Al igual que en su patria, en Europa también se usa al caballo criollo para arrear reses, pero muy poco para el mero sustento.
Se ven ejemplares en varios ámbitos de la monta americana y de la equitación de trabajo. Esta es una disciplina de competición en la que se fomenta la monta de trabajo tradicional. La extremada resistencia de estos caballos también les ha valido una buena reputación en las excursiones y el enduro ecuestre.
Equitación de paseo
El caballo criollo es inteligente, modesto y, en general, obediente. En su patria lo tienen como caballo de servicio que, sencillamente, tiene que funcionar. Aquí no hay lugar para paternalismos.
No obstante, esto no significa que, si las condiciones son correctas, no pueda avenirse y entablar amistad con las personas. Estos son los mejores requisitos para los jinetes de ocio que buscan un animal fiable y tranquilo para la familia.
Actividades: el caballo criollo quiere trabajar
Da igual si te compras un caballo criollo para tu tiempo de ocio o para competir: ofrécele suficiente ejercicio y entretenimiento. Debido a su historia, este caballo tiene un dinamismo gigantesco. Por lo tanto, quiere que lo pongan a prueba tanto física como mentalmente.
No es un simple animal para tener como una planta en el prado. También deberás adiestrarlo con cariño para poder superar el día a día entre el establo, los coches y las personas.
Prueba de fuego dura
En Sudamérica, el caballo criollo se somete a la marcha, que es una prueba de resistencia y capacidad de recuperación. La marcha implica 14 días (incluido uno de descanso), 750 kilómetros, un jinete de 90 kilos y cero pienso concentrado. Los caballos no tienen que superar antes ningún entrenamiento especial.
¿Sirve para soportar peso?
El caballo criollo tiene un lomo largo, pero, gracias a su musculatura fuerte, no tiende a combarse. Por eso, es ideal para soportar peso y puede tolerar más carga que muchas otras razas.