Infosura (laminitis) en caballos
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.
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Los cascos de los caballos son importantísimos. Da igual si van con o sin herraduras, si están en movimiento o si están pastando: los cascos están constantemente sometidos a una carga. Por eso son tan importantes los cuidados de los cascos de los caballos. Este artículo resume la información más importante sobre el tema.
Los cuidados de los cascos de los caballos son obligatorios para cualquiera que tenga un caballo. Si los cascos enferman, el caballo también enferma.
Las infecciones pueden extenderse fácilmente a las zonas adyacentes y llegar así a todo el cuerpo del caballo. De hecho, incluso el corazón y el cerebro pueden sufrir daños por unos cascos enfermos y no cuidados.
A continuación te ofrecemos un resumen de las enfermedades de los cascos de los caballos más frecuentes.
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La infosura consiste en la inflamación de la dermis del casco. Esta se encuentra detrás del estuche córneo y sirve de nexo entre la falange distal y el estuche. En casos graves puede producirse la pérdida del estuche córneo.
Las causas pueden ser varias, como, por ejemplo:
Los caballos enfermos sienten dolor, cojean o presentan una marcha contenida. Si sospechas que tu caballo tiene una infosura, enfríale el casco inmediatamente y llama al veterinario.
Las úlceras o abscesos inflamatorios de los cascos de los caballos suelen ser consecuencia de un cuerpo extraño que ha penetrado. Este podría ser un clavo, por ejemplo.
Si el casco se inflama, esta inflamación ejerce presión sobre él. Como esto es tan doloroso para el caballo, cojea.
Además, para aliviar el dolor, evita cargar la pata levantando el casco afectado. Aquí también debes llamar al veterinario cuanto antes.
La podredumbre de la ranilla es una enfermedad bacteriana por la que se descompone la ranilla. Si no se trata, aparecen cavidades en la ranilla que se llenan de una masa negra.
Las bacterias causantes se reproducen en el entorno húmedo con ausencia de aire. La enfermedad se reconoce por el típico olor a putrefacción.
Para prevenir esta enfermedad, es importante eliminar el estiércol de la cuadra regularmente y cuidar los cascos de los caballos.
El cuidado de los cascos de los caballos no es tan laborioso como mucha gente cree. Solo hay una cosa que es realmente importante: la continuidad.
Con estas normas, verás que el procedimiento es muy sencillo y conseguirás que los cascos de tu caballo estén sanos.
Da igual si montas tu caballo o no: necesita tener los cascos sanos. Al fin y al cabo, son la base sobre la que camina. Para ello, debes raspárselos a diario para eliminar las piedrecitas.
Si no lo haces, estas piedras ejercerían presión en la planta y provocarían dolorosas inflamaciones. Además, haciendo esto puedes detectar lesiones a tiempo y drenar la ranilla antes de que vaya a peor.
Los cascos crecen constantemente, por lo que tiene que recortarlos un herrero. El momento idóneo para hacerlo depende de si el caballo lleva herraduras o no.
Si los cascos de tu caballo están reblandecidos, puedes engrasarlos regularmente con grasa o aceite. No obstante, no lo hagas si los cascos están sanos. La grasa y el aceite para cascos cierran los poros y detienen el importante intercambio de humedad.
Así pues, si usas estos productos con demasiada frecuencia, el tejido podría secarse mucho. Sin embargo, si el caballo se pasa todo el día caminando sobre heno empapado en amoníaco o sobre barro fangoso, el uso de productos de cuidado aceitosos puede ser beneficioso.
Si tu caballo está siempre pisando orina y heces, el amoníaco de estos desechos puede atacar los cascos. Incluso las grietas más pequeñas en los casos constituyen un caldo de cultivo ideal para las bacterias. Estas, a su vez, pueden provocar enfermedades graves, como la podredumbre de la ranilla.
Por eso, la cuadra y el potrero de tu caballo deben estar siempre lo más limpios posible. La regla número uno es colocar lecho seco para cuidar los cascos de los caballos.
Con nuestros consejos y la ayuda de tu herrador, conseguirás tener los cascos de tu caballo cuidados sin esfuerzo. Además, esto os unirá aún más.
¿Tu caballo no se quiere mover de repente y cojea? En ese caso, toca llevarlo al veterinario. En este artículo te explicamos si puede tratarse de una infosura y qué significa esto para ti y tu caballo.