comida, es propenso a la infosura.
Si a un caballo acostumbrado a una oferta alimenticia escasa se le ofrece un prado altamente fertilizado, el riesgo de desarrollar una dermatitis estival aumenta.
Además, como no reciben desparasitaciones de los humanos, lo más probable es que los potros de un año tengan lombrices. Por eso, al llegar a casa de su nuevo cuidador/a, hay que desparasitarlos.
Esperanza de vida
El dülmener salvaje es una raza muy longeva, con una esperanza de vida de entre veinticinco y treinta años.
Como no tiene enemigos naturales en su área protegida y los ejemplares débiles no mueren a manos de cazadores, los caballos viejos fallecen de muerte natural. Es frecuente que mueran de hambre si no pueden comer bien debido al desgaste de los dientes.
El dülmener salvaje se conocía al principio como dülmener brücher. La primera mención documental data de 1316, por lo que es una de las razas más antiguas de Alemania.
A mediados del siglo XIX, estos ponis se encontraban en apuros porque los cazaban o los capturaban para las minas.
Como decíamos antes, el duque de Croy creó un recinto en Merfelder Bruch para ellos, garantizando así su supervivencia.
¿Cuándo se pueden visitar los caballos salvajes en Dülmen?
Actualmente, los dülmener salvajes de Merfelder Bruch están considerados como la última caballada salvaje de Europa. Se pueden ver paseando por la reserva natural y en visitas guiadas.
Desde 1994, el poni dülmen salvaje figura en la lista roja de animales de explotación amenazados de Alemania. Su población está extremadamente amenazada.
Cría
Entre abril y septiembre se deja que los sementales se acerquen a las yeguas. El resto del año, los machos maduros sexualmente se mantienen separados de la caballada.
El objetivo es que los potros nazcan en los meses cálidos de primavera y verano, cuando hay más comida. El periodo de gestación dura once meses.
Curiosidad: a mediados de la década de 1980 solo se utilizaban sementales bayos grises para la cría. Por eso, este color ha aumentado intensamente entre la población.

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Compra: ¿cuándo los capturan?
Una de las pocas intervenciones humanas en la población del dülmener salvaje es la captura de los sementales maduros sexualmente. Los machos se apartan de la caballada con un año de vida para evitar rivalidades entre ellos.
Desde 1907, la captura de los jóvenes sementales tiene lugar cada año el último sábado de mayo. Los caballos se capturan a mano y, a continuación, se subastan entre los amantes de la raza. Hace unos años que ya no se retiran las yeguas de la caballada.
Precio
La captura de caballos salvajes en Dülmen es un espectáculo popular que atrae a miles de visitantes cada año. Los potros de un año de esta raza alcanzan precios de entre 2500 y 3000 euros en las subastas.
Conclusión: raza rara para amantes
El dülmener salvaje es una criatura muy especial. Con una población de solo 300 o 400 ejemplares en libertad, esta raza de poni está en peligro de extinción.
Si tienes la suerte de conseguir uno, disfrutarás de la compañía de un poni inteligente, afable y modesto.
Ficha del dülmener
Particularidades: | El dülmener salvaje vive en libertad y prácticamente ajeno a la influencia humana en Merfelder Bruch. Los ejemplares de fuera de esta zona se llaman dülmener, a secas. |
Carácter: | Afable, bondadoso y capaz de aprender |
Tipo: | Caballo pequeño, poni |
Alzada: | 125-135 cm |
Colores: | Principalmente, bayo |
Marcha: | Rítmica, elástica y amplia |